Asturias alcanza en octubre su mayor número de hipotecas para vivienda en más de catorce años

Asturias registró el pasado mes de octubre la firma de mil setenta hipotecas sobre vivienda, la cifra más alta en más de catorce años y el mejor dato para un mes de octubre desde dos mil ocho, según las estadísticas publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Aunque el crecimiento interanual fue moderado, el fuerte aumento respecto al mes anterior confirma un cambio de ritmo en el mercado inmobiliario asturiano. La actividad hipotecaria creció de forma notable frente a septiembre, un comportamiento que apunta a un mayor interés por la compra de vivienda, especialmente como residencia habitual.

Repunte por estabilización de los tipos de interés

Este repunte se produce en un contexto marcado por la estabilización de los tipos de interés tras meses de encarecimiento del crédito, lo que ha permitido a muchas familias retomar decisiones de compra aplazadas. En Asturias, donde el mercado inmobiliario presenta precios más contenidos que en otras comunidades, el aumento de las hipotecas también refleja la búsqueda de mayor seguridad frente a la incertidumbre del alquiler.

A nivel nacional, la tendencia es similar. En octubre se firmaron más de cincuenta y dos mil hipotecas en toda España, encadenando dieciséis meses consecutivos de crecimiento. El capital prestado también aumentó, impulsado por el encarecimiento del importe medio de los préstamos, que supera ya los ciento sesenta y siete mil euros.

La vivienda, imposible para jóvenes

Para el Principado, estos datos dibujan un escenario de mayor dinamismo residencial, aunque también plantean retos. El incremento de la demanda de compra convive con un acceso cada vez más difícil a la vivienda para jóvenes y rentas medias, en un contexto de subida de precios y escasez de oferta en determinadas zonas urbanas y costeras.

Expertos del sector advierten de que la recuperación del mercado hipotecario debe ir acompañada de políticas públicas que faciliten el acceso a la vivienda y eviten que el repunte de la actividad se traduzca en nuevas tensiones sobre los precios, especialmente en las áreas con mayor presión turística y demográfica.