La incidencia se está desbocando. España ha registrado este martes la mayor cifra diaria de contagios desde que empezó la pandemia. Y eso que en cada vez más lugares los centros de salud están totalmente saturados y es difícil hacerse una PCR o notificar un positivo. Todos sabemos que las cifras son incluso mayores. Sanidad ha notificado este martes, que a veces se nos olvida, 94 fallecidos. Noventa y cuatro muertos por coronavirus en un día. Aquí tienes los datos de cómo sube la presión en los hospitales.
En Madrid, el impacto del virus se ha triplicado en una semana. Ninguna oleada anterior de positivos subió tan rápido en solo una semana. Los barrios que más suben son los de rentas altas, lo que no es casualidad: a más dinero, más ocio nocturno. Y yo sé que es darle bola, pero esta barbaridad quizá tenga consecuencias: Ayuso asegura que “en los centros de salud no todos quieren trabajar y arrimar el hombro”. Otro ataque sin complejos a la sanidad pública.
La Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad ha indicado que no es necesario guardar cuarentena domiciliaria de 10 días cuando se ha estado en contacto con un positivo. Era la recomendación oficial hasta ahora y, a pesar de que ómicron está desarrollando síntomas leves en ya vacunados, los expertos no cambian el criterio.
¿Estamos vacunados y eso nos protege de lo peor? Sí. ¿Eso significa que por tanto estar expuestos al virus no es tan grave y hay que aprender a convivir con ello? Pues eso parecen pensar la mayoría de las autoridades españolas, que hasta hoy se han resistido a tomar medidas muy restrictivas. Es como estar en la orilla de una playa de la que todo el mundo huye porque llega una gran ola y pensar, mientras nos agarramos a nuestro flotador nuevo: “En realidad, ¿cuánto daño puede hacer una simple ola?”. Veremos.
Así llegamos a la reunión de hoy entre el Gobierno y las comunidades autónomas para tomar medidas conjuntas. No esperamos decisiones drásticas como las que han puesto en marcha otros países, entre otras cosas porque el Tribunal Constitucional y el Supremo tienen su aliento en la nuca del Gobierno, pero hemos podido conocer las propuestas que lleva Pedro Sánchez a la mesa: las principales son los límites de aforo en hostelería, reducción de eventos multitudinarios y, si se sigue complicando la cosa, cierre de ocio nocturno. Veremos quién acepta. Catalunya presionará para endurecer medidas.
Pues estaba hoy el Gobierno preparado para celebrar la aprobación de los Presupuestos tras su trámite en el Senado cuando, sorpresa, una enmieda de Compromís ha conseguido apoyos suficientes para que el semáforo se ponga en rojo y el texto tenga que volver a ser votado en el Congreso. Como el Senado sirve para lo que sirve, el Congreso lo acabará aprobando igualmente, simplemente dentro de unos días.
La gracia de lo que ha pasado está en otro sitio: la modificación ha salido adelante con apoyo del PP, y resulta que era una enmienda para destinar 1,6 millones a la promoción de las lenguas cooficiales, contra las que lleva en campaña media legislatura. Lo que llega a hacer Casado solo por fastidiar.
Hoy en el podcast te traigo un poco de surrealismo digital. Rescato la historia de uno de los primeros memes de YouTube, allá por el año 2006, porque tiene un final sorprendente en este 2021.
El protagonista es Delfin Quishpe, autor de un extraño videoclip de homenaje a las víctimas de las Torres Gemelas que se hizo viral en España. ¿Qué relación ha acabado teniendo con la política y la pandemia? Te lo cuento.
Si hoy te conviertes en millonario, no dejes de leernos, ¿vale? Mañana nos vemos por aquí.
Un abrazo,
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