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Sobre este blog

El caballo de Nietzsche es el espacio en eldiario.es para los derechos animales, permanentemente vulnerados por razón de su especie. Somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos con su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten, como el caballo al que Nietzsche se abrazó llorando.

Editamos Ruth Toledano, Concha López y Lucía Arana (RRSS).

Campaña ciudadana para evitar que la Comunidad de Madrid devuelva 192 perros al infierno

Cartel de la campaña #NoQuieroMorirEnAltanería

Concha López

  • ANAA y FAPAM denuncian la “revictimización de las víctimas” y, bajo el hastag #NoquieromorirenAltanería, han emprendido una campaña ciudadana para impedir esa devolución, resumida en un vídeo en el que participa la actriz Lluvia Rojo

Altanería no es un hogar. Es un infierno. Un infierno del que dan testimonio 192 perros, entre ellos Cher, una pequeña que nació y vivió tres años en ese horror, explotada, pariendo camada tras camada de cachorros que siempre eran separados de ella para ser vendidos. A su alrededor otras hembras en su misma situación, otros enfermos, incluso muertos. Ningún cuidado más allá del imprescindible para mantenerlos vivos para poder seguir obteniendo de ellos su mercancía, sus cachorros.

Como Cher, Corchea, Beyoncé, Chopin, Ópera, Salieri, Whitney, Scarlatti, Maruxina, Lia, Diega... Así hasta 192 vidas que fueron rescatadas hace un año y que ahora, por un defecto de forma, la Comunidad de Madrid quiere devolver al horror. Como si nada hubiera pasado. Como si todas esas vidas no hubieran tenido que ser recompuestas en estos meses.

Todos esos perros fueron retirados de una fábrica de cachorros, la empresa Altanería S.L., el 31 de mayo de 2018 por parte de la Comunidad de Madrid y SEPRONA, que iniciaron un procedimiento sancionador y actuaron ante la presión ejercida por parte de las asociaciones de protección animal para que se diese cumplimiento a la legislación vigente. Se acumulaban años de denuncias, cientos de perros malviviendo en unas instalaciones ilegales, hacinados y explotados al menos desde 2012, cuando hay constancia de la primera denuncia.

Antes de esa retirada en mayo de 2018 ya habían salido de allí otros 31 perros (29 en enero y otros 2 a primeros de ese mismo mes de mayo), y en ese momento la Comunidad de Madrid hablaba de “presunto caso de maltrato continuado en los animales referenciados, por considerar que de acuerdo a los hechos constatados, el responsable/s del cuidado de los animales ha ejercido una conducta, tanto por acción como por omisión, que ha ocasionado a los animales un dolor, sufrimiento y estrés, graves, inútiles y evitables”. El caso de esos 31 perros se llevó en los juzgados de Torrejón de Ardoz, dando origen a un procedimiento que se encuentra actualmente sobreseído y recurrido.

Ahora, casi un año después, ante los recursos presentados por la empresa, la Viceconsejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid ha resuelto que existió por su parte un error de forma, que determina la nulidad de la retirada de los animales y resuelve que los 192 perros deben volver a Altanería S.L., un presunto maltratador, para lo que dará inicio a un procedimiento de devolución. “Es decir, ante un supuesto error suyo de forma y en vez de optar por asumir su error y plantear una alternativa acorde con el bienestar de los animales, opta por revictimizar a las víctimas”, denuncian ANAA y FAPAM, que han emprendido una campaña para impedir esa devolución y han creado una web para contar lo ocurrido y obtener apoyos.

Ambas entidades declaran que esos 192 perros no son un número “sino individuos con capacidad de sentir física y emocionalmente que llevan cerca de un año en casas de acogida” donde han recibido todos los cuidados necesarios para recuperarse física y emocionalmente. “Los animales presentaban falta de socialización y miedo extremo, además de infecciones graves en aparato reproductor, boca, oídos, etc., así como hernias, anemia y desnutrición, debiendo ser algunos hospitalizados y operados de urgencia, incluso con fetos momificados en su interior”, explican.

Denuncian que Altanería S.L. se dedica desde hace más de diez años a la cría indiscriminada y a la venta de perros de manera ilegal en Paracuellos de Jarama (Comunidad de Madrid), sin contar con los permisos correspondientes, manteniendo  hacinados a cerca de 200 perros junto a aves rapaces y jaulas de ratas criadas para alimentar a las aves.

Además del maltrato a los animales, estas organizaciones alertan de que esa actividad afecta a muchas familias que no saben que están adquiriendo a un animal procedente de “un centro que carece de licencias, donde se cría con animales enfermos, muchos de ellos con enfermedades genéticas y hereditarias, sin vacunar, con enfermedades y parásitos como leishmaniosis, giardias, trichuris y garrapatas, con el impacto y riesgo que ello supone para la salud de los animales y de las personas”. 

Esa actividad, aseguran, “se ha venido practicando de manera pública y notoria, ante la inactividad de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Paracuellos de Jarama”.

De hecho, denuncian que “la Comunidad de Madrid, máximo organismo encargado de velar por el bienestar y la protección de los animales de compañía, está provocando indefensión, y en consecuencia sufrimiento a cientos de animales, por su inacción, por su inoperatividad, por su falta de control y seguimiento, y por haber cometido errores de forma en el procedimiento”.

Como explican estas entidades de protección animal, Altanería S.L. es lo que suele definirse como una 'fábrica de cachorros', ya que en sus instalaciones, deficientes higiénica y etológicamente, se hacinan cientos de perros de muchas razas, algunas de las hembras son sometidas a varias cesáreas, hasta reventar literalmente sus cuerpos de tanto criar. Además, el centro no contaba con el libro de registro actualizado y debidamente cumplimentado de entradas, salidas y partos. No contaba con medios para evitar problemas hereditarios, no tenía protocolos higiénico-sanitarios ni veterinarios responsables que dieran un trato individualizado a los animales. Tampoco con un plan de vacunaciones. Por supuesto, ni el trato ni las condiciones favorecían la adecuada socialización de los cientos de cachorros que se iban poniendo a la venta. 

Altanería S.L. dispone de otra fábrica de cachorros en Pastrana, Guadalajara, donde mantiene otros tantos perros, esclavos de la cría, en la que solo cuenta maximizar beneficios. Entre 2017 y 2018, de esa fábrica de Guadalajara salieron 75 perros y, dadas las condiciones que presentaban, se abrieron diligencias previas en los juzgados de Guadalajara.

ANAA y FAPAM piden a la Comunidad de Madrid que asuma su papel de máximo garante en la aplicación de su propia ley de protección animal, y lanzan una campaña para que sean los ciudadanos quienes exijan que esos 192 animales  no sean devueltos al infierno del que fueron rescatados.

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