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La escalada deportiva es una herramienta didáctica indispensable para la educación física en los colegios Brains

Colegios Brains.

Javier Barba Morales

El curso 2015/16 es el séptimo en el que se incluye, dentro de la programación de la asignatura de Educación Física de los colegios Brains, la escalada deportiva como una herramienta más en forma de unidad didáctica, para formar a los niños y adolescentes en múltiples aspectos que superan la barrera de la educación física. Ya que, como explicaremos más adelante, el poder pedagógico de la escalada deportiva es muy amplio.

Esta institución imparte Educación Física a sus alumnos desde los 2 años hasta los 18, que es cuando emprenden su camino a la universidad. Y la escalada deportiva se incluye dentro de la asignatura de Educación Física desde primero de primaria a tercero de la ESO.

Si echamos cuentas, los niños que hoy se encuentran en el nivel de segundo de ESO llevan ya 7 años practicando este deporte, exactamente desde segundo de primaria. Actualmente es esta la primera promoción que realmente ha completado el ciclo de unidades didácticas de escalada deportiva, ya que en primero, que es el curso que les quedaría pendiente, tan sólo se realizan juegos de familiarización en la sala de bloque del colegio. Y en tercero de ESO, último curso con unidad didáctica de escalada, el objetivo es profundizar sobre el bloque, trabajo realizado también en la sala de búlder del colegio.

Es para mí un auténtico orgullo, placer y satisfacción enorme como profesor, escalador y persona el comprobar el resultado tan alucinante que están obteniendo estos alumnos de segundo de la ESO.

No exagero cuando digo que en varias clases se me han saltado las lágrimas al comprobar sus avances. En ocasiones ha habido seis cordadas de niños funcionando a la vez, con perfecta autonomía y dos de ellas de primero. Si tenemos en cuenta que la unidad didáctica está formada por un número limitado de clases al año, el resultado es más que satisfactorio desde el punto de vista educativo y deportivo.

Estos alumnos son perfectamente capaces de reconocer la diferencia entre escalar de primero y de segundo. El pequeño sabe el riesgo que conlleva escalar de primero, asumiéndolo con responsabilidad en los casos que por voluntad propia así lo deciden.

Esta última fase del aprendizaje de la escalada deportiva con cuerda está enfocada no sólo a lo meramente deportivo sino que, principalmente, se enfoca a que el niño sea capaz de valorarse a sí mismo en cuanto a sus capacidades físicas y psicológicas a la hora de asumir un reto, tanto por la dificultad en su forma de asegurar como por lo complicado de los itinerarios.

De esta forma se tiene la opción de escalar vías de primero en la parte más desplomada del rocódromo (aproximadamente 30 grados), con lo que indudablemente habrán conseguido el 10. O también pueden hacerlo con esa misma inclinación de segundo, elegir también otro itinerario menos desplomado o totalmente vertical con la opción siempre de los dos tipos de aseguramiento.

Quiero decir, que en la mayoría de los casos, todos son merecedores de ese sobresaliente y se les premia con otro tipo de valoración, ya que con independencia de sus cualidades físicas y psicológicas, todos ellos completan la unidad con un éxito aplastante, haciendo una introspección de sí mismos y tratando de obtener de ello el resultado que mejor se adapta a su condición, algo digno de admirar en todos los casos.

También habría que añadir el alto grado de participación con el que cuento por parte del alumnado ya que, al ser una actividad novedosa, es siempre acogida con gran entusiasmo.

El compañerismo que observo en toda las clases supera las barreras de la imaginación, la exclusión o cualquier otra diferencia de clase social, ya que todos tratan de ayudarse unos a otros y prestan atención y cuidado máximo cuando están escalando sus compañeros.

En este nivel es evidente que la escalada deportiva puede jugar un papel muy importante a la hora de educar a nuestros jóvenes, yendo mucho más allá de lo que puede abarcar la asignatura de la Educación Física. Pero también a edades más tempranas, como en los primeros ciclos de Primaria, si se utiliza adecuadamente puede ser una herramienta muy interesante a la hora inculcar valores y costumbres socialmente correctas.

Algunos escépticos pensarán que eso es propio de cualquier práctica deportiva y, en efecto, así es; pero la escalada contiene un ingrediente esencial: el alto grado de atención que prestan siempre todos sus participantes.

Muy especialmente en las primeras etapas de su desarrollo, los niños son fáciles de sorprender. En este caso no sólo están sorprendidos, están totalmente abrumados por la actividad que van a realizar. Para ellos esas pequeñas paredes de los rocódromos son como pequeños Everest que tratan de subir semana tras semana.

La alegría con la que asisten a las clases es bárbara y no sólo se escala con ellos, también se realizan infinidad de juegos en el rocódromo con los que de manera natural y divertida se familiarizan con este deporte.

Por todo esto conseguimos que el niño abra su mente de una manera espontánea y sin restricciones, podríamos decir en ese momento que el niño es como una esponja que va a absorber todo lo que le digamos y es ahí donde un profesional concienciado debe de aprovechar para tratarle de inculcar cosas que realmente vayan a servirle en su vida, como los valores de integración y socialización tantas veces mencionados.

Pero también me refiero a algo más tangible, como por ejemplo hábitos a la hora de atender en otras clases, a la hora de desplazarse por el colegio, hábitos de higiene antes de ir al comedor o costumbres sobre organización y comportamiento, aprendizajes que adquieren de manera inconsciente y subliminal y que transportarán a otros ámbitos como el familiar o las relaciones con sus iguales.

Por consiguiente concluyo diciendo que la escalada deportiva puede jugar un papel muy significativo dentro de la educación, no sólo por el enorme repertorio gestual, el alto grado de coordinación y equilibrio y el aumento de las capacidades de quienes lo practican, sino que además, si es enfocado de la manera adecuada, pude ser de gran ayuda a los profesionales de la educación que asumen diariamente el compromiso de formar a las nuevas generaciones. Ayudando crecer a niños y jóvenes en cada etapa de su desarrollo ofreciéndoles la oportunidad de asumir la responsabilidad de ser cada curso un poquito más mayores.

Es casi una obligación agradecer a todas las personas que han colaborado con este proyecto y que han hecho posible que hoy en día sea una realidad, incluido por supuesto toda la redacción de Campobase, que desde los inicios ha estado presente colaborando activamente.

Por último quiero invitar a todos lo docentes a que tengan una primera experiencia con la escalada deportiva, con la que sin duda podrán comprobar rápidamente que puede llegar a convertirse en una herramienta didáctica indispensable para la Educación Física.

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