Fisuras en La Cabrera
Llevaba varios días comentando con Daniel García Jiménez cuáles podrían ser las fisuras más bonitas y representativas de Madrid. Las más destacadas, pero que además tuvieran un corte más “Yosemítico”... Para salir de dudas, ya que no estábamos del todo de acuerdo, decidimos en un principio elegir cuatro en la zona de La Cabrera (el lugar, por excelencia, y en todas sus agujas, para disfrutar de buenas fisuras).
La idea, en un principio, era desplazarnos hasta allí, y en una mañana realizar una actividad completa escalando las cuatro fisuras elegidas como entrenamiento para futuros proyectos... Bueno, aparte de pasar un día apretando de lo lindo, a sabiendas que luego nos dolerían en gran medida las manos y los pies.
Las fisuras escogidas, las cuales no podemos afirmar categóricamente que sean las mejores, ya que para gustos los colores, iban desde el 6a+ hasta el 7c+. Y eso sí, lo que si podemos es asegurar que son excepcionales, cada una en su grado y estilo.
Además de realizar la actividad en cuestión, aprovechamos para probar, más a fondo si cabe, el arnés Edge de Simond, el cual ya testamos el año pasado como podéis ver en este enlace: Arnés Edge de Simond, técnico y ligero
Una vez más, el resultado fue excelente. La verdad es que en este caso era un producto idóneo para este tipo de actividad: muy ligero, bien elaborado y con una gran capacidad de carga gracias a sus cuatro amplios portamateriales. Aunque la intención inicial de la marca era crear un producto muy ligero para vías de deportiva de dificultad, a nosotros también nos parece un arnés perfecto para vías de alpinismo y autoprotección.
Pero volviendo a la actividad en concreto... Aunque ésta sea una zona accesible, el subir hasta La Aguja de los Tres Amigos nos llevó unos 30/35 minutos a buen ritmo, con unos 300 metros de desnivel de subida y no excesivamente ligeros, ya que, aunque llevamos solo una cuerda, la Cliff de 9,5 mm de 60 metros (que también probamos el año pasado como podéis ver en este enlace: Cuerda Cliff 9,5mm de Simond, tuvimos que añadir dos juegos de friends Dragon de Dmm, empotradores y 18 cintas exprés.
Sabíamos que teníamos que ir ligeros ya que después de Metamorfosis y Muerte Súbita, con las mismas iríamos al Pico de la Miel a hacer el primer largo de la Aláiz, pasando por el Bloque Californiano y escalando la Juan Moña Moñita, por lo que los metros de desnivel se acumularían y las horas de actividad también.
La Aguja de los Tres Amigos
Una vez lleguemos a La Cabrera, por la autovía de Burgos desde Madrid, cogemos la segunda salida (km 60) hacia el Hostal y Gasolinera el Cancho del Águila.
Cuando crucemos la autovía por debajo y lleguemos a una rotonda, a la derecha quedará el Cancho del Águila, y nos meteremos hacia el pueblo en la salida de la izquierda por la Avda. de La Cabrera. Avanzaremos por ella y tomaremos la primera calle a la derecha (c/ de los Colegios), por donde continuaremos para tomar la segunda a la derecha, que es la Calle de la Encerrada. En este segundo desvío continuaremos por la Calle de la Encerrada para después seguir por una pista de tierra hasta llegar a un claro a nuestra izquierda que funciona como parking. Dejaremos el coche, y desde ahí, mirando hacia el norte, veremos todas las agujas, destacando por tamaño la Aguja Sin Nombre y, a su izquierda, la Aguja de los Tres Amigos donde está nuestro primer objetivo.
Un camino de tierra marcado nos depositará a pie de la primera aguja, pero tendremos que bordearla hacia la izquierda para llegar a la Aguja de los Tres amigos.
Metamorfosis (7a+)
Llama la atención nada más verla, ya que es una línea estética muy física e impresionante que te invita a intentar escalarla. Vía muy dura de fisura con cierto desplome en la que conviene llevar un par de juegos de friends (30 metros más o menos), sobre todo para piezas pequeñas y medianas. No os la vamos a descubrir ahora, pero es una vía técnica y de “pila” en el antebrazo con cerrojos muy bonitos.
Muerte Súbita (7c+)
Más dura que Metamorfosis, pero para la gente que ande en el grado es excepcional, con movimientos hipertécnicos asegurados con piezas pequeñas. El paso al diedro fisurado y su continuidad por él es la parte más bonita de la vía.
Bloque Californiano
Para llegar al Bloque Californiano lo ideal es volver con el coche al Cancho del Águila y coger el camino normal saliendo del aparcamiento que asciende hacia el Pico de la Miel. Ruta muy evidente que continuaremos como si fuésemos a subir al Pico por su parte izquierda hasta que nos encontremos con el Bloque, muy fácilmente identificable en toda la primera parte de la subida. En 10/12 minutos estaremos al pie de sus fisuras.
Juan Moña Moñita (6a)
Fisura diagonal a derechas súper identificable y muy estética. Interesante repetir algún número mediano/grande. Es una fisura corta y muy particular de escalar. Solo decir que la parte de placa se usa casi tanto como la fisura.
Pico de La Miel
Una vez terminemos en el Bloque Californiano, solo tenemos que subir por el camino hasta el pie del comienzo de la vía Aláiz, en la zona central de la pared de el Pico de La Miel. Tardaremos otros 15/20 minutos desde el Bloque Californiano.
Aláiz (6b)
Fisura muy evidente donde conviene llevar números grandes con un paso muy plaquero asegurado por un parabolt. Es una fisura física de cerrojos de mano que no os va decepcionar.
Así, y tras acabar con Aláiz, decidimos dar por concluida la jornada. Lo cierto es que es el recorrido por estas cuatro fisuras os dejará un buen sabor de boca y una gran sonrisa, encadenéis o no, aunque también las manos doloridas. Pero eso sí, son absolutamente recomendables.
