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Los trabajadores de Nestor Martin estudian constituir una cooperativa

Pedro Sánchez y Eva Díaz Tezanos con los trabajadores de Nestor Martin. | BELÉN PEREDA

Laro García

El proceso de liquidación de Ecomasa, la fábrica de estufas de Maliaño que comercializaba sus productos bajo la marca Nestor Martin, puede dejar en la calle de forma inminente a toda la plantilla, lo que ha provocado que los trabajadores estén estudiando la posibilidad de constituir una cooperativa para conservar sus empleos y salvar una situación crítica, después de meses de protestas y movilizaciones.

“Si es factible y viable, el Gobierno ayudará y apoyará”, ha asegurado ante esta posibilidad la vicepresidenta de Cantabria, Eva Díaz Tezanos (PSOE), que ha insistido durante una intervención pública en que actualmente “el Ejecutivo está buscando inversores para el proyecto”. De hecho, y según ha explicado la portavoz de la Administración autonómica, los empleados de Ecomasa mantuvieron la semana pasada una reunión en la Sociedad de Desarrollo Regional (Sodercan) donde apuntaron la alternativa de hacerse cargo del fallido negocio.

Mientras se clarifica el escenario, el Gobierno de Cantabria sigue a la espera de la auditoría forense que ha encargado para conocer el destino de los 21 millones de euros invertidos en esta empresa. “No solo se trata de saber a dónde han ido a parar esos millones, sino, sobre todo, si es posible recuperar parte de los fondos, especialmente los 3,5 millones de los trabajadores”, ha apuntado la vicepresidenta.

Una inversión ruinosa

La empresa Ecomasa World Investments S.L. abrió en febrero de 2013 y ha recibido desde entonces unos 18 millones de euros del Gobierno de Cantabria, así como 3,2 millones procedentes de las indemnizaciones de los trabajadores que subrrogó de la fábrica Teka en Santander.

La factoría no funciona desde principios de mes debido a la falta de tesorería para continuar con la producción y el medio centenar de trabajadores que quedaban de la plantilla original -que ascendía a 98- estaban inmersos en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal que ahora, con la decisión de los administradores concursales de iniciar el proceso de liquidación de la fábrica, el despido de la plantilla y la venta de todos los activos, será de extinción.

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