Cantabria defiende su plan de gestión del lobo para que haya “equilibrio” entre la especie y la ganadería
El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, ha defendido este lunes el Plan de Gestión del Lobo de Cantabria por su eficacia para lograr el “adecuado y necesario” equilibrio entre la conservación de la especie y su convivencia con la ganadería extensiva, a la que va a defender, ha dicho, “con uñas y dientes” por su importancia “capital” para el desarrollo socioeconómico del medio rural de la Comunidad Autónoma.
“Si se incluye al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPE), nos echarán abajo el vigente plan de gestión, que tan buenos resultados está dando desde que se puso en marcha en 2019”, ha advertido Blanco durante el encuentro que ha mantenido con alcaldes, ganaderos y agentes del Medio Natural de las comarcas 9 y 10, Pisueña y Alto Asón, respectivamente, que representan a 13 ayuntamientos.
En concreto, han participado en la reunión los alcaldes de Arredondo, Leoncio Carrascal; de Ruesga, Jesús Ramón Ochoa; de San Roque de Riomiera, Antonio Fernández; de Soba, Julián Fuentecilla; de Riotuerto, Alfredo Madrazo, y el alcalde en funciones de Santa María de Cayón, Francisco Javier Viar. También han estado representantes municipales de Selaya, Villacarriedo, Saro, Villafufre, Miera, Liérganes y Ramales de la Victoria.
Asimismo, ha participado el director general de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático, Antonio Lucio, y el subdirector general de Medio Natural, Ángel Serdio, así como varios agentes del Medio Natural de la Consejería, como responsables de la vigilancia y seguimiento de la fauna silvestre de las comarcas forestales Pisueña y Alto Asón.
El consejero ha destacado la importancia de mantener la vigencia del actual plan de gestión, dada su utilidad para lograr objetivos “ambiciosos y valientes” en beneficio de la convivencia entre la especie y el ser humano, “a pesar de las maniobras orquestadas desde Madrid por ciertas organizaciones ecologistas amparadas por el Gobierno de España para echarlo abajo”.
Así, se ha referido al mantenimiento de una población de lobo en Cantabria en estado de conservación favorable a unos niveles tanto biológica como socioeconómicamente sostenibles, y a la minimización de la conflictividad generada por los daños que ocasiona la especie a la ganadería extensiva, mediante la implantación de medidas preventivas y compensatorias, así como la mejora del sistema de pagos por daños ya existentes.
Prevenir y perseguir de manera eficaz las acciones hostiles y vengativas hacia la especie, desarrollar mecanismos de seguimiento y estudio poblacional e implicar a todos los sectores afectados en su gestión son otros de los objetivos que persigue un plan que, según el consejero, “no quiere acabar con el lobo, pero tampoco quiere que el ganadero se ve obligado a abandonar su lugar natural”.
Ante la “amenaza real” que está llevando a cabo el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) de “cortar por lo sano algo que se ha demostrado que está funcionando y sin contar con los que nos encargamos a pie de campo de gestionar su correcta conservación y control”, el consejero ha asegurado a los alcaldes y ganaderos de Soba que el Gobierno de Cantabria va a utilizar todos los medios que tiene a su alcance para “evitar este atropello”.
“No pueden acabar con algo que ha costado tanto esfuerzo construir desde el consenso y el diálogo, y ofrecer a cambio una propuesta que más que beneficiar, va a perjudicar a todos, incluido el propio lobo”, ha lamentado Blanco, en alusión a la decisión del MIETERD de incluir a esta especie en el Lespre.
Por ello ha pedido a los ganaderos, a los ayuntamientos, a las asociaciones y demás entidades del sector primario “unidad de acción” frente a la lucha que “se nos viene”.
El titular de Medio Ambiente ha considerado que una adecuada conservación del lobo pasar por contar con un marco normativo “claro” que atienda a la demanda social y se base en los conocimientos científicos y técnicos existentes en la actualidad.
Además, debe permitir, ha continuado, una gestión que compatibilice la actividad ganadera, evitando en lo posible los daños producidos por la especie y compensando los perjuicios que se produzcan, al tiempo que favorecer una valoración pública positiva de la especie como “parte esencial del patrimonio natural de la región”.
Tanto los alcaldes como los ganaderos presentes en la reunión han trasladado al consejero la “grave” preocupación que existe en el sector y en el medio rural ante el incremento de las poblaciones de lobo en los últimos años, así como su firme apoyo a la postura del Gobierno de Cantabria para seguir desarrollando el plan de gestión como instrumento que garantiza la supervivencia del sector y una convivencia equilibrada con la especie.
Asimismo, han expresado su “absoluto rechazo” a la decisión del MITERD de incluir al lobo ibérico en el LESPRE y han reiterado su apoyo a la 'Carta Abierta en apoyo a una gestión del lobo basada en el respeto al mundo rural, el consenso social y la coexistencia', iniciativa promovida por Cantabria, Asturias, Galicia y Castilla y León, y que cuenta con el apoyo de otras cinco comunidades autónomas (País Vasco, Aragón, Madrid, Murcia y Andalucía), la ciudad autónoma de Ceuta, las Organizaciones de Profesionales Agrarios (OPAS) a nivel nacional y la Federación de Municipios de Cantabria (FMC).
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