Olas de calor, pedrisco o el mildiu corrigen a la baja las previsiones de vendimia en Castilla-La Mancha
Las adversidades climatológicas han corregido las previsiones de la cosecha de uva cuya recolección ya está bastante adelantada en las distintas zonas de Castilla-La Mancha ya que comenzó a finales de julio con las variedades más precoces en madurar.
Así se lo ha adelantado el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, en el curso de una entrevista que ha concedido a AgroalimentariaCLM y en la que ha confirmado que las cifras que se esperan serán muy parecidas a las del pasado año, que estuvieron en torno a los 23 millones de hectólitros de vino.
“Este año ha sido un poco peculiar porque ha habido multitud de adversidades climatológicas, sobre todo pedriscos, que han afectado muchísimo a la región, con más de 200.000 hectáreas dañadas en diferentes grados. Más de 5.000 hectáreas tenían más del 80 % de afectación, lo que prácticamente podemos considerar como pérdida total de esa producción”, ha señalado.
Ello ha supuesto que las previsiones que en un principio apuntaban “una cosecha importante”, tuvieran que corregirse.
Martínez Lizán ha recordado que “el año empezó bien desde el punto de vista climatológico, con muchas lluvias en primavera que facilitaron la recuperación de algunas viñas y, sobre todo, el inicio del ciclo biológico de la viña de una forma correcta y adecuada. Las previsiones en aquel momento lógicamente apuntaban a una buena cosecha en cantidad que finalmente, por los vaivenes que se han producido a lo largo de todo el verano, con temperaturas muy altas y problemas en algunas zonas con mildiu” han dado lugar a una corrección a la baja.
El consejero ha recordado que en un principio, “se lanzó una primera previsión de cosecha en torno a los 24 millones de hectolitros en Castilla-La Mancha, una cifra por debajo de la media de los últimos 10 años, que venía siendo de 25 millones. Era, en cualquier caso, algo más de lo recolectado en 2024, cuando fueron 22,7 millones de hectolitros”.
Sin embargo, “según ha ido avanzando la recolección a lo largo y ancho de Castilla-La Mancha, se está viendo la realidad: hay una reducción generalizada de la producción en determinadas zonas. Por lo tanto, cooperativas y bodegas están anunciando una reducción que puede oscilar entre el 10 % y el 40 %, dependiendo de la zona por diferentes causas. En algunos casos, por la falta de zumo en la uva, porque este año parece ser que tiene menos mosto que en otras campañas, aunque sí presenta algún grado más de lo habitual en el grado alcohólico o, en el grado de azúcar en potencia que puede tener el mosto”, ha adelantado el titular de Agricultura.
Finalmente, las impresiones son que “vamos a estar en unas producciones muy similares a las del año pasado. Eso sí, hay que hacer hincapié en la importancia de la calidad que tendrá este año la materia prima, la uva, para elaborar el mosto y el vino que finalmente se pondrán en el mercado. Yo creo que podemos afrontar un año con cierta expectación, en el que se puedan obtener producciones de mucha calidad, y esperemos que sea un año bueno y también a muy buen precio, que es lo que finalmente importa a nuestros viticultores”, ha manifestado.
El “hándicap” del precio de la uva
Precisamente, en cuanto a los precios que se están pagando por las uvas en la región y que sigue muy por debajo de los precios de otras regiones vitícolas como Rioja o Ribera, Martínez Lizán, ha señalado que “este es un hándicap que siempre tenemos: el del precio de la uva”.
No obstante, considera que es importante tener en cuenta “que la tendencia ha sido constantemente al alza, aunque sigue resultando insuficiente. Por ejemplo, el año pasado se situaron de media en torno a los 65-67 céntimos el litro de vino. Es un precio que va al alza, pero que resulta insuficiente, que sigue sin cubrir las necesidades y expectativas de nuestros viticultores”.
Lo difícil es que alguien venga a comprarnos vino a nuestra casa si no somos nosotros los que salimos a mostrarlo, hablar de sus grandezas y peculiaridades, y ponerlo al alcance de cualquier consumidor
Una prioridad para el Gobierno regional es “vender vino embotellado. Ese es el que realmente tiene un valor añadido frente al vino a granel. Además, contamos con un buque insignia para poder hacerlo: nuestras denominaciones de origen y otras figuras de calidad. En Castilla-La Mancha tenemos nada menos que 25 figuras de calidad, siendo la región de Europa con mayor número de figuras de calidad y es ahí donde debemos seguir trabajando, sobre todo en la promoción de vino en terceros países, con el objetivo de vender más, mejor y a un mejor precio”.
El consejero no considera que los precios más bajos suponga un menor prestigio de las denominaciones de origen de la región frente a otras con precios más altos. “Creo que no es esto, porque el prestigio y los reconocimientos los tenemos a nivel regional, nacional e internacional, porque son muchísimos los concursos que ganan los vinos de nuestra tierra”, sino que se trata más de incrementar la labor comercial: “Lo difícil es que alguien venga a comprarnos vino a nuestra casa si no somos nosotros los que salimos a mostrarlo, hablar de sus grandezas y peculiaridades, y ponerlo al alcance de cualquier consumidor”.
Y asegura que “los ejemplos son claros: aquellas cooperativas y empresas que hacen una labor comercial importante promocionando sus productos fuera del territorio regional tienen más garantía de venta”.
Apunta también en la necesidad de trabajar “más en la línea del embotellado. Somos una región que produce 23 millones de hectolitros —en la última campaña— y que, a 31 de julio, quedan 456.000 hectolitros de vino embotellado por vender, quiere decir que tenemos mucho margen para seguir embotellando vino y venderlo para conseguir mayor valor añadido. No es lo mismo vender vino a granel, que el precio medio puede rondar los 65-67 céntimos de euros, que venderlo a dos o tres euros que se podría vender una botella de vino”.
Además, ha destacado que “en Castilla-La Mancha se ha hecho muy bien la labor de adaptación de los viñedos a la demanda de los consumidores, ya que en apenas diez años se ha reestructurado el 20% de toda la superficie vitícola, unas 90.400 hectáreas, con una inversión de 332 millones de euros en subvenciones de la Unión Europea, a través del Gobierno regional y el Ministerio de Agricultura”.
Ha recordado también el trabajo que se hace desde la Consejería, a través de la Fundación Tierra de Viñedos, para dar a conocer el vino de la región con catas didácticas de vino por toda Castilla-La Mancha y también fuera de la Comunidad y la nueva faceta que se ha incorporado para dar a conocer el vino al sector hostelero con catas profesionales.
“Me gustaría romper una lanza en favor de nuestra tierra: que todos los restaurantes de Castilla-La Mancha, absolutamente todos, ofrecieran como primera opción un vino de la región. Luego, obviamente, cada comensal puede elegir según sus gustos, pero en Castilla-La Mancha tenemos, sin duda, los mejores vinos del mundo. Incluso se lo hemos dicho al comisario Hansen en una reunión con las consejerías, y estoy completamente convencido de que no exagerábamos”, ha concluido.
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