El alcalde de Cuenca responde
Ávila se ofreció a ser interpelado en un acto abierto que se presentó como “Tengo una pregunta para el alcalde” y así, sin filtro previo, se sometió a una veintena de preguntas de los alumnos, y de algunos otros ciudadanos que acudieron a la convocatoria, relativas los más variados temas de la actualidad municipal, aunque no faltaron alusiones a otras cuestiones no estrictamente locales, como su opinión ante los recortes en sanidad o el Almacén Temporal Centralizado de residuos radiactivos en Villar de Cañas, sobre el que reiteró su rechazo y el de su grupo sentenciando que “si fuese tan bueno como lo pintan, Cospedal no lo traería a Cuenca”, en alusión a la activa participación de la Presidenta regional en este proyecto.
Si bien el alcalde no pudo prodigar muchas promesas, dada la situación económica de las arcas municipales y las restricciones impuestas por el gobierno central, sí se comprometió a estudiar temas puntuales como potenciar el uso de la bici, facilitar el uso de espacios municipales para la práctica deportiva de base o recibir las propuestas de algunos estudiantes para el uso de espacios abandonados con fines culturales.
También recibió algunas quejas por la escasez de actividades culturales y de ocio alternativo o por las insuficiencias que, a juicio de algún estudiante, presenta el portal de transparencia municipal, de todo lo cual el alcalde dijo tomar buena nota al tiempo que explicaba que se intenta hacer una oferta de ocio con los escasos recursos de que se dispone.
Respecto a la movilidad admitió deficiencias en la pavimentación de muchas vías pero, aunque se está haciendo un importante esfuerzo para solucionarlo, el alcalde reconoció que no sería posible atender todas las necesidades con los recursos disponibles. Finalmente dijo reconocer las deficiencias que presenta el servicio de autobuses, por ejemplo para atender a la estación del AVE en los horarios de llegada de viajeros o mejorar frecuencias de paso, pero recordó que aunque la voluntad de mejora existe el coste del servicio supera ya el medio millón de euros y algunos cambios lo encarecerían aún más.