“El asociacionismo femenino es el motor del futuro rural”
¿Qué papel puede jugar el movimiento asociativo en el entorno rural? Es una pregunta que le planteamos a Remedios Menéndez Calvo, profesora de la Universidad de Alcalá de Henares con motivo de un reciente coloquio en el seno del programa ‘Aula Abierta’ de la Institución académica sobre esta cuestión.
“El asociacionismo femenino es el motor del futuro rural”, sostiene, porque el hecho de pasar de lo individual a lo colectivo, de lo privado a lo público, en su opinión, “es lo que al final ha ido permitiendo avanzar en derechos y oportunidades para las mujeres en el medio rural”.
Menéndez, que forma parte de la Asociación de Mujeres Campesinas de Asturias, integrada en Fademur, considera “fundamental recordar la historia de lo ocurrido con la mujer rural a lo largo de los siglos y ver la evolución de su papel cuando, una vez instaurado el sistema democrático, se empiezan a organizar colectivamente”.
El proceso en la lucha por la igualdad en el medio rural no es sencillo porque, recuerda, “al hecho de ser mujer siempre se le han sumado además otros condicionantes como ser rural o inmigrante” y por eso cree que “las asociaciones han permitido que puedan estar en la agenda política como colectivo”.
Pero el asociacionismo femenino en el mundo rural, dice, “es algo que va mucho más allá de la recuperación de tradiciones o folklore, más allá de reunirse para hacer encaje de bolillos o ir a ver una obra de teatro”. Esta profesora de derecho aboga por un modelo de asociación que realice tareas de formación, de información, de acompañamiento o empoderamiento.
Destaca el hecho de que muchas mujeres hayan dado el salto a la política desde el asociacionismo rural. “Es muy importante que tengan presencia en las instituciones porque es un colectivo que tiene sus propia peculiaridades y necesitan mayor apoyo, sus propios recursos…Hay que llegar a los lugares de toma de decisiones”.
Un apoyo “insuficiente” de las administraciones
Por otro lado, Menéndez cree que el apoyo de las administraciones al movimiento asociativo de la mujer rural es “todavía insuficiente” a pesar “del avance formal legislativo” de los últimos años porque en la práctica “no hay una igualdad real y efectiva en derechos”, como las propias leyes propugnaban.
“Queda mucho por hacer lamentablemente. Cada vez hay más mujeres que se organizan colectivamente, que tejen redes de comunicación, pero no todas consiguen los objetivos previstos, tanto por falta de interés político como por falta de recursos”.
“Es hora de plantear el futuro y los retos. Debemos preguntarnos cómo funciona la sociedad y cuál es el papel que juega la mujer rural”, insiste, para citar el “gravísimo problema de la despoblación. Es fundamental el papel protagonista de las mujeres rurales para atajarlo”.
La actitud “derrotista” y el abandono de las mujeres jóvenes del mundo rural
Remedios Menéndez reconoce que faltan propuestas y que la actitud a veces es más “derrotista” que activa frente a los retos de futuro en el medio rural. Pide abordar un “discurso en positivo, con soluciones” y tener en cuenta que se está produciendo un fenómeno de “involución” en las mujeres rurales jóvenes. “Parece que han perdido un poco el arrojo, las ganas de hace décadas de luchar por los derechos y ahora la postura es abandonar el mundo rural y ya está, con un título universitario, cuando eso podría ser motivo para regresar y crear allí tu negocio o tener otras experiencias”.
También subraya la necesidad de fomentar mediante la educación las llamadas nuevas masculinidades. “Es que tampoco podemos estar solas en esto, por ejemplo a la hora de fijar población. Ellos no pueden seguir anclados en el modelo tradicional rural ni nosotras avanzar solas”.
Otro de las cuestiones que apunta tiene que ver con los Objetivos de Desarrollo Sostenible Agenda 2030. “Hay muchos de los 17 objetivos en los que hay que tener en cuenta el papel de las mujeres rurales. Si nuestro gobierno ha de planteárselo, no hay que olvidarse de estos colectivos”.
Castilla-La Mancha tiene previsto desarrollar un Estatuto de la Mujer Rural con rango de ley que no solo negará ayudas a empresas, entidades o asociaciones rurales sin paridad en sus órganos directivos sino que fomentará la incorporación de la mujer a la titularidad de las explotaciones agrarias y también su afiliación a la Seguridad Social.
Otras comunidades autónomas como Asturias -la tierra natal de Remedios Menéndez- también se lo plantean. “Yo creo que hay que buscar la eficacia de las normas vigentes, no crear otras nuevas. Como jurista, creo que tenemos un marco de igualdad entre hombres y mujeres lo suficientemente válido y laudable, que es referente internacional y no solo en el ámbito europeo”. Por eso aboga por ir adaptando de forma paulatina las normas a las nuevas realidades sociales.
Esta especialista en Derecho del Trabajo y Seguridad Social cree que, de otra forma, “al final estamos sectorializando. Y hay que trabajar incidiendo en la trasversalidad”. Cita en concreto la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres que en su artículo 30 se refiere, de forma específica al desarrollo rural.
25 de noviembre, Día contra la Violencia hacia la Mujer
El 25 de noviembre se celebra el Día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer. El mensaje de la jurista es claro: “La violencia de género es una lacra independientemente del medio urbano o el rural pero de nuevo vemos un doble hándicap, por todas las dificultades sociales y culturales que este tema tiene en los pueblos”
Cree que en este asunto, las asociaciones de mujeres rurales “están jugando un papel muy importante a la hora de informar y acompañar a las víctimas” y en este aspecto reclama que “de una vez por todas el pacto social contra la violencia de género se haga efectivo”.
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