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Las brigadas contra incendios: “Nos jugamos la vida por una miseria”

Bombero forestal en huelga / Foto: BRIF

Alicia Avilés Pozo

Una segunda actividad para complementar sus bajas laborales, la profesionalización de su actividad y reconocimiento como bomberos forestales, y una subida salarial sobre los 850 euros mensuales que ahora cobran, son las tres peticiones fundamentales de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF) que están en huelga indefinida en toda España. En el caso de Castilla-La Mancha alcanzan hasta un total de 114 trabajadores, 57 en la base de La Iglesuela (Toledo) y otros tantos en Prado de los Esquiladores (Cuenca). Sin avances en las negociaciones con Tragsa, empresa para la que trabajan, y con el Ministerio de Medio Ambiente, estos trabajadores han decidido afrontar esta huelga en plena de campaña de incendios, aunque en muchos casos están acudiendo como voluntarios a sus respectivas zonas.

Este colectivo no ha tenido más remedio que realizar estos paros como “única herramienta posible” después de no haber logrado ningún acuerdo ni con la empresa ni con el Ministerio para mejorar sus condiciones de trabajo. “Se pasan la pelota los unos a los otros, y no aportan ninguna solución”, explica desde la base de La Iglesuela José Pedro Hernández, quien lamenta que tras 23 años históricos de actividad, estas brigadas no tengan el reconocimiento que se merecen.

“Desde Tragsa y el Ministerio están acostumbrados a alargar estas cosas, y a buscar el desgaste de quienes protestamos. Pero nosotros no somos abogados ni políticos. Nosotros trabajamos en la primera línea de los incendios y nos jugamos la vida por una miseria”, apunta. Por eso afirma que la petición de subida salarial de en torno al 33-35% en realidad no es tan significativa porque se parte de la base de su sueldo, de tan solo 850 euros (unos tres euros al día), en una profesión que es de “riesgo” y que contrasta con los “altos sueldos” de los directivos de la empresa contratante.

Hernández destaca que las protestas de las brigadas solo buscan dignificar esta profesión. “Que dejemos de trabajar como peonadas y se nos considere bomberos forestales”, apunta, y destaca que la cuestión salarial es importante pero que a la misma se unen también otras reivindicaciones como que se destine más dinero a las labores preventivas y a la formación durante el invierno y que se dote los trabajadores de las brigadas de continuidad en el trabajo, y no solo durante las campañas de incendios.

Por todos estos motivos, su intención es mantener la huelga hasta que empresa y Ministerio dejen de “echar balones fuera”. “Somos los ojos y la acción de los medios aéreos”, apunta en referencia a otras unidades mejor consideradas y más mediáticas como la Unidad Militar de Emergencias (UME). Elogia la labor de este colectivo, pero recuerda que solo participa en el 0,02% de los incendios de todo el país.

Este trabajador es el reflejo individual de una protesta que el pasado lunes se materializó en Madrid. En el manifiesto que las BRIF han hecho público a nivel nacional afirman que todas las reuniones mantenidas con la empresa Tragsa han sido un calco: “un 'no' rotundo a todo como norma general, sin avances significativos ni reseñables como para intentar desconvocar la huelga indefinida”. Protestan contra sus condiciones laborales, que han calificado de “pésimas” así como contra su salario, que han definido como una “cantidad irrisoria”. Han agregado que sus problemas parecen no importar a Tragsa y al Ministerio, que incluso “parecen hacer oídos sordos, queriendo solucionar el problema con parches y/o limosnas”.

“Se permiten el lujo de irse de vacaciones de verano, cuando nosotros desde hace más de 20 años no sabemos lo que es eso”

Destacan que “la frialdad y falta de tacto” que demuestran hacia el colectivo se hace patente cuando “incluso algunos de nuestros jefes estando a punto de comenzar la huelga, se permiten el lujo de irse de vacaciones, cuando nosotros desde hace más de veinte años no sabemos qué es eso de disfrutar de las vacaciones en verano”, han añadido. Pedimos a la sociedad que nos entienda, que no encontramos otra solución y pedimos perdón de antemano porque no se tendría por qué sufrir esto“, agregan.

Precisamente, la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha afirmado hoy que existe margen para que las BRIF puedan llegar a un acuerdo con la empresa Tragsa. Se ha limitado a afirmar que la empresa está “abierta al diálogo”, tras lo que ha explicado que otras cuestiones reclamadas como el aumento salarial del 35 por ciento son “inviables”, además de no ser competencia del Gobierno.

A continuación, el vídeo reivindicativo realizado por las BRIF con motivo de esta huelga:

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