Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

La colaboración empresarial, clave para conseguir unas zonas industriales sostenibles

El parque empresarial de Campollano, desde el aire.

Lourdes Cifuentes

Las nuevas zonas industriales van encaminadas a la innovación y también a la sostenibilidad. Frente a la imagen de polígonos abarrotados de industrias, vehículos de gran tolenaje, maquinaria pesada y vehículos particulares, día a día se apuesta más por convertirlos en zonas más abiertas al resto de la ciudad, conectadas por carriles-bici y por líneas de autobús urbano que permiten un menor uso de los vehículos y desciende, por tanto, la contaminación.

Éste es uno de los pasos para llegar a conseguir unas zonas industriales sostenibles pero no el único. Otra forma es la colaboración entre empresas. ¿Cómo? A través del desarrollo de actuaciones conjuntas en gestión de residuos, “especialmente los peligrosos. Si se gestionan de manera conjunta, a través de un mismo gestor”, dice el director de IMEDES, Benjamín Martínez, además se consigue ahorrar en costes para las empresas que colaboran. Y pone un ejemplo práctico: “Una empresa genera 200 bidones con sosa al mes y otra otros tantos de pintura. Cada una tiene su gestor de residuos peligrosos. Obviamente si en lugar de ello comparten el mismo gestor se produce una ruta que supone ahorrar costes”. Esto mismo, la colaboración, puede aplicarse también en energías renovables. “Se puede generar de manera conjunta determinados sistemas de abastecimiento que puedan permitir ahorros a las empresas”, asegura. Ahora mismo, en producción de calor y frío hay ejemplos de esta sinergia que ahorra costes económicos y ambientales en poliíonos de Navarra, País Vasco y Cataluña.

Otro ejemplo de colaboración que supone caminar hacia polígonos industriales sostenibles reduciendo costes para las empresas tiene que ver con aprovechar los subproductos de una empresa, “el excedente de energía”, como materia prima. “Con este tipo de sinergias estaríamos hablando de lo que se conoce como ecología industrial” que no es otra cosa que aprovechar eso que le sobra a una empresa para el funcionamiento de otra empresa. Los beneficios parecen obvios pero hasta ahora son muy pocos los casos que se pueden ver en los polígonos y parques empresariales de todo el país. El motivo es, según Benjamín Martínez, que hasta hace poco las zonas industriales “han ido creciendo en función de la demanda de suelo industrial sin ningún tipo de planificación”.

Él lo sabe bien. La empresa a la que representa, IMEDES, ha analizado los polígonos industriales de todo el país y de ese estudio se desprende que apenas un 10 por ciento de ellos tienen una entidad gestora. “Una entidad gestora conoce a todas las empresas de ese polígono y puede ponerlas en contacto para que haya relación entre ellas y que intercambien información. El resto (el 90% de los polígonos que no tienen entidades gestoras) son auténticos reinos de taifas. Hay un desconocimiento absoluto de qué hace la empresa que hay tres calles más abajo”. Esta desconexión entre las empresas de un mismo polígono industrial provoca que no se pueda aprovechar del ahorro de los costes.

Sostenibilidad a través de la movilidad

El desarrollo de planes conjuntos de movilidad sostenible en los polígonos es también una fuente de ahorro, en este caso para las empresas. Benjamín Martínez apuesta por el transporte público, a través de autobuses lanzaderas, o mecanismos como el uso del coche compartido que está funcionando ya en algunos polígonos industriales. A ello se suma también la creación de carriles bici que conectan la ciudad con las zonas industriales pero que, en estos momentos, se desarrolla de forma desigual dependiendo de la Comunidad Autónoma.

Hay ciudades que han decidido apostar por la bicicleta como medio de transporte también en sus polígonos industriales, “algunas implantan la bicicleta de alquiler en ellos e incluso incluso hay empresas comprometidas con el medio ambiente que priman a los trabajadores que se desplazan al polígono con bicicleta. Pero sin duda alguna, cada vez más, vas viendo que hay muchas ciudades que están destinando fondos como los EDUSI para habilitar carriles bici hasta estos”, asegura el director de IMEDES.

ZINCAMAN, el telón de fondo

Estas sinergias y nuevas formas de trazar la movilidad en las zonas industriales ha estado presente en la primera de las jornadas de ZINCAMAN, el primer Congreso de Zonas Industriales que se ha inaugurado este martes en Albacete y que se pretende que sirva para “impulsar una legislación acorde a las zonas industriales de la región”. Tal y como ha asegurado el presidente de la Asociación de Empresarios de Campollano (ADECA), Santos Prieto, dicha norma es “urgente y necesaria” para impulsar el crecimiento económico y empresarial de los parques empresariales y polígonos industriales de la comunidad autónoma, y para “declarar las zonas industriales de la región como infraestructuras económicas básicas de interés general”.

Este encuentro, que durante los dos días de celebración valorizará las fortalezas del suelo industrial de Castilla-La Mancha a fin de mejorar su situación, aspira también “a ser el germen de una futura asociación que aúne a todas las Áreas Industriales de Castilla-La Mancha”. A lo largo de estos dos días en los que Albacete acoge este congreso, nueve mesas de trabajo y hasta 40 ponentes hacen una radiografía de la situación de los polígonos industriales en la región.

Etiquetas
stats