‘Il bosco di Giarianno’, nuevo trabajo discográfico de José Zárate y Diego Ramos

José Zárate es un compositor español prestigioso y profuso. Sus obras han sido ejecutadas por destacadas formaciones musicales e intérpretes de todo el mundo, siendo cuantiosa su producción.

Su Il bosco di Giarianno, extensa pieza (que consta de siete cuadernos) para piano, acaba de ser editada por la discográfica Lindoro, coincidiendo con los 25 años de antigüedad desde la culminación de la obra, que fue comenzada en 1997, cuando Zárate residía como pensionado en la Academia de España en Roma, continuándose la composición, durante los años siguientes, en Madrid y en Toledo.

El pianista que ha puesto en pie la partitura es Diego Ramos, nacido en Algeciras, con una trayectoria asimismo muy bien nutrida, y con dos discos anteriormente publicados: las ‘Danzas Españolas’ de Enrique Granados, y la ‘Música Callada’, de Federico Mompou.

Ni Zárate ni Ramos son castellanomanchegos (Zárate nació en Madrid), pero mantienen sólidas vinculaciones con nuestra región.

El compositor es autor del Canto a Castilla-La Mancha, remontándose sus raíces familiares a Mora. Esta condición moracha del autor le hizo componer Escenas de Mora. Ha sido profesor en el Conservatorio de Toledo y es académico de las dos reales academias de la región, la de Toledo y la de Cuenca. Diego Ramos, gaditano, lleva ya muchos años trabajando como profesor de piano en Castilla-La Mancha. Primero en Alcázar de San Juan, donde yo lo conocí, y actualmente en Guadalajara.

De Zárate es una obra que incorpora textos de poetas de la región, como José Ángel García, Francisco Mora y el que humildemente suscribe (uno más, Agustín Porras, es malagueño); en el Festival de Poesía para Náufragos, en Cuenca, fue estrenada, con la interpretación al piano de Diego Ramos y la declamación del actor Rafael Ramos, hijo de Diego.

He tenido el honor de que en el reciente Cd que reproduce Il bosco di Giarianno figure un texto mío sobre la creación y la interpretación del mismo, afirmando que estos gratos sonidos conforman una composición compleja, variada, con una estructura dispar y un muy diverso cromatismo. Erigiéndose así sus siete capítulos en un gran “cuento musical”, como afirma el propio compositor, que exploran sus tajantes y decisivas formas en torno al lenguaje pianístico.

El compositor realza, como elemento, principal y clarificador, la magnífica interpretación que Diego Ramos realiza de Il bosco di Giarianno, aseverando que “la determinación del pianista es extraordinaria, y su trabajo busca ahondar más aún en la esencia de cada una de las partes que forman esta obra pianística, dotando a la misma de una fuerza expresiva, producto de su innegable capacidad como músico.

Él nos narra un universo lleno de sutilezas sonoras y filigranas emocionales; todo ello producto de su maestría, pero sobre todo, de su pasión por el sonido y la expresión instrumental. En esa pasión se refuerza la sensualidad de los momentos más tenues, es decir, la delicada sencillez frente al arrojo de la potencia virtuosística.“