La guerra civil española en los archivos de Castilla-La Mancha
- Coincide con el Día Internacional de los Archivos y forma parte de una amplia programación de actividades
- Sus 65 documentos podrán verse a través de la web de Cultura de la Junta. En ella han colaborado archivos provinciales, municipales, eclesiásticos y militares
‘1939. 80 años del fin de una guerra. La Guerra Civil española en los archivos de Castilla-La Mancha’. Este es el título de una exposición virtual que se pone en marcha con motivo de la celebración del Día Internacional de los Archivos.
Los documentos y fotografías -un total de 65- de la exposición virtual, que permanecerá de manera indefinida en la web de Cultura de la Junta de Comunidades, proceden de varios archivos de la región tanto los provinciales como municipales, eclesiásticos o incluso militares en forma de correspondencia
Mª Ángeles García Villarrubia, técnica del Servicio de Archivos y Museos de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte califica de “importante” la riqueza documental de Castilla-La Mancha en torno a la guerra civil española, aunque el grueso de todo el país lo atesora el Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca.
En los archivos de Castilla-La Mancha pueden encontrarse todo tipo de joyas documentales como las que guarda el Archivo Histórico Provincial de Albacete en el que está depositado “uno de los fondos más potentes” con fotografías de las Brigadas Internacionales que realizaron los propios brigadistas.
Por ejemplo, relata Mª Ángeles García, “los descendientes del general Walter, brigadista polaco que participó en la guerra civil, donaron un buen número de fotografías y está muy presente en la exposición”.
De hecho, todos los archivos históricos provinciales conservan documentos procedentes de los departamentos de Justicia o de los gobiernos civiles de la época. Es habitual encontrar algunos, en forma de expedientes, que reflejan la “depuración” de funcionarios públicos como los maestros o de aquellos que se vieron obligados al exilio. Incluso quedó constancia de las aportaciones “de dinero y hasta joyas que muchas personas realizaron para levantar al país destruido durante la guerra”.
Otros documentos y fotos, en cambio, hacen referencia a incautaciones de bienes que el franquismo realizó contra los afines a la República. En Cuenca se conserva el fondo regional del Tribunal de Responsabilidades Políticas. “Tienen todos los expedientes de Cuenca y de las provincias limítrofes - por ejemplo Albacete - que sufrieron represión durante el régimen de Franco”.
Tampoco se libraron en Ciudad Real, castigados en este caso por el bando republicano. El Archivo Histórico Provincial conserva una relación de personas, hechos juzgados y penas, para quienes fueron acusados de desafección a la República. “En zona republicana también hubo represión contra aquellos que se mostraron partidarios de la sublevación franquista. Hubo informes de filiación política, se crearon jurados populares y se celebraron juicios sumarios contra estas personas”, explica Ángeles García.
Si nos adentramos en los archivos de Guadalajara encontraremos “mucha documentación relativa a los niños evacuados durante la guerra. Por ejemplo, cartas de madres que querían saber el paradero de sus hijos dirigidas al hogar de acogida en Catalunya”.
Cuando Albacete fue bombardeada durante más de seis horas por la fuerza aérea de Hitler, la Legión Cóndor en 1937, hubo mucha gente que destinó dinero a la construcción de refugios antiaéreos. Hoy se conservan los detalles de esas donaciones y también los planos con los planos en los que situaban los refugios en Guadalajara, otra de las ciudades castigadas por las bombas desde el aire.
Al terminar la guerra para recaudar fondos destinados al auxilio social y paliar el hambre se creó ‘el Día del Plato Único’ y también ‘el Día sin Postre’. Quienes podían se privaban de una comida completa para ayudar a quienes pasaban hambre. Así lo recoge un documento procedente de la pedanía de Villacorza que hoy se guarda en Sigüenza (Guadalajara) con la relación de personas que ayudaron.
La visita de Himmler a Toledo
En octubre de 1940, el comandante de las SS hitlerianas, Heinrich Himmler, visitó Toledo. El archivo provincial conserva instantáneas en las que se le puede ver en una especie de desfile celebrado en la plaza del Ayuntamiento.
El Fondo Rodríguez al que pertenece la instantánea es uno de los más interesantes para conocer lo que ocurrió. Desde la declaración del estado de guerra en el patio Alcázar el 18 de julio de 1936, hasta las ruinas del edificio entre las que llegaron a celebrarse ceremonias castrenses.
En otro documento, un bando del alcalde en 1939 invita a los toledanos a adornar los balcones y salir a las calles para dar la bienvenida al ministro de Asuntos Exteriores de Mussolini, Galeazzo Ciano, yerno del dictador italiano.
En Toledo también se custodian expedientes de presos de la prisión de Ocaña, represaliados republicanos, que fueron condenados a trabajos forzados, entre otros la construcción de la Academia de Infantería de Toledo.
“Hay una fotografía que va a sorprender en la que se ve a estos presos haciéndolo piedra a piedra, cargándolas con sus propias manos y al fondo una imagen de Toledo. Es muy poco conocida esta imagen”.
En esta exposición virtual podrán examinarse también documentos como el parte de campaña de un navío que conserva el Archivo General de la Marina ‘Álvaro de Bazán’ con sede en Viso del Marqués (Ciudad Real). Corresponde a los últimos días de la guerra y detalla la rendición y entrega de 20.000 soldados republicanos que habían quedado atrapados en el puerto de Alicante, utilizado como punto de huida en al finalizar la contienda.
Entre las “curiosidades” que destaca Mª Ángeles García está el documento cedido por el Archivo Municipal de Consuegra (Toledo) con el programa de fiestas de septiembre de 1939 y que se dedicaron a los vencedores o una anotación del Banco de España que guarda el Archivo Municipal de Villamalea (Albacete) sobre “aquellos que entregaron al ayuntamiento dinero republicano que ya no servía para su canje por moneda nacional”.
Pero las historias que se esconden en los archivos son muchas más. Hay cientos y cientos de documentos en los que bucear. La exposición virtual es tan solo una pequeña muestra. “Nos enseñan cómo se vivió la guerra y arrojan mucha luz tanto a investigadores como a otras personas. Muchos llegan buscando información o el paradero de sus seres queridos”.