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La Junta acusa al Ayuntamiento de Guadalajara del retraso en el campus universitario por exigir un aval a las obras

Complejo Las Cristinas, en Guadalajara

Raquel Gamo

El proyecto de ampliación del Campus Universitario en la capital alcarreña parece la historia de nunca acabar. Las obras debían arrancar a lo largo de 2017, según el anteproyecto firmado entre el Ministerio de Defensa, la Junta, el Ayuntamiento de Guadalajara y la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) en diciembre de 2016. Sin embargo, el proyecto continúa,  diez meses después, en el mismo punto de partida. Así lo reconoció el rector de la UAH, Fernando Galván, en declaraciones a Onda Cero, durante el acto de apertura del presente curso académico. “Lamentablemente, no hay ningún paso adelante respecto al campus de Guadalajara”, sostuvo. Y añadió que la situación de estancamiento a “un bloqueo institucional” por parte de todas las instituciones.

El consejero de Educación, Ángel Felpeto, presente en el mismo acto, aseguró que “a lo largo de octubre” se avanzará con la firma del contrato-programa en el que estará comprendida la construcción del campus, sus plazos y financiación. La Junta de Castilla-La Mancha no ha aclarado aún la fecha de inicio de las obras, ni el presupuesto que el Gobierno regional calcula invertir en esta infraestructura durante este año y hasta 2020, curso en el que la nueva sede universitaria debería entrar en funcionamiento.

La información sobre el campus se ha restringido al máximo desde que se conocieran las declaraciones críticas del rector este mes. Tanto desde el Ayuntamiento de Guadalajara como desde la Universidad de Alcalá de Henares han declinado hacer declaraciones a este medio.

Durante la inauguración del curso en la Escuela de Arte de Guadalajara a comienzos de esta semana, renombrada como Elena de la Cruz -en recuerdo de la política alcarreña, fallecida el pasado abril- el presidente regional, Emiliano García-Page, anunció que “espera que en octubre quede cerrado el tema del Campus”, al tiempo que reconoció que “se está retrasando infinitamente más de lo que quisiéramos”.

El director General de Universidades de Castilla-La Mancha, Ricardo Cuevas, confirma a eldiarioclm.es el apoyo del Gobierno regional al futuro campus: “Desde la Junta existe una voluntad inequívoca de avanzar con este proyecto que es una demanda histórica de Guadalajara. Confío en que en octubre se desbloquee esta situación”.

Una década de discrepancias

La construcción del campus, que se integra dentro de la Universidad de Alcalá de Henares en el complejo educativo de las antiguas Cristinas, ubicado cerca del casco histórico de Guadalajara, es uno de las grandes inversiones que el Gobierno regional se comprometió a desarrollar en Guadalajara durante esta legislatura.

Se trata de un proyecto que acumula años de retraso y desacuerdos políticos entre la Junta de Comunidades y el Ayuntamiento de la capital alcarreña desde que en 2006 fuera presentado  por vez primera por el Gobierno de José María Barreda. Entonces el proyecto era completamente diferente al actual. El campus estaba previsto que se ubicara a las afueras de la ciudad, en el Polígono del Ruiseñor, y hubiera quedado adosado al desarrollo de un ambicioso Parque Científico y Tecnológico.

En 2008, el presidente regional, el alcalde de Guadalajara y el rector de la universidad alcalaína sellaron un primer acuerdo, en un momento en que las diferencias entre las administraciones por la ubicación de la infraestructura en el polígono del Ruiseñor o en el centro de la localidad eran ostensibles. Finalmente, se llegó a una solución intermedia. El campus se ubicaría en la citada área industrial, pero otros servicios como la residencia universitaria o los estudios de posgrado se trasladarían al núcleo de la capital. Después, la llegada de la crisis provocó un nuevo estancamiento del proyecto.

Durante la legislatura de Cospedal, entre 2011 y 2015, el proyecto se paralizó indefinidamente como consecuencia de la política de recortes y de ajuste del déficit. En marzo de 2015, Defensa, la Junta, la Universidad de Alcalá y el Ayuntamiento rubricaron un protocolo que habría de convertirse en el futuro convenio, donde se establecían las obligaciones de cada administración. De acuerdo con este documento, el Ayuntamiento de Guadalajara cedía al Ministerio de Defensa varios terrenos urbanizables de la ciudad por un valor superior a los siete millones de euros. La Junta se comprometió a invertir tres millones de euros en 2016 con el objetivo de adquirir los solares y la Escuela de las Cristinas, futura sede del Campus Universitario.

En diciembre de ese año, la UAH presentó un anteproyecto de reconversión del complejo de Las Cristinas en un centro universitario que recibió la aprobación unánime del Ministerio de Defensa, del Gobierno de Castilla-La Mancha, del Ayuntamiento. Todas las instituciones implicadas trazaron  entonces una hoja de ruta que incluía la firma del convenio entre las cuatro partes, la cesión gratuita de las parcelas y la redacción del proyecto definitivo.

Una vez salvados estos trámites administrativos, el siguiente paso era materializar el contrato entre el Gobierno regional y la Universidad de Alcalá, requisito imprescindible para licitar el proyecto y poder comenzar las obras en 2017. Sin embargo, casi un año después de ese pacto, poco se ha avanzado. En este sentido, García-Page expresó la voluntad de retomar este proyecto en octubre.

Proyecto de cuatro años

El convenio entre la Administración regional y la UAH concreta el calendario general de licitación y ejecución del proyecto, que se desarrollará en un periodo de cuatro años. En un documento anexo se recogerá también el compromiso económico del Gobierno regional que “garantiza la financiación de la obra durante cuatro anualidades”, puntualiza Ricardo Cuevas.

Según el responsable regional de Universidades, el retraso en el desarrollo de esta infraestructura “no se debe a un tema político, sino a una cuestión técnica”. A su juicio, “el Ayuntamiento de Guadalajara exigía a la Junta que figurara en el convenio un aval o retención de crédito por el importe total de la obra, algo que no era viable. Con el acuerdo económico que vamos a presentar este problema quedará solucionado”.

Por su parte, el alcalde de Guadalajara, Antonio Román (PP) apuntaba recientemente en declaraciones a Ser Guadalajara a esa misma “discrepancia técnico-legal” como la razón principal por la que el proyecto no avanza, aunque señalaba al Gobierno regional. “La Junta de Comunidades no ha incluido una cláusula económica en el presupuesto por la que se compromete y garantiza la inversión en el proyecto del campus de Guadalajara”, afirmó el primer edil.

Calendario en el aire

El anteproyecto del nuevo recinto educativo, diseñado por la UAH, se basa  en la reestructuración y adaptación del antiguo colegio de Las Cristinas para dotarlo de un uso universitario que cubra la necesidad de espacio de la Universidad de Alcalá en Guadalajara. Con una inversión plurianual del Gobierno de Castilla-La Mancha cercana a los 50 millones de euros, la infraestructura se ejecutaría en un periodo de cuatro años, entre 2017 y 2020.

De este modo, las  obras debían comenzar en 2017, una fase para la que el ejecutivo de García-Page había aprobado un partida de 3,73 millones de euros, incluidos en el Plan Director del Campus. En 2018 y 2019 proseguirían los trabajos con 16,8 millones y 23,9 millones de presupuesto respectivamente. Para 2020, la intervención concluiría con el equipamiento interior y el traslado a las nuevas instalaciones, trabajos para los que se destinó 5,5, millones de euros.

Un calendario que desde la Consejería de Educación no han podido asegurar a eldiarioclm.es que pueda cumplirse, tal como estaba previsto. Lo único cierto es que a falta de tres meses para que finalice el año aún no se ha firmado el convenio entre la Junta y la Universidad con el que se desbloquearía la situación. En este contexto, el clima de parálisis institucional que se ha vivido en Castilla-La Mancha durante varios meses por la falta de un  acuerdo sobre presupuestos  entre el ejecutivo de García-Page y Podemos ha supuesto también que algunos proyectos de envergadura en la región castellano-manchega, como es el caso del campus de Guadalajara, se hayan aplazado en el tiempo. 

El futuro campus universitario se trata de un espacio funcional, multidisciplinar y unitario que integra los servicios del profesorado y de la administración en una superficie de unos 39.000 metros cuadrados, 8.000 metros más de los que existen ahora. Entre las instalaciones más destacadas se incluyen la construcción de 115 aulas que se distribuirán entre el colegio de Las Cristinas, la facultad de Magisterio, el actual pabellón modular y el aulario; 33 laboratorios docentes, 5 laboratorios de investigación, 126 despachos y 17 salas de grupo. Además se edificará una residencia universitaria formada por 108 habitaciones, 6 salas y 325 plazas de aparcamiento.

Otra de las novedades que aporta el proyecto es la incorporación de dos titulaciones punteras como son Ingeniería Biomédica e Ingeniería Logística, que actualmente solo se imparte en otra universidad española.

En la actualidad, la Universidad de Alcalá imparte en Guadalajara 10 titulaciones relacionadas con el campo sanitario, técnico, Ciencias Sociales y Humanidades  y cuenta con una población de 3.200 estudiantes, en torno al 20 por ciento de los alumnos de grado de la Universidad de Alcalá de Henares.

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