Un Libro Blanco de acciones trasversales precederá a la Estrategia Regional de la Bicicleta
- El objetivo del Gobierno castellano-manchego es fomentar la movilidad ciclista dentro de la lucha contra el cambio climático
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto en común los objetivos de varias consejerías implicadas para elaborar el Libro Blanco previo a la Estrategia Regional de la Bicicleta, tal y como ha señalado el director general de Planificación Territorial y Sostenibilidad, Javier Barrado. El resto de integrantes de la Mesa de Trabajo interadministrativa han sido la Consejería de Economía, Empresas y Empleo, la Dirección General de Relaciones Institucionales y Asuntos Europeos, la Viceconsejería de Medio Ambiente y las direcciones generales de la Consejería de Fomento.
El objetivo ha sido “poner sobre la mesa todas aquellas acciones que desde las distintas áreas técnicas se puedan estar llevando a cabo, directa o indirectamente, de cara a fomentar el uso de la bicicleta, así como identificar las potenciales líneas de acción a poner en marcha”, de manera coordinada y bien planificada, ha añadido Barrado. Todo ello quedará recogido en el Libro Blanco y en la posterior Estrategia Regional.
El Libro Blanco es un itinerario para la política de movilidad ciclista que pretende seguir la región en los próximos años, que la Dirección General de Planificación Territorial y Sostenibilidad de la Consejería de Fomento ha puesto en marcha teniendo en cuenta que la bicicleta está siendo incorporada en los últimos años a las agendas sociales y políticas como medio de transporte urbano y periurbano, de la mano de conceptos como la movilidad sostenible y, también, de la necesidad de actuar para mejorar la calidad ambiental de los núcleos urbanos. Del mismo modo, entra en las finalidades la de promover estilos de vida saludables y frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, en la línea de mitigación del cambio climático.
Como consecuencia de esa incorporación, las administraciones públicas están llevando a cabo esfuerzos de reflexión, planificación e inversión en toda una amplia gama de medidas que favorecen la movilidad de la bicicleta en las áreas urbanas y periurbanas en los desplazamientos cotidianos, más allá de la práctica deportiva y de ocio a la que se suele asociar el uso de este medio de transporte.
El próximo 13 de diciembre, ha avanzado Barrado, se realizará la primera mesa de trabajo con los agentes sociales. En ella se hará partícipe del proceso a las distintas partes de la región implicadas en la bicicleta, como el sector empresarial, los colegios profesionales (arquitectos o ingenieros de caminos), Universidad, sindicatos, asociaciones vecinales o colectivos deportivos.
En el año 2015, los ministerios de Transporte de los países miembro de la Unión Europea adoptaron la declaración de la bicicleta como Modo de Transporte Amigable Climáticamente, haciendo un llamamiento a la Comisión Europea, a los Estados miembro y a los Gobiernos regionales y locales a realizar una serie de acciones en coherencia con las cualidades de la bicicleta para las políticas de sostenibilidad y cambio climático. En este sentido, la Comisión Europea está reforzando la importancia de la movilidad ciclista en distintos programas europeos, como 'CIVITAS', que vela por la implementación de modalidades de transporte más sostenibles. Del mismo modo, la bicicleta cobra cada vez mayor protagonismo en las estadísticas oficiales, en las políticas de seguridad vial y salud o los programas europeos, y así se ve reflejado a través de la aportación de fondos europeos para la ejecución de infraestructuras ciclistas.
Contexto en España y en otras comunidades autónomas
En España, destaca el proceso de elaboración del Plan Estratégico Estatal de la Bicicleta, promovido por la Dirección General de Tráfico, que según el cronograma previsto se aprobará por el Consejo de Ministros en la primavera de 2019. En paralelo, y hasta que se defina este plan nacional, algunas comunidades autónomas y diputaciones han adoptado políticas públicas de la bicicleta, como el Plan Territorial de Vías Ciclistas y Estrategia de la Bicicleta de la provincia de Guipúzcoa, el Plan Estratégico de la Bicicleta 2008-2012 de Cataluña o el Plan Andaluz de la Bicicleta 2014-2020.
El Gobierno de Castilla-La Mancha tiene la intención de incorporarse también a este panorama nacional e internacional de impulso de la movilidad ciclista, “una apuesta coherente y que se inserta, necesariamente, en el marco de lucha contra el cambio climático, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y, en general, con las políticas de sostenibilidad urbana como la Agenda Urbana Europea”, ha reconocido Barrado.
La importancia de una política pública destinada a mejorar las condiciones para el uso de la bicicleta se deriva de las múltiples ventajas sociales, ambientales y económicas que aporta este medio de transporte, como mejora la calidad del aire en los núcleos urbanos, pacificación general del tráfico en las urbes y, por tanto, aporta mayor seguridad vial, estilo de vida más saludable de la ciudadanía o posibilita la aparición de pequeñas empresas relacionadas con la bicicleta.
“Numerosos estudios han demostrado que, en la ciudad, para distancias inferiores a 10 kilómetros, moverse en bicicleta es más eficaz y rápido que hacerlo en coche”, ha explicado el director general, al tiempo que ha manifestado que “montar en bicicleta de forma habitual reduce hasta en un 18% las probabilidades de sufrir patologías del corazón”. Los expertos también han apuntado que las personas que se mueven a pie o en bici por los núcleos urbanos gastan un 40% más de media en el comercio local que las personas que se mueven en coche, reactivando de este modo y manteniendo el pulso del dinamismo económico interno de las ciudades.
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