La 1º Marcha ciclista contra la exclusión quiere dar visibilidad a la pobreza en Albacete
Con motivo de la celebración, el próximo viernes 17, del Día Internacional Contra la Pobreza y la Exclusión Social, la Fundación Atenea ha programado para el próximo domingo, 19 de octubre, la 1ª Marcha ciclista contra la pobreza y la exclusión. El objetivo es mandar un mensaje a la ciudadanía para mostrar que cerca de nuestro entorno, sin necesidad de mirar a los países en vías de desarrollo, hay gente que pasa hambre, que no tiene los ingresos mínimos para cubrir sus necesidades más básicas. Será una vuelta ciclista por las calles del centro de la ciudad de Albacete que partirá desde el Paseo de la Feria.
Tal y como informan desde la Fundación Atenea en Albacete no es necesario una inscripción previa, ni donativo alguno, lo único que piden es que todo el que participe lleve puesta una prenda azul para dar mayor visibilidad a la marcha ciclista. La marcha arrancará el domingo a las 10:30 horas y, aunque la organización la dirige la Fundación Atenea, han colaborado con ellos otros colectivos como Curba, Cruz Roja, Maralba y el propio Ayuntamiento.
Codo con codo con los que más lo necesitan
La Fundación Atenea trabaja en Albacete con drogodependientes, especialmente, en los barrios de La Estrella y La Milagrosa donde se concentra los mayores niveles de pobreza y exclusión de la ciudad. A día de hoy atienden a unas 500 personas a través de diferentes programas y trabajan, además, con los centros escolares de dichas barriadas.
La crisis ha cambiado los esquemas de la ciudadanía y, por consiguiente, de las organizaciones que trabajan para ayudar a los que más lo necesitan. Las tendencias cambian, asegura Javier Romero, director territorial de la Fundación en Castilla-La Mancha, que relata: “ en los últimos años hay una pérdida de ingresos de la gente en exclusión social”. Se refiere a que el tejido de empleo carente de formación y muy dependiente de las estructuras de apoyo protegido, como los planes de empleo, es ahora trabajo que se destina también a personas “más normalizadas”, es decir, a ese sector de la población que ha llegado a la pobreza por la crisis y que antes pertenecía a la clase media.
Esto, por tanto, lleva a que los pobres sean cada vez más pobres “porque todos hemos empobrecido”. Javier Romero está todos los días a pie de campo, trabajando y atendiendo a las personas que acuden a la Fundación. Desde su experiencia habla del cambio de tendencia y de la mejora económica que vaticinan algunos políticos: “ sólo vemos desesperación de familias sin ningún ingreso”.
