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PODCAST | David Moriente: Con un botijo en la Luna

Cartel el Astronauta

Radio Diferencia

José An. Montero y Silvia Trujillo —

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Los seres humanos siempre han dibujado los mapas vistos desde el cielo, quizá porque, como escribió Henry Miller, si dejan de creer que un día serán dioses, entonces con toda seguridad no pasarán de ser gusanos. David Moriente, doctor en Historia y Teoría del Arte, cartografía en su libro España, ¿me reciben? (UCLM-UC, 2019) cómo ha incidido en la cultura de masas española los viajes espaciales, ese mirar la Tierra desde el Cielo que tanto ha anhelado la especie humana desde los tiempos más remotos. 

Ciencia y letras que, por una vez, caminan juntas para comprender una relación que arranca, por poner un punto de inicio a la altura, con el Sputnik dando realizando la primera órbita con éxito hasta la caída del muro de Berlín, que fue la meta imprevista donde terminó la Carrera Espacial. También hay “parón tras el accidente del transbordador espacial que supuso una reflexión tanto por el accidente como por el uso de un sistema de lanzamiento que no era rentable”, explica David Moriente. “El programa del ”Escape Shadow“ era enormemente caro, fue un proyecto propagandístico que venía desde los años 80, sobre todo a raíz del famoso sistema de defensa estratégica, llamado ”Guerra de las Galaxias“ durante la Administración Reagan”.

Imaginarios colectivos de una generación de niñas y niños que corrían al kiosko a comprar todos los meses a comprar revistas científicas, veían Cosmos de Carl Sagan y soñaban con que un día serían astronautas. España, ese país, que como dijo Julio Camba dijo a Einstein durante su visita, no ha sido nunca euclidiano, más que oficialmente, y que habita en un espacio indefinido que nada tiene que ver con las geometrías del mundo, también miraba al cielo. 

Como cualquier niño de finales de los años 60 y principios de los 70, David Moriente quería ser astronauta. Y de esos sueños viene esta pasión por la investigación de la aeronáutica, que cruza sus caminos con su labor docente e investigadora como teórico del arte. Personajes como el teniente coronel Herrera, padre del traje espacial, reivindicados en parte por series como el Ministerio del Tiempo, son los protagonistas de la “edad de plata” de la ciencia en España, que trataron de convencer a este país de que también podíamos inventar nosotros. Una conversación que gira inevitablemente hacia el cine y el cómic, dos grandes fuentes de sueños colectivos. Ingenieros reales o imaginarios van cruzándose en la conversación con David Moriente, en la que va emergiendo la figura icónica y eterna de un Toni Leblanc poniendo los pies en la Luna con un botijo en la mano. 

“Series como de Cosmos se han reactivado con cierta fortuna con el astrofísico Neil DeGrasse Tyson como protagonista. En las plataformas de visionado podemos encontrar también varias series de divulgación y especulación científica, que recuerdan vagamente a programas que se hacían a finales de los 60, como Visado al Futuro, con Luis Miravitges”, explica Moriente. “Aunque creo que en la actualidad, este tipo de programación es imposible, en primer lugar por la multipolaridad de canales. Hay que pensar que en aquella época había un canal, bueno dos canales, el normal y el UHF que se repartían la programación cultural. También porque ha cambiado ese pensamiento del optimismo científico que teníamos después del final de la Guerra Fría”. 

Los tiempos también han cambiado para la carrera espacial. Ahora es cosa de las corporaciones privadas, “sigo pendiente de los avances de compañías como SpaceX, que con sus lanzaderas están asumiendo cada vez más lanzamientos de las Agencias Espaciales nacionales, realizando lanzamientos tanto tanto para la NASA como para la Agencia Espacial Europea”. Sigue siendo una manera de viajar al espacio, aunque hayamos sustituido los sueños por las cámaras subjetivas que llevan las lanzaderas.

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