“Quemaremos escobas, no brujas”: la celebración mágica que se vive en la Sierra de Albacete
Gorros puntiagudos y medias bicolores volverán a verse por las estrechas calles de Liétor, una localidad serrana de Albacete, que acoge el IV Encuentro de Brujas y Brujos, el primero que se celebra desde que se formara la Asociación de Brujas de Liétor. Rocío Córcoles, la presidenta, es una de las nietas de las abuelas que recordaban cómo las brujas estuvieron ligadas siempre a la localidad en el imaginario popular, aunque los registros que quedan de esta leyenda son muy escasos.
La revista de Estudios Albacetenses recoge en su primer número de 1975, de la mano del profesor de Antropología Manuel Luna Sampuerio, una leyenda de brujas en la pequeña localidad albaceteña. Se contaba así que en ciertas épocas del año, las brujas de la zona se untaban el cuerpo con el tuétano de los huesos que robaban de los cementerios. Luego, exclamaban 'Guía, guía, sin Dios y sin Santa María' y salían montadas en sus escobas. “Cometiendo toda clase de desmanes”, apunta Luna. La “capitana” de las brujas de la zona era la Tía Celestina, a quien se han dedicado distintas coplas, versos y canciones.
Unión de turismo y tradiciones
Son estas leyendas las que escuchaban las abuelas y abuelos de las nietas que hoy forman la Asociación de Brujas de Liétor, que ya cuenta con 200 personas asociadas, a pesar de haberse formado sólo en febrero de este año. El Encuentro anual brujil lleva celebrándose, eso sí, ya cuatro años. “Esto es todo un reclamo turístico basado en nuestras tradiciones”, explica Córcoles, reclamo para traer a visitantes al pueblo que también está dentro de la ruta de la famosa película 'Amanece que no es poco'.
Las actividades comienzan en el mediodía del sábado 29 con un pasacalles brujil, con la participación de los niños y niñas del colegio de la localidad. “Trabajamos todos juntos en el pueblo para rescatar el patrimonio de estas leyendas, siempre recordando lo que nos decían cuando éramos pequeñas. Por todos lados te decían entonces que venías del pueblo de las brujas”, recuerda Rocío. Para evitar que esta identidad desapareciera, las nuevas 'brujas' del pueblo decidieron unirse y traerlo a nuestros días.
“Cada año nos va mejor, esto al final se hace únicamente para que el pueblo se conozca, es un reclamo turístico, pero también para que la gente que no ha vivido o conocido estas leyendas sí las pueda conocer, y no se pierdan”, explica. Al encuentro anual de brujas y brujos acuden personas de todas las edades, celebra, un “triunfo” porque se ha logrado incluir también a los más jóvenes. “Ya se nos queda corto, habrá que ampliarlo a todo el fin de semana pronto”.
Las actividades incluyen una hoguera simbólica. “Quemaremos escobas, no brujas”, recalca la presidenta de la asociación. Se trata de una quema “mágica” de las escobas, donde cada una de las personas asistentes puede llevar sus propios conjuros. “Quemamos las escobas como la tradición de quemar lo malo”. También se hace un 'brujo rodeo' con un toro mecánico, y finalmente las nuevas brujas de Liétor venderán mensajes mágicos con una causa solidaria, para la 'Sonrisa de José' una campaña que homenajea la vida de un pequeño de la localidad que murió enfermo de cáncer y cuya historia no se olvida en Liétor.
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