“Los trabajadores del hogar somos gente humilde que necesita la prestación por desempleo”
En Castilla-La Mancha se contabilizan cerca de 12.000 trabajadores del hogar, casi 2.500 sólo en la provincia de Albacete, un sector con gran peso femenino (el 90%) que reivindica este 30 de marzo igualar sus derechos con los del resto de trabajadores del régimen general. La mayor de las desigualdades que se encuentran los empleados del hogar en España es que, aunque cotizan a la Seguridad Social, no tienen derecho a prestación por desempleo cuando pierden el trabajo.
Esta es la queja de José Luís, un boliviano afincado en Albacete que a sus 33 años lleva casi 10 trabajando como empleado del hogar en España. Aunque a día de hoy tiene trabajo y con perspectiva de mantenerlo se lamenta de la discriminación que sufre con respecto de cualquier otro trabajador. “Estamos lejos de tener unas condiciones similares a las del resto”. Y es verdad, hasta hace poco cotizaban en un régimen especial que pasó al general sin equipararlos al resto. Sus salarios son bajos, lo que no les deja mucho margen de maniobra, especialmente si se quedan sin trabajo. “Los empleados del hogar somos muy humildes y deberíamos tener respaldo y prestación por desempleo” se lamenta.
Es lo que le sucede a Maria Llanos, una albaceteña de 60 años que se ha dedicado los últimos siete al sector. “Siempre, siempre he estado dada de alta”, explica. Ahora que no tiene trabajo, ni edad para jubilarse, tampoco tiene derecho a prestación por desempleo lo que agrava una situación económica en su propia casa, ya de por sí delicada. “Mi marido ahora mismo cobra el subsidio de 400 euros”, añade. La suya es una reivindicación por necesidad “porque la prestación por desempleo me hace falta y tengo derecho a ella después de años de cotización. No entiendo por qué no me la dan”. Ésta es una de las reivindicaciones que colectivos como Cáritas Albacete, o Cruz Roja, junto al sindicato USO han sacado a la calle y a la que se suma la denuncia de que 1 de cada 3 de estos trabajadores no tiene contrato. En cifras se traduce en unos 800 trabajadores del hogar en la provincia de Albacete los que no están dados de alta en la Seguridad Social.
¿Un trabajo de mujeres?
José Luís pertenece a ese 10% de los trabajadores del sector que marca la diferencia ya que ser hombre y trabajador del hogar es poco frecuente. Lo sabe y reivindica la igualdad entre hombres y mujeres en este respecto. “El género no es importante a la hora de hacer este trabajo, sólo importa que lo hagas bien, da igual si eres hombre o mujer”. Encontró la profesión recién llegado a España. A través de Cáritas se formó en primero auxilios, limpieza, cocina y atención a personas mayores para ser competente y hacerlo bien. Desde entonces hasta ahora han pasado 10 años y no piensa en dedicarse a otra cosa porque dice: “este trabajo me ha enseñado a ser más humano”. Eso sí, reconoce que cuando empezó “me miraban para ver si sabía hacer las cosas”.
La conciliación, una tarea difícil
“Llegaba de limpiar, cocinar, hacer la compra.. en el trabajo y tenía que hacerlo todo de nuevo en casa”. Así describe Maria Llanos su día a día como trabajadora del hogar. “Era hacer lo mismo pero unas veces para otros y otras para tu casa”. La conciliación en su caso no era tal. Sin embargo el caso de José Luis es diferente. Cuenta con unas horas libres todos los días ( ya que está ahora mismo como interno en una casa) a lo que se suma un día y medio a la semana. “Eso me permite tener tiempo para mí y la verdad es que no me quejo”. Aún así asegura que depende del empleador porque hay casos en los que la línea entre libre y tiempo de trabajo , especialmente si se está interno, se difumina en detrimento del primero.
