La disputa por dirigir el teatro Calderón de Valladolid: una sola entrevista y acusaciones de conflicto de intereses
El Ayuntamiento de Valladolid (integrado por PP y Vox) no ve ningún problema en el proceso de selección del nuevo director del Teatro Calderón, José María Esbec, pese a los recursos interpuestos por dos de los candidatos y del Grupo Socialista, que denunciaron conflicto de intereses y opacidad en el proceso. El Ayuntamiento sí reconoce “irregularidades formales” en el proceso que han podido ocasionar “una cierta incertidumbre en los participantes en cuanto a cómo ha ido desarrollándose el proceso”, aunque considera que las actuaciones se han ajustado a las bases del proceso. Contra estas resoluciones se podría aún presentar un recurso contencioso-administrativo en el plazo de dos meses, algo que no han descartado los recurrentes.
Los dos recurrentes pensaron que podrían darles la razón porque ha habido casos similares. En 2018, el Juzgado de las Palmas de Gran Canaria anuló el nombramiento del director de la Fundación Auditorio Teatro porque esa decisión no estaba “suficientemente motivada”. La jueza reclamó una valoración de las propuestas de los demás aspirantes. Varios de los profesionales que se presentaron no cuestionan la elección de José María Esbec como director del Calderón, pero sí reprochan el modo en que ha sido elegido.
La concejala de Cultura (Vox), Irene Carvajal, ha defendido que este recurso se ha resuelto “conforme al criterio de la asesoría jurídica de la Fundación Municipal de Cultura”. “Puede que jurídicamente esté todo en orden, pero no se cumplieron las normas de transparencia y la comisión no fue ética ni transparente. Solo se hizo la entrevista una persona. No sé si pensar que son tontos o que realmente ya tenían claro que era esa persona y era un trámite. Porque no cuesta nada pasar a varias personas y ver los candidatos. Claro que eso tiene un peligro, puede aparecer un candidato en esas entrevistas que presenta un proyecto que supera el del candidato previsto y alguien de la comisión puede ponerlo en duda. Para evitar ese proceso, pasa solo una persona”, protesta uno de los candidatos, que prefiere mantener el anonimato. “La verdad es que hubiese agradecido un poco más de transparencia, porque ha sido bastante opaco”, protesta otro.
Un nombramiento cuestionado
En julio, Carvajal presentaba al nuevo director del Teatro Calderón, el más importante de la ciudad: José María Esbec, que hasta entonces había trabajado como gerente del Teatro Principal de Zamora. Fue un anuncio público, ante los medios. La sorpresa que se llevaron el resto de participantes en este proceso de selección fue importante. No hubo una resolución oficial hasta después de que se anunciara al elegido, cuando se les envió un correo electrónico (sin el número de expediente ni firma electrónica) en el que se informaba de que habían sido descartados.
Preguntados por elDiario.es, los profesionales que habían participado en el proceso no tenían conocimiento de esta selección. A ellos no se les notificó el resultado del concurso hasta después de haberse anunciado a los medios de comunicación, algo que sucedió un día después de que uno de los participantes, Rafael Peña, registrara un recurso de alzada contra el proceso de selección, al que poco después se sumó otro recurso de reposición, este de Sonia Rodríguez. Ambos candidatos tienen claro que se han vulnerado sus derechos y denuncian opacidad e irregularidades en todo el proceso.
Después de haber entregado, entre otra documentación, un proyecto para el Teatro (de 12 a 55 páginas) y una memoria de actividades (5 páginas), los solicitantes de esta plaza —contrato de 4 años, prorrogable hasta otros 4 y con un sueldo que podía superar los 80.000 euros anuales— no sabían nada de ella de manera oficial sobre si había terminado el proceso de selección o no. Lo que sí supieron, una vez iniciado el proceso, fue quiénes componían la comisión técnica de valoración, en la que estaban el ya exdirector del Teatro Calderón, José María Viteri, y Eduardo Vasco, cuya última obra está programada para esta temporada en el mismo Teatro Calderón, lo que para los dos recurrentes constituye un conflicto de intereses. “He participado en procesos similares y algunos son ultratransparentes y otros no, como el de Valladolid”, protesta uno de los candidatos, que prefiere mantener el anonimato. elDiario.es ha recurrido al Comisionado de Transparencia —órgano autonómico independiente— para que se le facilite el acceso al expediente, puesto que el Ayuntamiento no ha respondido.
Relaciones profesionales previas y actuales
La Ley de Régimen Jurídico del Sector Público establece que los miembros de estos comités deben abstenerse si han tenido relaciones laborales sobre el asunto o si se han prestado servicios profesionales “de cualquier tipo” en los dos últimos años. Eduardo Vasco está programado para esta temporada en el Teatro Calderón, y Esbec, selecionado para el puesto estrenó en diciembre de 2024 una obra en Teatro Español de Madrid, con un montaje que estará en cartel hasta el 2 de febrero de 2025. Además, el Teatro Principal de Zamora, que ha dirigido José María Esbec desde mayo de 2019 hasta ahora, ha programado dos piezas de Eduardo Vasco en 2023 y 2024.
Viteri fue director del Teatro Calderón entre 2017 y 2025, lo que le debería haber impedido ocupar un puesto en la comisión de valoración de su sucesor, según entienden todos los candidatos con los que se ha puesto en contacto elDiario.es. “Esto elimina automáticamente la imparcialidad del jurado. El antiguo director quería que su visión perdurara”, apostilla uno de los candidatos. También está relacionado con su sucesor en el cargo, José María Esbec: participó en 2024 en el programa de residencias artísticas del Teatro Calderón, la pieza fue una de las 13 que seleccionó la Fundación Municipal de Cultura, cuyo gerente —recién jubilado y sustituido por el expresidente de la gestora de Vox Valladolid—, Carmelo Irigoyen, también estuvo en la comisión de evaluación. ¿El proyecto que ha ganado? El que propone “una línea continuista que asegura la pervivencia de un trabajo muy bien hecho hasta el momento”, según alguno de los candidatos, a pesar de que su proyecto, por ejemplo, terminaba a mitad de frase. La resolución del Ayuntamiento “no observa de qué manera comprometen la imparcialidad del órgano la especialización o el conocimiento del sector”.
Preguntado por este periódico, José María Viteri descarta que se haya producido cualquier tipo de conflicto de intereses y recuerda que Javier Angulo estuvo presente en todo el proceso de selección del nuevo director de la Seminci, ahora en manos de José Luis Cienfuegos. “Que no pueda aportar mi experiencia a la hora de hacer la entrevista... pues no sé”, ha expresado. También destaca el trabajo de Eduardo Vasco y limita la cuestión a que el resto de candidatos no cumplían con las bases del proceso de selección, algo que determinaron los funcionarios, según su testimonio. “Los candidatos tendrían que haber recurrido las bases o no haberse presentado”, asevera Viteri, que considera que solo uno de los candidatos cumplía con el requisito de haber estado cinco años realizando “tareas de dirección, subdirección, programación, planificación o gestión cultural en teatros o espacios escénicos con programación estable similar a la programación de temporada del Teatro Calderón”: Esbec, que había dirigido el teatro Principal de Zamora. No resulta posible comparar públicamente el resto de currículums y proyectos puesto que la convocatoria garantizaba el anonimato y el Ayuntamiento no ha facilitado ningún documento del expediente.
En su resolución, el Ayuntamiento considea que los vínculos profesionales de algunos miembros con el teatro Calderón no supone “un impedimento” para formar parte de la comisión y obvia el hecho de que Esbec haya programado obras de Vasco y viceversa. “No se observa de qué manera comprometen la imparcialidad del órgano la especialización o el conocimiento del sector”, zanja el consistorio.
Las actas y las bases
A pesar de estas relaciones, en las actas del proceso de selección no figura ninguna abstención y, de hecho, solo hubo una entrevista de selección a pesar de que dos de los ocho candidatos habían acreditado todos los méritos requeridos. En las actas no figura ninguna explicación que justifique esta decisión y Viteri —que, preguntado por las actas, no ha sabido responder— ha asegurado que el único que cumplía los requisitos fue Esbec. “Lo del acta no lo sé. Creo que el que cumplía realmente con un teatro de similares características y de manera acreditada era Esbec”, ha señalado Viteri.
Los otros seis participantes no “acreditaban” la experiencia requerida (5) o ni los méritos ni la experiencia necesaria (1). Para acreditar sus currículums, bastaba con una declaración responsable, según las bases. A pesar de ello, los candidatos con los que ha hablado este periódico no habían recibido ninguna petición de subsanación de errores, algo que también figuraba en las bases. Además, en el expediente no consta que ningún candidato recibiera un requerimiento de subsanación. El escrito del Ayuntamiento considera que con esa expresión la comisión se refería a que no se cumplían con los méritos o experiencia “exigidos” en las bases de la convocatoria. “La comisión consideró que tanto la experiencia como el resto de los méritos estaban debidamente acreditados, en cuanto a la documentación presentada, y se pronunció exclusivamente sobre si estos méritos cumplían los requisitos establecidos en las bases”, zanja la resolución municipal.
La Comisión consideró que todos los candidatos —salvo dos— incumplían el requisito de la experiencia. “Cuando se analizaron curriculum, memoria y proyectos de esas dos personas, se decidió seleccionar únicamente a unos de ellos para la siguiente fase”, apostilla la resolución, que no justifica por qué nadie más pasó a la fase de entrevista.
Otros profesionales centran sus críticas también en las propias bases del concurso: “El Calderón no es solo un teatro de Arte Dramático, pero las bases hacían hincapié expresamente en que se tendría en cuenta que el candidato hubiera realizado obras teatrales y tuviera formación especializada en producción gestión y administración de obras teatrales, lo cual indica claramente que el objetivo es continuar con la trayectoria programática del predecesor y cierra puertas a muchos candidatos que no hayan centrado su gestión cultural en las obra teatrales”, protestan.
“Normalmente estos procesos empiezan dos o tres años antes. El del Calderón ha sido un proceso muy rápido, se anunció en mayo y se dio un plazo de entrega de candidatura de sólo 30 días naturales. El candidato elegido comenzaría en el cargo en julio, lo que reduce enormemente el plazo del proceso y deja a penas tiempo a los candidatos para hacer una propuesta en condiciones. En la Ópera de Berlín se ha decidido quién va a ser el nuevo director hace tres años, por ejemplo. No se puede elegir un puesto de estas características en dos meses”.
Opacidad en el proceso
Ante las protestas de la concejala de Cultura, Peña reitera que reclaman la anulacion del procedimiento, no las bases del proceso de selección, porque considera que ha habido irregularidades. A Sonia Rodríguez le llamaron una semana antes de la fecha en que se realizó la entrevista a Esbec. “Me llamaron para confirmar mis datos personales y me dijeron que me llamarían el lunes, pero esa llamada luego no se produjo”, explica a elDiario.es.
Además, la oposición afea que ha habido cierta opacidad en todo el proceso. El órgano que debía deliberar era el Consejo Rector de la Fundación Municipal de Cultura —integrado por varios concejales de todos los grupos políticos y dos portavoces de asociaciones de vecinos— en base a la relación de aspirantes seleccionados por la Comisión Técnica en la que participaba el exdirector del Teatro Calderón. Sin embargo, el único proyecto que pasó el primer filtro fue el de Ebec, y en ese momento los concejales que participaban en el Consejo Rector no pudieron leer ninguna de las otras propuestas.
El Ayuntamiento también ha desestimado el recurso del Grupo Socialista y ha aludido al propio reglamento de la Fundación Municipal de Cultura para justificarse. De momento el Grupo Socialista ha descartado acudir a la Justicia para recurrir esta resolución. “El Consejo Rector cumplió su cometido y su función como órgano de apoyo que, en este ámbito, no tenía que adoptar ninguna decisión. El proceso de selección debe girar en torno a las notas de imparcialidad y objetividad de los órganos de selección. Por ello, su composición debe quedar por completo al margen de toda influencia o interferencia partidaria, gremial o corporativa”, zanja el consistorio, que considera que se respetaron los derechos de participación política de la oposición porque “pudieron manifestar lo que consideraron sobre la propuesta realizada y para que el órgano llamado a resolver, la Presidencia, conocido su criterio, adoptara la decisión”.
Otros procesos no son como el del teatro Calderón de Valladolid: “Primero había una lista de admitidos, que fueron entrevistados por el tribunal y es cuando se vieron los proyectos. Después salió otra lista con las entrevistas y, una vez entrevistados, el nombramiento definitivo. Esto no ha pasado en Valladolid”, reprocha uno de los candidatos.
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