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Barcelona permitirá usar terrazas de bares en carriles de coche durante el desconfinamiento

Terrazas de la calle Blai, en Barcelona / Enric Català

Pau Rodríguez

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El Ayuntamiento de Barcelona permitirá a los bares y restaurantes ampliar sus terrazas para que puedan conservar el mismo número de mesas pero con más distancia entre ellas. El consistorio ha asegurado que este crecimiento no irá en detrimento del espacio que usan los peatones, sino del de los coches, ya sea carriles de estacionamiento o de circulación.

A falta de la letra pequeña de un decreto que se votará en el pleno municipal, el gobierno municipal que lidera Ada Colau se ha comprometido a que alrededor del 70% de las 5.500 terrazas que hay en la ciudad, y que corresponden a las que tienen cuatro mesas o menos, puedan aumentar su perímetro.

Reducción de impuestos del 75%

La medida irá acompañada de una reducción del 75% de la tasa municipal hasta final de año. Aunque al inicio de la epidemia la alcaldesa aseguró que no iban a bajar impuestos, al final ha cedido a la demanda tanto de la patronal del sector como de buena parte de la oposición. Su coste para las arcas municipales será de 7 millones.

Asumiendo que la calle concentrará con más intensidad que antes la vida social en las ciudades, el primer teniente de alcaldía Jaume Collboni ha defendido que el consistorio tiene que “favorecer la actividad económica en el espacio público”.

Sin quitar espacio al peatón

El Ayuntamiento se ha comprometido sin embargo a que este crecimiento de las terrazas no sea en detrimento del espacio que ocupan los peatones, y que a su vez necesitarán también más acera para andar con distancia física entre ellos. Aunque todavía no están detallados los criterios, la teniente de alcaldía Janet Sanz ha asegurado que su prioridad se recurra para la ampliación a espacios que tienen actualmente otros usos, principalmente el de los coches.

Sanz ha insistido una y otra vez durante su intervención que se actuará “prioritariamente” allí donde se pueda quitar espacio a los coches, ya sean carriles de estacionamiento o de circulación, y que el objetivo ha de ser hacer “compatible” la actividad económica con el uso peatonal. Aun así, no ha cerrado la puerta a que las terrazas puedan crecer también sobre ramblas o en plazas.

Sanz, ha defendido que esta es una más de las medidas de adaptación del espacio público para este “tiempo de excepción”, como lo son las actuaciones para quitar carriles de coches para dárselos a las bicis y los peatones, que deben poder garantizar el distanciamiento físico. De momento se han creado 21 kilómetros de carril bici y 30,5 kilómetros para peatones.

Lejos de la fase 1

Los bares y restaurantes permanecen por ahora cerrados excepto los que sirven comida y bebidas para llevar o a domicilio. A partir de la fase 1, en la que entrarán el lunes todas las regiones que cumplan los criterios sanitarios, estos locales podrán abrir sus terrazas a un 50% de su capacidad.

La incógnita es cuándo va a entrar Barcelona en esta fase 1, porque nada hace pensar que vaya a ser el lunes. La propia Generalitat asume que su alta incidencia de contagios, sumada a la elevada densidad y movilidad de su población, hacen que su avance en el proceso de desconfinamiento se vea retrasado.

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