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Marcos Arruda: “La economía se ha agigantado tanto que ha sofocado el sentido original de la educación”

Marcos Arruda durante la presentación de la cuarta edición del Foro Social Catalán / cc FSCat

João França

El Diari de l'Educació —

Marcos Arruda es un economista y educador brasileño. Uno de los promotores del Foro Social Mundial que se celebró por primera vez en 2001 en Porto Alegre, Arruda estuvo en Barcelona durante el Foro Social Catalán y las Jornadas de Economía Social y Solidaria. Seguidor de los aprendizajes de Paulo Freire, el educador participó en proyectos de alfabetización y, cuando estuvo en el exilio, coincidió con Freire, con quien trabajó en las reformas educativas de Mozambique y Guinea Bissau.

El lema del foro es que otro mundo es posible. ¿Cuál es el papel de la educación en la construcción de este mundo?

La educación tiene un papel central, porque otro mundo posible será un mundo donde el centro no es el dinero, ni el capital, ni la acumulación de riquezas materiales. El centro es y será el ser humano y todos sus potenciales a desarrollar. Por eso siempre insisto en la idea de que incluso una economía solidaria no es un fin en sí, es un medio para el gran objetivo, que es el desarrollo integral del ser humano, persona y comunidad. Este es el gran objetivo y es un objetivo móvil, porque el desarrollo es lo que hacemos a lo largo de toda la vida. Lo importante, entonces, y ahí entra la educación con su papel fundamental, es ayudar a las personas desde pequeñas hasta adultas a construirse y empoderarse como sujetos de su propio desarrollo. En la economía solidaria lo llamamos autogestión del propio desarrollo, reducir al máximo la dependencia de otros y de instituciones para desarrollarse. Y siempre que digo desarrollarse lo descompongo en persona, comunidad, pueblo, humanidad y todo el planeta. Todo esto es el desarrollarse, somos individuos sociales, no podemos pensar como personas aisladas, individuos absolutos y abstractos fuera de la realidad, fuera de los contextos sociales e históricos. Somos seres-relación. Es ese ser humano el que queremos construir y estamos construyendo en la educación liberadora.

¿Considera que la educación formal educa en la economía del capital?

Educa en la economía ante todo, porque educa de una forma funcional, para la función que se desarrollará en la sociedad. El jueves en un debate sobre la universidad, comentábamos que se ha perdido el abordaje del origen de las universidades, el de formación universal del ser humano, que es una dimensión a la vez humanística y biocéntrica, porque hay que ir más allá del ser humano y ver la vida, donde el ser humano es un detalle. La universidad ha perdido estas dimensiones para reducirse a las carreras, a las funciones y la división del trabajo en la sociedad. Y peor aún, forma para competir, porque cada uno entra en un espacio competitivo de ser el mejor y liquidar a los que son menos buenos según los criterios de la sociedad dominante, del mercado. Es un universo de la escasez y de la competición, en el que el otro sólo cuenta como adversario o enemigo que tienes que vencer o subyugar o eliminar. En vez de eso debemos potenciar una educación para la cooperación, para la solidaridad, para el apoyo mutuo, en la que descubrimos que por el hecho de ser seres interrelacionados, somos de forma insoslayable, seres-relación tanto entre los humanos como con toda la naturaleza y el cosmos. La única manera inteligente de relacionarnos entre nosotros y con la naturaleza es cooperando.

Las investigaciones científicas muestran que hemos evolucionado a partir de elementos cooperativos, que se juntan, que se agregan, que colaboran, que se componen en unas totalidades más complejas, que dependen de la armonía de lo diverso y no de la competición de cada elemento contra el otro por ser el mejor. Estos son los fundamentos de otra educación, una educación para la cooperación, la solidaridad y la autoevolución, que yo llamo autodesarrollo, porque es consciente. La evolución es el movimiento de la vida, y nosotros ya recibimos de la naturaleza este mandato de ser los líderes de nuestra propia evolución. Estamos siendo malos líderes, y la educación liberadora viene para volvernos buenos líderes de la evolución de la vida, porque nuestra actuación en el planeta influye en el resto de la vida del planeta y lo que estamos haciendo es cada vez más invisibilizar la propia vida en el planeta.

Desde un punto de vista más práctico, tenemos unas escuelas, unas universidades, todo un sistema educativo. ¿Es posible transformar esto o la propuesta es construir un sistema educativo en paralelo?

Trabajo mucho con José Pacheco, un profesor portugués que creó una escuela en el norte de Portugal, cerca de Oporto, que se llama Escola da Ponte. Era una escuela municipal y desde que se hizo director fue transformando la escuela poco a poco. La primera cosa que firmó como director fue una especie de decreto que decía “Firmo este decreto con el objetivo de decir que desde ahora la escuela ya no tiene director. Firmado, el director José Pacheco”. Se suicidó como director y creó toda una dinámica de gestión colectiva, incluyendo a los alumnos, a los profesores y a los trabajadores en un esfuerzo colectivo de repensar la escuela. Hoy esta escuela tiene más de 30 años y ha podido hacer frente a todos los choques con el sistema escolar dominante, siendo una escuela municipal, obligada a seguir los esquemas del ministerio de educación. Ahora este hombre se ha jubilado y se ha ido a Brasil. Está viviendo en el interior de São Paulo con un proyecto social de un empresario consciente, principalmente para niños con problemas. Fue invitado por la mujer de este empresario, ahora viuda, a esta escuela, una escuela innovadora. Él, sin embargo, con esta visión liberadora sabe que no existe trasplante de una escuela a otra, de un modelo a otro. Se debe recrear en la realidad de las personas, y del país y del municipio donde se encuentra. Así que están recreando una escuela antigua y atrayendo gente de muchos lugares. Pero al mismo tiempo José Pacheco viaja por Brasil y es uno de los inspiradores de los Românticos Conspiradores, una red de personas que militan por la transformación de la educación. Tiene una propuesta muy radical, que dice que la escuela que nosotros conocemos debe implosionar. Es una propuesta realmente revolucionaria de cambio de paradigma y no puede esperar. No podemos intentar evolucionar a otro modelo, porque corremos el riesgo de que el mundo se acabe antes de llegar a él. Debemos hacer un cambio ahora.

¿Qué tipo de cambios implica?

Principalmente dejar de tomar como referencia la transmisión del saber acumulado. En la educación liberadora hablamos de tres tareas educativas. La primera, transmitir al estudiante el conocimiento acumulado por la humanidad a lo largo de su historia, con toda la selección que hay que hacer porque nadie puede ni transmitir ni recibir todo este conocimiento. Esta es la tarea que la escuela actual está reducida a hacer. La segunda tarea es capacitar a los y las estudiantes para volverse críticos con este conocimiento, ponerlo en cuestión, plantear dudas, poner este conocimiento acumulado a una prueba de realidad, que es mi vida, mi conocimiento, que es único, porque mi experiencia de vida es única. Se trata de desarrollar una conciencia crítica y de plantear preguntas sobre el conocimiento acumulado y sobre la realidad. Y la tercera tarea es desarrollar sus capacidades de crear nuevos conocimientos, a partir de su propia praxis, práctica repensada, reflejada, metabolizada y sistematizada por cada uno. Estas tres tareas implican una escuela que ya no tiene como principal tarea transmitir el conocimiento sino ayudar a los niños y jóvenes a aprender a ser investigadores.

¿Investigadores?

El eje central de la nueva escuela es investigar, preguntar a la realidad, pedirle respuestas y conocer, convivir, compartir. Con la percepción de la ciencia física y exacta que no existe nunca una observación que no sea una intervención. Debes ponerte como sujeto de una relación de diálogo con el objeto de investigación, que ya no es más de “he venido a observar, tomo notas, me voy y ya lo conozco”. Esto no existe. Conozco conviviendo, dialogando, interactuando. Con la revolución que ha hecho en esa escuela, ya no hay paredes ni aulas, sino salas de investigación. Los niños ya no tienen profesores, tienen guías que les ayudan a hacer investigación, y tienes los ordenadores y la sociedad ahí fuera. Hay tanto investigación en internet, como en los libros, como en el barrio, en la ciudad, en la Vila das Aves, que es donde se encuentra la escuela. En Brasil está consiguiendo también hacer una serie de contactos con municipios y, aunque no todos prosperan, algunos tienen escuelas totalmente transformadas por la influencia del José Pacheco. Así que realmente creo que es posible crear una nueva escuela sobre los escombros y las cenizas de la vieja escuela. Pero realmente hace falta un cambio radical, profundo, de paradigma de la enseñanza y de la educación.

Habla de la importancia de investigar el mundo. ¿Por qué la escuela o la universidad viven de espaldas a la realidad?

La universidad es aún peor. Debería estar en la cima de la formación para la vida y le da la espalda. ¿Cuando se sube la universidad a la ola de la economía solidaria? Después de que la economía solidaria se haya convertido en un fenómeno global. ¿Por qué ha esperado todo este tiempo? Porque no hace investigación, porque no se ha dado cuenta de que esta economía tal y como existe es inviable, es insostenible, y es necesario que la universidad lidere el pensar una nueva economía para una nueva sociedad. ¿Qué nueva economía? La universidad se podría haber anticipado si hiciera investigación en esta línea de tres etapas. ¿Qué aprendo de la economía que ha existido hasta hoy? Que es inviable, insostenible y deshumanizante y que vive de crisis. Segundo, ¿cuáles son los factores que generan insostenibilidad en esta economía? ¿Por qué no sirve al ser humano sino que lo enajena en los bienes materiales y en la competición contra el otro, que debería ser un colaborador? Esto está en la cultura, y por lo tanto he de entender que para pensar otra economía he de pensar la cultura, los paradigmas, los valores, lo que condiciona mi manera de ser y de relacionarme. Con esta percepción puedo hacer la tercera pregunta como investigador: ¿Qué otra economía necesitamos que sea natural, que ayude a la humanidad a seguir evolucionando, y no se estanque ni se enajene en la tecnología y la riqueza material? No habiendo hecho estas tareas, la universidad está a remolque de la realidad, no está cumpliendo su papel.

Este modelo educativo no es reciente, tiene muchos años. ¿Por qué no llega a las instituciones educativas?

La economía se ha agigantado hasta tal punto que ha eclipsado las otras dimensiones de la existencia humana. En mercantilizar el ser humano y todo lo que tiene que ver con él, lo ha transformado todo en objeto del mercado, de compra y venta. El ser humano, la vida, los biomas y ecosistemas, se han convertido en instrumentos de acumulación de capital, que es lo contrario de lo que deberían ser. Esta hipertrofia de la economía ha sofocado el sentido original de la propia educación y ha instrumentalizado la educación para formar seres competitivos para la economía. Seres capaces de investigar para desarrollar tecnologías para la acumulación de beneficios, cuando este no era el sentido de la tecnología, pero como está mercantilizada sólo produce lo que da dinero. La educación mercantilizada produce empleados del beneficio y del capital y esto ha sofocado y desvirtuado el sentido profundo de la educación.

¿Y qué papel juega la globalización? ¿Estamos aprendiendo las mismas cosas en todo el mundo?

Cada vez más hay una uniformización de las formas de pensar y actuar de la propia cultura del capital. ¿Pero qué se está globalizando? El capital, el dinero, la capacidad de invertir se está globalizando, ya que a través de internet puedes invertir en una empresa en Rusia, China o Guatemala para hacer beneficios. Se ha globalizado el capital industrial y puedes sacar tu fábrica de un barrio de Barcelona y llevarla a la Guinea Ecuatorial, donde también hablan castellano, porque allí tienes una mano de obra 10 o 20 veces más baratas y tu beneficio se multiplicará. Entonces estás privando a los catalanes de puestos de trabajo rentables para garantizar su vida, pero eso no implica ni una mínima preocupación por el empresario. No tiene ninguna fidelidad a Catalunya o a Barcelona, sino a su beneficio. ¿Y por qué un gobierno como el de aquí no les dice que no pueden irse porque son una empresa de Barcelona? Porque el gobierno es local y la empresa, en el capitalismo, es la única que tiene el poder de ser totalmente libre. Los ciudadanos no lo son. El gobierno no lo es, porque está dentro de un sistema político que llamo corporatocracia. Es la corporación la que es prioritaria. La economía no se planifica a nivel local, municipal, estatal, quien se planifica es la empresa, con un horizonte de 10, 20, 50 años. Nosotros no tenemos ese derecho, el horizonte que prevalece en el ámbito gubernamental son 4 o 5 años de mandato de un gobierno. Está todo mal. Todo esto está mal. Entonces la economía solidaria viene y dice que para hacer una economía racional, adecuada a las necesidades de la población, se debe reconstruir de abajo a arriba. Lo que importa es la familia y la comunidad en la que vive el ser humano. Promueve, en primer lugar, la libertad de cada persona de desarrollarse lo más plenamente posible. ¿Quién ayudará a esa persona a capacitarse para ello? Una educación liberadora, centrada en el ser humano integral, y no en el ser humano mercantil.

¿Este modelo mercantilizado busca ciudadanos que aprendan cada vez menos?

El sistema quiere que las personas aprendan a pensar de forma limitada, en segmentos, y no globalmente. Es una educación exponencialmente especializante. Lo sabrás todo sobre un insecto que vive en el cedro, y serás el único, el dominador de ese conocimiento. Pero el insecto vive en el cedro, que es un universo de vida que alberga millones de seres que están vivos y que hacen vivir el cedro. Hay un tema que es la simbiosis, la relación con el contexto, pero dirá que no, que sólo sabe sobre el insecto. Es como un economista francés que debatía con nosotros en Uruguay y cuando llegamos al tema del desempleo dijo que no lo debatiría porque no era economía sino sociología y por tanto no era su área. ¿Pero qué quiere decir esto? ¿El sujeto de la economía no es de su área? ¿Para qué sirve la economía, pues? ¿Con quién puede funcionar? Pues resulta que él no tenía como discutirlo, estaba fuera de su conocimiento. Éste es el tipo de formación que la escuela actual da a las personas. En nuestro abordaje no, es universalista, universitaria, integral, buscando entender cada aspecto y dimensión del ser humano, incluida la dimensión espiritual, para que todo ser humano sea capaz de conocerse y desarrollarse plenamente en todas las dimensiones.

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