Nicola Tanno: “El reconocimiento de las víctimas de balas de goma es ahora el gran problema”
Mientras en todas las ciudades de España se vivía una noche de júbilo deportivo, aquel 10 de julio de 2010 en que la selección española ganó el mundial de fútbol Nicola Tanno perdió su ojo derecho por el impacto de una bala de goma disparada por el cuerpo de antidisturbios de los Mossos d'Esquadra, en Barcelona. A partir de hoy, día en que se hace efectiva la prohibición definitiva del uso de estos proyectiles, nadie en Catalunya volverá a sufrir una agresión como la que padeció Tanno. ¿Nadie? Habrá que ver. Cuando menos el riesgo sigue ahí, valora este joven italiano, impulsor de la campaña Stop Bales de Goma, porque la policía catalana sigue contando con escopetas de proyectiles foam, y porque según él no ha cambiado la cultura de la represión policial.
Nicola Tanno, cuyo caso ha sido reabierto recientemente después de dos archivos por parte del juez instructor, insiste en esta entrevista -al filo de la prohibición de las balas de goma- que todavía queda lucha: el principal objetivo, que se les reconozca como víctimas de agresiones de la policía. No solo a él, sinó a otros siete casos de personas que perdieron un ojo por estos impactos. Este es el balance que este polémico armamento de disuasión en Catalunya, además de una treintena de agentes imputados.
Antes que nada, el comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, pidió ayer perdón a los perjudicados por actuaciones policiales. ¿Se dio por aludido?pidió ayer perdón a los perjudicados por actuaciones policiales
No. Esta noticia no se puede comentar desde un punto de vista moral, porque no lo es, sinó desde un punto de vista político y judicial. La disculpa debe ir acompañada de una voluntad de colaborar con la justicia revelando los nombres de los responsables de nuestras agresiones. No tiene sentido pedir perdón en general, esto ya lo hizo en su día el conseller Ramon Espadaler. Que digan a quién piden perdón y por qué hechos en concreto. Sin esto la disculpa pierde todo su sentido y se convierte en una hipocresía.
Con todo, el 8 de noviembre del año pasado se aprobó en el Parlament la prohibición del uso de las balas de goma y este miércoles se hace efectivo. ¿Lo considera un logro de las movimientos y entidades sociales que lo vienen pidiendo durante años?
Es un paso adelante que sin duda llega por la presión social. Desde hace muchos años un grupo de víctimas pero también los movimientos sociales hemos luchado para conseguirlo. Se ha demostrado que teníamos razón: hace años que hablamos de los efectos de las pelotas de goma. Y los sindicatos policiales no tenían razón cuando decían que los proyectiles eran la única alternativa y que no eran letales. El problema es que ahora se seguirán utilizando armas, incluso más que antes, porque las balas de goma se han reemplazado por los proyectiles de 'foam' [Interior adquirió 110 hace unos meses], los cañones de agua y los cañones de sonido.
En el fondo de esta cuestión permanece el hecho de que la policía concibe la protesta social como un problema de orden público, y van a las manifestaciones convencidos de que son un problema y de que el manifestante es el enemigo. Esta cultura policial, acompañada de la impunidad, seguirá pese a la retirada de las pelotas. Una retirada que, por cierto, hay que recordar que no afecta al resto de España. El pasado 22 de marzo un ciudadano en Madrid perdió un testículo por el impacto de una pelota de goma.
Pero los Mossos argumentan que los nuevos proyectiles viscoelásticos o de foam son más seguros que las balas de goma, porque los primeros son de precisión y disparan al cuerpo y los segundos se disparaban al suelo y salian rebotando sin una trayectoria clara. foam
Es cierto que el disparo de una bala de goma era más aleatorio y, por lo tanto, más peligroso. Pero hay que recordar que los nuevos proyectiles también producen daños, como ya se ha publicado, y como denuncia un colectivo de víctimas francesas con el que estamos en contacto, porque en Francia usan material similar. Además, el estudio más importante publicado sobre el tema, del Parlamento Europeo en 2000, dice que la velocidad máxima de estos proyectiles debe ser 122 juls, y esto lo supera. Pero vuelvo a repetir: se trata de un tema de cultura policial. Durante la comisión parlamentaria para estudiarlo, había partidos que defendían su uso y decían: '¡Algún arma habrá que tener! ¡Algo habrá que disparar!'. Decir esto en el actual contexto de crisis es criminalizar las mobilizaciones.
La comisión parlamentaria también aprobó una serie de medidas para las víctimas: atención psicológica, indemnizaciones retroactivas... En un comunicado de Stop Bales de Goma denuncian que no tienen noticia de ello. ¿Es cierto?En un comunicado de Stop Bales de Goma
De lo que nos afecta directamente no hay noticia. Ni la atención psicológica ni la indemnización. Pero es que tampoco hay noticias de la mediación policial que se dijo que se plantearía ni se ha dado información sobre las nuevas armas, los proyectiles que se han adquirido.
¿Pero las medidas de reparación no se podrán aplicar hasta que no se os reconozca como víctimas?
El reconocimiento ahora de las víctimas es aquí el gran problema. El protocolo de trato a las víctimas de la acción policial es, en realidad, un modelo avanzado, pero por contra nunca jamás la policía ha reconocido haber cometido un acto de violencia contra un manifestante o cualquier persona. Nunca ha pasado algo semejante. Y dudo que la policía nos indemnice antes de la sentencia del juez. Para que junto con este acuerdo se nos reconociera como víctimas, los agentes deberían desmentir lo que han venido diciendo ante los jueces hasta hoy, y esto no va a ocurrir.
¿A estas alturas ya no espera que la polícia colabore en estos casos?
Lo dudo mucho. Y al final el juez puede decidir que nos disparó un agente sin haber recibido órdenes de sus superiores, con lo cual no está claro tampoco si se activaría el protocolo, porque para ello se prevé que el cuerpo de Mossos de Esquadra debe admitir haber cometido ese acto.