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La factura extra del coronavirus para la Generalitat: 65 millones para camas de hospital, licencias informáticas o servicios veterinarios

Puerta del Hospital Clínic de Barcelona, uno de los centros de referencia en la crisis de la COVID-19

Arturo Puente

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La pandemia del coronavirus ha obligado a las administraciones a servirse de la contratación extraordinaria para hacer frente a las necesidad imprevistas de la alerta sanitaria. En el caso de la Generalitat catalana, los bienes, servicios y suministros contratados a entidades externas ha generado 328 facturas con un importe acumulado de 65,6 millones de euros en total, según ha detallado el Govern mediante su portal de contratación pública y avanzó el diario Ara.

Pese a ser contratos suscritos por la emergencia de la COVID-19, no todos los contratos están directamente relacionados con servicios y productos sanitarios, sino que también aparecen otros necesarios para dar cobertura a las nuevas necesidades de la alarma. Así, mientras uno de cada tres euros se destina al Servei Català de la Salut (CatSalut), también el Centro de Telecomunicaciones (CTTI) figuran entre los grandes contratistas, con 17 millones de euros en adquisiciones.

Partidas más pequeñas han adjudicado otros organismos sanitarios, como el Institut Català de Salut (1,3 millones de euros) o la Fundació Centre de Regulació Genòmica (877.876 euros), departamentos como el de Interior (692.121 euros) y la Vicepresidència económica (484.130 euros), u organismos sectoriales, como la Autoritat de Transport Metropolità (306.000 euros). 

Según la contabilidad detallada los servicios informáticos se llevan un importante porcentaje de la factura. Por ejemplo, el contrato más caro de los suscritos es por los servicios de apoyo informático y la adquisición de licencias de Microsoft, encargado a la empresa Seidor SA por 9,1 millones. También entre los contratos caros aparece una factura de casi 3 millones de euros a la empresa tecnológica Oracle Ibérica, por servicios de mantenimiento y licencias. 

También en el capítulo de los servicios tecnológicos aparecen diversas adquisiciones de material informático y telefónico, que tienen que ver con diversas necesidades hospitalarias y también con el teletrabajo de los funcionarios. Mientras que el CTTI ha adquirido para los diferentes ámbitos sanitarios ordenadores portátiles e impresoras por casi 1,8 millones de euros, el departamento de Educació ha firmado contratos por valor de 950.000, para la compra de los equipos y programas que han repartido entre profesores y alumnos con necesidades. Estas compras, salvo excepciones, se han adjudicado a Telefónica.

Respiradores, mascarillas y camas de hospital

Entrando en el ámbito estrictamente sanitario, una de las facturas más elevadas tiene que ver con la seguridad en el ámbito alimentario, por la que la consejería de Salud que dirige Alba Vergés otorgó a Appeal Agrifood Group un contrato de 6,2 millones por el “apoyo a los servicios veterinarios” en los “mataderos y establecimientos de manipulación de caza de Catalunya”. El mismo departamento adjudicó un contrato por 3,4 millones a Linet Iberia, por el suministro de camas hospitalarias.

Otra de las compras destacadas tiene que ver con uno de los productos estrella durante la crisis: los respiradores. La Generalitat ha gastado casi 3,2 millones de euros en máquinas de respiración asistida, repartidos entre seis contratos con diferentes empresas. Menos peso tienen las recientemente famosas pruebas PCR, que en la contratación extraordinaria de la Generalitat solo ocupan dos líneas y menos de 68.000 euros en total, adjudicados en su totalidad a Biomereux España.

Otra de las cuestiones que revela la documentación publicada es que diferentes instancias de la administración publica catalana se lanzaron, al inicio de la crisis, a tratar de comprar material de protección por su cuenta. Más allá de los contratos suscritos por el departamento de Salut, consellerias como la de Presidència, Interior o Treball, pero también consorcios locales, empresas públicas y entes de diferente tipo realizaron compras de mascarillas, protecciones personales o gel desinfectante. Interior además contrató servicios de limpieza para el saneamiento de varias comisarías e instalaciones de protección civil.

Alojamiento en hoteles y becas comedor

Durante la crisis del coronavirus uno de los ámbitos más problemáticos ha sido el de las residencias de la tercera edad, hasta el punto de que en algunos centros se ha requerido la colaboración del Ejército para realizar labores de limpieza. A parte de estas intervenciones militares, los responsables de Afers Socials de la Generalitat han contratado servicios de desinfección y limpieza en hasta cinco ocasiones, que ha conllevado una factura de 545.453 euros. Además el departamento contrató a Sumar Empresa D'Accio Social SL por 702.525 euros para la gestión de una de sus residencias.

Otra de las partidas importantes es la que se han llevado diferentes instalaciones hoteleras y residenciales por el alojamiento de sanitarios y pacientes. En total se han suscrito 36 contratos, con una suma total de algo más de 1,3 millones en total, de los que 422.358 euros se han abonado para que acogieran a enfermos que no disponían de plaza hospitalaria o que debían quedar aislados pese que a tuvieran sintomatología menor. El resto se ha empleado para pagar el alojamiento de empleados sanitarios desplazados o de los que se necesitaba disponer durante largas jornadas, a los que se ofreció esta posibilidad.

Uno de los contratos llamativos para el alojamiento de sanitarios es el alquiler de un apartamento, utilizado por el director del Servei Català de la Salut por 3.900 euros, y adjudicado a la empresa de apartamentos Alcam Barcelona. Otro de los contratos importantes fue el firmado con la entidad Caixabanc para la gestión, elaboración y reparto de tarjetas monedero para repartir las becas comedor entre las familias pobres con hijos en edad escolar. El servicio costó 1,2 millones de euros, a cambio de unas 20.000 tarjetas, que pagó el departamento de Asuntos Sociales, según aparece en la documentación publicada.

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