Hasta 120 proyectos del Corredor Mediterráneo optan a financiación europea de los fondos de reconstrucción

Los 140.000 millones de euros de los fondos europeos de reconstrucción que recibirá España para hacer frente a la crisis del coronavirus pueden suponer el impulso definitivo para finalizar el Corredor Mediterráneo en el año 2030, plazo fijado por Europa y comprometido por los países por los que discurre el trazado.

Al menos, eso es lo que espera el comisionado del Gobierno para la coordinación del Corredor Mediterráneo, Josep Vicent Boira, quien destaca que “en la información facilitada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hay una referencia a los corredores europeos”, por lo que espera que “el Corredor Mediterráneo tenga una parte importante de estos fondos”, aunque ha advertido de que habrá que esperar a que se concrete el plan final de inversiones en la primavera del año que viene.

Al respecto, Boira destaca que en estos momentos España cuenta con 120 proyectos valorados en 21.000 millones de euros asociados al Corredor Mediterráneo, entre los que figuran el túnel pasante de València y la doble plataforma entre esta ciudad y Castellón: “Ambos proyectos se incluyeron por fin el pasado mes de febrero a petición del Ministerio de Fomento en el listado de actuaciones subvencionables por la Unión Europea”.

Según el comisionado, el Cuarto Plan del Corredor Mediterráneo Europeo, recientemente presentado, pone de relieve la importancia y “la necesidad de acabar con uno de los dos cuellos de botella existentes en los 3.000 kilómetros de trazado: en el caso de España, el existente entre València y Barcelona, para lo que se hace imprescindible tanto la doble plataforma entre València y Castellón como el túnel pasante”. Por tanto, a su juicio se trata de una cuestión importante porque ambas actuaciones pasan de considerarse locales a convertirse en generales para el desarrollo del Corredor.

“Este informe, además, nos pone deberes en cuanto a la adaptación del ancho de vía y en cuanto a la longitud de los trenes de mercancías, puesto que ahora mismo tan solo el 39% del trazado del Corredor es de ancho internacional y solo el 3% de los trenes de mercancías alcanzan los 740 metros en cumplimiento de los estándares europeos, cuando en Francia por ejemplo son el 74%”, explica.

El documento incluye también una serie de datos con los beneficios económicos y ambientales que supondría la finalización del Corredor Mediterráneo en 2030. Entre ellos, Boira destaca un aumento del 29% del tráfico ferroviario y una reducción de emisiones de CO2 en 5,5 millones de toneladas. Además, cada euro invertido supondría un aumento de 3,5 euros en el Producto Interior Bruto (PIB) de los países por los que pasa el Corredor Mediterráneo y en el caso de España, un aumento del PIB del 2,22%.