Colegio de Caminos: ingenieras e ingenieros en elecciones

Durante estos días, el colegio profesional que reúne a ingenieras e ingenieros de Caminos en la Comunidad Valenciana se encuentra inmerso en el proceso electoral para sus órganos de gestión. Desde el día 28 de marzo y hasta el 8 de abril está abierta la votación telemática, y el día 12 de abril tendrá lugar en las oficinas del Colegio la votación presencial.

Yo misma, junto a Juan David Casañ, encabezo una de las dos listas que compiten en ese proceso.

Tildada de élite profesional durante decenios, hoy nuestra profesión, ampliamente extendida en número de titulados, y trabajando en áreas diversas, lucha de manera discreta por algo tan legítimo como es el reconocimiento de nuestra contribución al bienestar y al progreso del país.

No reclamamos, por tanto, ningún privilegio, pero sí la atención de las administraciones públicas para facilitar la solución a nuestros problemas. Aquí va una breve secuencia de los que consideramos más urgentes.

1. A falta de un estudio socio-profesional riguroso, intuimos una primera brecha en nuestro colectivo. No sólo atribuible a las retribuciones de nuestros trabajos, acordes con nuestra preparación y responsabilidades, también por lo que se refiere a la situación de los más jóvenes, a buena parte de los cuales la crisis llevó a salir del país en busca de trabajo.

2. La falta de motivación para la participación en la vida colegial, sin duda por la ausencia de estímulos, hay que buscarla en una institución, como ocurre en otras profesiones, tan necesitada de adaptarse a un mundo en cambio permanentemente acelerado.

3. Esta falta de tono colegial se traduce, entre otras cosas, en una muy débil comparecencia de nuestros profesionales en los retos que tiene planteados nuestra sociedad, derivados de los cambios tecnológicos y de los problemas que se nos vienen con la crisis de recursos y su repercusión en las ciudades y el territorio. No nos resignamos a la irrelevancia a la que sin duda nos puede llevar la inercia actual.

4. Poner al día nuestro oficio significa, además, revisar lo que se imparte en nuestras escuelas, pero también recuperar el papel indispensable de nuestro Colegio en la formación permanente. Un Colegio que ha de estar en la vanguardia de la renovación científica y tecnológica.

5. Y por último, pero no menos importante, nuestro colectivo ha de asumir con naturalidad, y por tanto sin estridencias, la incorporación de las mujeres a nuestros ámbitos académico y profesional en todos los niveles, hasta hace bien poco reservados a los hombres. Solo pretendemos trabajar discretamente con las mismas oportunidades y trato con que lo hacen nuestros compañeros.

Somos una candidatura diversa e integradora que no nos presentamos para transitar los caminos de siempre, sino para abrir otros nuevos.