Los sindicatos de Ford Almussafes exigen menos despidos y prejubilaciones por debajo de los 55 años

Pocos avances en la primera reunión de la comisión negociadora formada por la dirección de Ford Almussafes y los representantes de UGT e Intersindical. El encuentro que se celebró este jueves por la mañana evidenció la enorme distancia existente en estos momentos entre las partes para alcanzar un acuerdo en las condiciones del expediente de regulación de empleo (ERE) anunciado por la compañía, que implicaría la pérdida de 1.144 puestos de trabajo, el 18% de la plantilla de la factoría valenciana.

Por un lado, los sindicatos exigieron menos despidos y prejubilaciones por debajo de los 55 años, Por otro, la empresa trasladó su intención de finalizar el proceso de despidos en los próximos tres meses, algo que los representantes sindicales ven “inasumible” por la magnitud del ERE.

En concreto, Intersindical propuso trasvasar trabajadores a las líneas más saturadas de trabajo como por ejemplo las de montaje con el objetivo de reducir al cifra de despidos, algo que descartó la empresa al considerar que perdería productividad.

Además, solicitaron la lista de afectados por el ERE por franjas de edad con el objetivo de conocer cuántos podrán acogerse a prejubilaciones y exigieron buenas condiciones para que el resto de salidas sean voluntarias mediante incentivos: “Ahora mismo estamos en tiempo muerto, el lunes que viene nos volvemos a reunir y esperamos que se pueda avanzar”.

UGT, sindicato mayoritario, insistió en que la intención de la empresa de sustanciar el ERE en tres meses es “inasumible” y lamentó que la empresa pretende alcanzar un acuerdo a la baja con respecto a los anteriores: “Hay que tener en cuenta que en la factoría hay unas 600 personas mayores de 55 años, por lo tanto, lejos de lo que pretende la empresa, lo que exigirá UGT es que se rebaje la edad de salida por debajo de esa edad para un hipotético plan de prejubilaciones”.

Desde la organización sindical advirtieron: “El proceso de negociación requerirá que ambas partes entendamos las necesidades de unos y de otros, siendo capaces de encontrar el punto de ese difícil equilibrio”. Por lo que consideran que “la empresa deberá moverse de sus planteamientos iniciales y mostrarse dispuesta a ampliar el abanico de posibilidades, ofertando unas condiciones que sean lo suficientemente atractivas como para conseguir el máximo de voluntariedades”.

Este es el tercer despido colectivo que afronta la planta valenciana de Ford tras el acordado en 2020, que afectó a 350 empleados, y el aprobado en 2021, que implicó 600 despidos.

En los dos últimos procesos para las bajas voluntarias se abonaron 45 días por año trabajado y las prejubilaciones se podían obtener a partir de los 55 años con un 80% del salario subiendo al 85% a partir de los 57 años.

La compañía, además, se encuentra inmersa en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) hasta el 30 de junio que afecta a 700 empleados al día, por la falta de componentes y semiconductores y los problemas de suministro por la invasión rusa de Ucrania y el aumento de la incidencia de la COVID-19 en China.

Las principales causas de este recorte son la menor carga de trabajo prevista al cesar la fabricación el próximo mes de abril de los modelos S-Max y Galaxy. De esta forma, la factoría valenciana tan solo fabricará el Kuga y el Transit, este último modelo también con fecha de caducidad (aún desconocida), por lo que tan solo se producirá en las instalaciones valencianas el Kuga hasta que empiecen a fabricarse los modelos eléctricos.

Aunque la planta de Almussafes fue la elegida para producir los vehículos eléctricos de Ford en Europa, una decisión que aseguró la carga de trabajo en los próximos años, la compañía ha avanzado en más de una ocasión que la transformación de la producción supondrá redimensionar la plantilla porque se requerirá menos mano de obra.