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Seis sencillas recetas para llevarte la comida en táper a la oficina

Foto: Naim Benjelloun

Elisabeth G. Iborra

Sabemos que no te sobra el tiempo ni quieres comer cada día de restaurante y, además, deseas cuidar un poco la silueta para evitar exceso de grasa, así que hemos diseñado para ti seis recetas de muy fácil y rápida elaboración, sanas y bastante económicas. Están pensadas para hacer en un pispás y conservar en el táper si las preparas a la víspera. Las cantidades son aproximadas, pero el consejo en general es que cada cocinera o cocinero ajuste el gusto a su propio paladar.

1. Hummus de aceituna negra con tallarines de calamar

  • 250 gramos de garbanzos (1 bote pequeño)
  • 1 diente de ajo
  • ⅕ limón
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • ½ cucharadita de comino en polvo
  • 2 cucharadas soperas de tahini
  • 50 gramos de aceitunas negras sin hueso
  • Pimentón

Si no quieres molestarte en todo el proceso de meter en agua y cocer los garbanzos, te vale con un bote de garbanzos cocidos directamente, de los que venden en el supermercado, y, si no sois familia numerosa, mejor de 250 gramos porque se conserva bien en la nevera, pero no te quieres pasar toda la semana comiendo hummus.

Viertes los garbanzos con el líquido del bote, que no es mucho, en el vaso de la batidora y añades el diente de ajo, el jugo de medio limón, media cucharadita de comino en polvo, dos cucharadas soperas de tahini, sal, un soplido de pimienta y 50 gramos de aceitunas negras sin hueso (que sustituyen a las cucharadas de aceite del hummus normal).

Lo trituras todo hasta que esté a tu gusto de espesor, lo espolvoreas con pimentón y dejas reposar. Por otro lado, cortas el calamar a tiritas muy finas y lo salteas en una sartén con aceite virgen extra. Cuando esté tiernecito, se lo pones al hummus encima y dentro del táper. También puedes untar con pan de pita o con crudités de zanahoria, calabacín o tomates secos, así como idea. 

2. Calabaza asada con pesto de cilantro

  • Media calabaza
  • Un ramillete de cilantro
  • 8 almendras
  • Medio limón
  • Sal y pimienta
  • Salsa Sriracha o tabasco
  • Aceite de oliva

Pon la mitad de una calabaza pelada a asar en el horno hasta que veas que está tiernecita -aproximadamente 35 minutos- y, mientras tanto, vas haciendo con la batidora una especie de pesto con cilantro, almendras, limón exprimido (no te pases), aceite de oliva del bueno, una puntita de salsa Sriracha o tabasco y sal.

Si eres de la parte poblacional que detesta el cilantro, puedes echarle albahaca, perejil o cualquier otra hierba aromática que te guste. Unta con el pesto las rodajas de calabaza por encima antes de meterlas en el recipiente, de forma que vayan cogiendo el gustillo para el día siguiente. 

3. Tartar de salmón con cogollos de Tudela

  • 300 gramos de salmón ahumado
  • 3 cebolletas
  • 4 pepinillos en vinagre pequeños
  • 1 cucharadita de alcaparras pequeñas
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharada de mostaza de Dijon
  • 1 cucharadita de salsa Worcestershire (salsa Perrins)
  • 1 cucharadita de salsa de soja
  • Un bote de tabasco
  • Pimienta y sal
  • Cogollos de Tudela
  • Semillas de sésamo

Pídele al pescadero que te haga un lomo de la parte de la cola del salmón, que tiene menos espinas y menos grasa, quitándole la piel y la parte más oscurita. Hace falta congelarlo durante al menos cinco días para combatir el anisakis. Pasado este tiempo, descongelas en la nevera y lo sacas un poco antes de que termine de descongelarse para cortarlo en daditos más fácilmente.

Ya se descongelará del todo mientras tú preparas el mejunje: trocea muy menuditas las cebolletas, las alcaparras y los pepinillos. Es importante que, cuando los eches sobre el salmón, se vea mucho más rosado que verde, para que los vinagrillos no anulen el sabor del pescado. A la mezcla le echas una buena cucharada de mostaza de Dijon en gránulos.

También aceite de oliva, salsa Perrins, unas gotas de tabasco según te guste más o menos el picante, una cucharadita de salsa de soja, sal y pimienta. Remueves todo bien y pruebas para testar si ha quedado a tu gusto o puedes ajustar con alguno de los ingredientes dado que es algo muy personal. Si quieres evitarte comer las típicas tostaditas, puedes usar como base varias hojas de cogollos de Tudela y echarles el salmón justo antes de comértelo en la oficina para que no se atrofien. 

4. Timbal de verduras con queso de cabra

  • Paquete de salteado de verduras de 400 gramos
  • Huevos frescos de gallina de corral
  • Una rodaja de queso de cabra o brie
  • Sal y pimienta molida

Esta receta es para personas estresadas o perezosas: si no quieres o no tienes tiempo de ponerte a pelar y trocear verduras frescas: basta con un paquete de salteado de verduras congeladas. Salteas las verduras en la sartén untada con un poco de aceite hasta que estén tiernecitas, mientras bates los huevos salpimentándolos.

Seguidamente viertes toda la mezcla en un táper abierto y lo metes en el microondas, calentándolo hasta que esté bien cuajado (el tiempo dependerá de tu microondas). Y si tienes microondas en la oficina, pon en el último momento el queso de cabra encima del molde para que se funda; si no lo tienes, échale queso brie o alguno que te guste que sea fácil de untar.

5. Esqueixada con naranja, aceitunas negras y cebolleta

  • 1 Bandeja de bacalao desmigado y desalado de 400 gramos
  • 1 Cebolleta grande
  • 1 naranja o 2 mandarinas
  • 8 aceitunas negras
  • Sal y pimienta
  • Vinagre de Módena
  • Aceite de oliva virgen

Coge las tiras de bacalao desalado y deshiláchalo, ya que suelen ser bastante gruesas, y añádele la cebolleta cortada en tiritas y los gajos de mandarina o de naranja troceados en mitades sin el pellejo. Échale las aceitunas y aliña con aceite de oliva virgen, sal, pimienta y un chorrito de vinagre de Módena. 

6. Escalivada con anchoas

  • 1 berenjena
  • 1 pimiento rojo grande
  • 1 cebolla
  • Anchoas en salmuera gordas

La escalivada es tan fácil como asar una berenjena, un pimiento rojo y una cebolla a 180ºC en el horno sobre una bandeja untada con aceite. Cuando estén bien asados, espera a que se queden fríos para cortarlos a tiras y, una vez mezclados en el táper, añádele las anchoas o las sardinas anchoadas (que son más baratas y tienen saborazo igual) con su propio aceite. El contraste está riquísimo y, en principio, no necesitarás aceite ni sal extra. Además, la escalivada puede ser más sana y digestiva que una ensalada.

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