¿Es tan diferente la Rioja alavesa como para independizarse de la denominación de origen?

7 de marzo de 2017 21:27 h

Hace unos pocos días, Inés Baigorri, secretaria general de la Asociación de Bodegas de la Rioja Alavesa (ABRA), un grupo de 114 bodegas de la zona que busca la escisión con la denominación de origen Rioja, daba casi por hecho que el cisma se producirá en breve. ABRA engloba a un grupo de bodegueros, viticultores y embotelladores que el verano pasado se pronunciaron por romper con Rioja y crear una nueva denominación de origen puramente alavesa.

Según Baigorri, toda la documentación necesaria para crear una nueva denominación ya está cumplimentada y, una vez aparezca en el BOE, solo quedarán los trámites ante la Comisión Europea -si no hay oposición del gobierno español, un hecho que en principio Baigorri no contempla- para que esta dé la aprobación. A partir de este momento, una nueva denominación de origen podría surgir, y esta englobaría a una parte o a la globalidad de los vinos de la rioja alavesa, en función de las adscripciones que se produjeran,

Pero no todas las bodegas alavesas defienden este cisma. Entre los asociados de ABRA destacan bodegas como Dominio de Berzal, Gailur, Heredad Larreina, Pago de Larrea o Señorío de Arana. Sin embargo, las grandes bodegas alavesas como Marqués de Riscal, Luis Cañas y otros de producción más alta se oponen frontalmente a las intenciones de ABRA. En total, esta asociación representa al 5% de las bodegas de Rioja y el 15% de la producción total.

¿Son vinos tan diferentes como para separarse?

Hemos preguntado a dos expertos sobre este cisma: cuáles son sus motivaciones, qué sentido tiene de cara al consumidor y qué posibilidades de prosperar contempla. ¿Es realmente diferente un vino de la Rioja alavesa de otros de la denominación Rioja? Al fin y al cabo, se trata de la denominación más emblemática de España y la segunda en exportación tras el cava, pero que engloba a cuatro comunidades autónomas y unas características climáticas muy dispares.

Para el escritor, periodista y vinatero Paco Berciano “existen diferencias marcadas entre el vino de la Rioja alavesa y los del resto de la denominación, pero también las hay entre las bodegas de un pueblo y otro en la propia zona”. Joan C. Martín, enólogo y autor de las guías Los Supervinos, piensa que sí existe un fundamento diferencial para establecer una denominación aparte: “La uva es más concentrada y fenólica, lo que da un producto más estructurado, con más cuerpo; además en la zona predomina el pequeño terreno frente a las grandes extensiones del resto de Rioja, lo que condiciona una manera de hacer diferente”.

¿Una denominación viable?

Aunque los dos expertos están de acuerdo en las peculiaridades de los rioja alavesa, no terminan de creer en la idoneidad de la ruptura. Paco Berciano opina que “establecer una nueva denominación no es la menor solución, porque esta será pequeña y las diferencias no son tan notables como para lanzar un producto que pueda competir en el mercado con el resto de vinos de la denominación de origen Rioja”. “Además”, añade, “no está claro qué incluirá la nueva denominación; se piensa en llamarla Vinos de Álava, pero en Álava también se hace txakolí, que no tiene nada que ver”.

Para Joan C. Martín, que da por hecho el cisma, “lo tendrán difícil porque deberán desprenderse del apelativo 'Rioja', que es el que vende; ahora bien, no creo que en Bruselas les pongan pegas, porque tanto por tipo de vino como por vínculos históricos, pueden ser otra denominación” “De hecho la Línea de Wagner, que divide los vinos europeos entre atlánticos y mediterráneos, pasa justamente por Haro, el límite sur de la Rioja alavesa”, concluye este enólogo.

Un problema político, pero no solo

Adicionalmente Martín comenta en el sector muchos conocedores del conflicto aseguran que “el cisma, que tiene mucho de político, contará como mínimo con la vista gorda de Rajoy, que no objetará demasiado a las aspiraciones de ABRA”. El motivo, según él, es que este tema entra dentro de los acuerdos del presidente español con el lehendakari Urkullu para no apoyar al soberanismo catalán.

Para Berciano problema de fondo tiene dos líneas maestras. “La primera”, dice, “es el incentivo del Gobierno vasco, que quiere su propia denominación de vinos tintos”. Los Rioja alavesa son el vino vasco con mayor producción y consumo, muy por delante de txakolí. “Pero más allá del interés político”, añade este experto, “existe un problema de fondo entre pequeños y grandes productores; es decir entre las grandes bodegas -que también las hay alavesas-, que tienen a la denominación de origen a su servicio, y las pequeñas, que no se ven representadas”.

Martín también cree que la convivencia entre grandes y pequeñas bodegas suele ser mala y que los intereses económicos pervierten a los consejos reguladores en favor de las grandes. Cita el caso del cava, donde hace unos años hubo una revolución parecida por parte de los pequeños productores. Berciano les da la razón a las bodegas de ABRA en el sentido de que “su producto es mucho más particular, no es uniforme y hace valer lo local frente a las grandes producciones”.

La solución pasa por lo local

Para Berciano lo justo sería que se pudiera añadir el pueblo de origen a la denominación, “pero los grandes bodegueros, que compran uva fuera de sus terrenos según les interesa, no están dispuestos a aceptar esta distinción”. Finalmente, cree que la solución pasa por cambiar radicalmente la concepción de las denominaciones de origen: “lo lógico sería que se clasificaran en función del origen de la viña”.

Martín está de acuerdo y en este sentido, explica que en el cava se ha aplicado una normativa que obliga a adscribir una determinada viña a una denominación de origen, excluyendo a cualquier otra, de modo que se obliga a definir el producto por el origen de la vid. Asegura que con la misma, el cava en general está ganando mucho en calidad.

Además, “se favorece tanto al gran productor como al pequeño”. No obstante, cree que “Rioja llega tarde para tomar esta alternativa” y opina que el cisma se dará y no será al final tan traumático, “porque el total de bodegas del ABRA no es significativo”.