Cien internos del CIE de Valencia, en huelga de hambre contra las deportaciones sin previo aviso
La Campaña Estatal por el Cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) afirma que 97 internos del situado en la Comunidad Valenciana, el centro de Zapadores, se han declarado en huelga de hambre después de que 11 compañeros fueran trasladados para su deportación en un vuelo macro a Malí que fleta este martes el Ministerio del Interior.
“Cansadas de las deportaciones, de los operativos policiales por sorpresa y de las diversas prácticas que las 'quiebran psicológicamente' dentro del CIE, el resto de personas internas se han reunido en asamblea y han decidido escribir una instancia al director de Zapadores e iniciar una huelga de hambre”, explica esta plataforma.
Según afirma, “al primer intento, la carta fue hecha pedazos por los policías de la garita” pero después, “un grupo grande de personas internas acompañó la entrega por segunda vez, y esta vez sí fue llevada ante el director, que no ha dado respuesta”.
El grupo de internos denuncia que las deportaciones se ejecutan sin previo aviso o con escasa antelación, porque es el modo en que la policía “evita que se presenten, y sobre todo que prosperen, las medidas judiciales cautelares que pueden detenerlas”. “Los policías tienen las leyes en sus manos en el CIE, y el juez no existe”, afirman.
Asimismo, protestan porque “las condiciones de vida en el CIE son, en sí mismas, degradantes”, como la prohibición de usar el baño durante la noche, que obliga a los internos a “hacer sus necesidades en bolsas de basura y botellas de plástico, y soportar los olores durante horas”.
“Uno de los internos relata, por otro lado, que varios compañeros suyos han sido deportados solos, aprovechando vuelos comerciales. Cuenta que les llevan a la parte trasera del avión 'atados de pies y manos, con un bozal en la boca y con camisa de fuerza'”, cita la Campaña por el Cierre de los CIE.
La organización recuerda que el vuelo programado para el 15 de abril se suma a otro realizado el 7 de marzo, también con destino Bamako pero con una escala previa en Lagos para llevar deportados nigerianos. En aquel vuelo, según denunció SOS Racismo Madrid, fueron deportados dos menores malienses.
“Estas deportaciones a Mali tienen como víctimas, en parte, a inmigrantes que han saltado las alambradas de Ceuta y Melilla y que, tras ser trasladados a la Península, son expulsados. Otras personas han sido atrapadas en redadas en las calles. Si la perversa maquinaria de los vuelos de deportación deja un reguero de pruebas de maltratos policiales, humillaciones y violencia, en este caso además el Estado español deporta inmigrantes a un país en el que la guerra ha producido recientemente cientos de miles de personas refugiadas”, señala la organización.