Cerca de 300 activistas ponen rumbo a Italia en una caravana para denunciar las políticas migratorias de la UE
Cerca de 300 activistas han partido este viernes desde distintos puntos de España para encontrarse por la tarde en Salt (Girona) y poner rumbo a Ventimiglia, en la frontera franco-italiana, Sicilia y Calabria. Un año más, la Caravana Abriendo Fronteras emprende su camino para denunciar las políticas migratorias de la Unión Europea y el aumento de la xenofobia, así como para reclamar que se respeten los derechos de las personas migrantes en las fronteras.
Después de dos ediciones en las que han viajado a Grecia y a Melilla, este año han decidido poner el foco en Italia, en un momento en el que las trabas del Gobierno a las personas que tratan de cruzar el Mediterráneo central, la ruta más mortífera del mundo, no paran de crecer.
“(La UE) es cómplice de la violación de derechos como el cierre de los puertos italianos al desembarco de personas rescatadas por barcos de ONG en el Mediterráneo”, critican en su manifiesto, a la vez que denuncian “el hostigamiento y la criminalización” de los activistas y las ONG que defienden los derechos de los migrantes y refugiados.
El nuevo Gobierno italiano, con el ultraderechista Matteo Salvini a la cabeza del ministerio del Interior, dicen, “se ha convertido en referente de las políticas antiinmigración que aumentan el racismo y la xenofobia en las sociedades europeas y el ascenso de movimientos y fuerzas políticas de extrema derecha”, sostienen los organizadores.
En su primera parada, Ventimiglia, la caravana convocará una manifestación para denunciar las “muertes” en esa frontera. Desde allí, según informó Europa Press, se desplazarán a Sicilia, donde visitarán centros de acogida para migrantes y los puertos donde atracan los barcos de salvamento.
El inicio de la caravana coincide con la reunión de los ministros de Interior de UE que se celebra desde este jueves en Innsbruck, capital del Tirol austríaco, donde han confirmado su plan de “reforzar el control de las fronteras exteriores” del bloque.
“Italia está jugando un papel clave en el diseño de acuerdos de externalización de fronteras con Libia y otros países, donde se violan sistemáticamente los derechos humanos”, agregan. Así, los 100 colectivos que forman parte de la iniciativa denuncian los acuerdos de retorno y readmisión de los países europeos con terceros países “que no respetan los derechos humanos”. “Ninguna persona debe ser enviada a un país en el que puede sufrir tortura, persecución o amenazas a su vida”, recalcan.
Los activistas han querido incidir en esta edición en la situación de las mujeres migrantes que tratan de llegar a Europa. “Muchas inician su experiencia migratoria como una estrategia de resistencia ante situaciones de pobreza, exclusión y violencias en sus países de origen. Pobreza, exclusión y violencias a la que también hacen frente durante el tránsito y en los países receptores”, explican.