Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Cuando la corrupción cambió el ladrillo por la eficiencia energética de la mano del PP
La historia de Deborah, que rehace su vida tras años de maltrato
OPINIÓN | 'Belén sin refugio en Badalona', por Alberto Garzón
ANÁLISIS

El entusiasmo por el bitcoin ha desaparecido. Los inversores optaron por el oro real

Bitcoin
24 de diciembre de 2025 21:10 h

1

Otra semana más, otro récord en el precio del oro. Y otro golpe a la esperanzadora tesis del club de fans del bitcoin sobre la posesión del “oro digital”. Este año ha sido difícil para la brigada del bitcoin: mientras que el oro real se disparó en valor, su criptomoneda no lo hizo. La correlación se fue por la ventana. El oro ha subido un 70% en términos de dólares; el bitcoin ha bajado un 6%.

En teoría, las condiciones deberían haber sido perfectas para el bitcoin si, al igual que el oro, se supone que es una reserva de valor en tiempos de incertidumbre. Las tensiones geopolíticas han sido elevadas durante todo el año, a lo que ahora se suman las intenciones poco claras de Donald Trump hacia Venezuela. O, si se considera que el bitcoin es una cobertura contra la devaluación de la moneda por parte de los gobiernos, las noticias deberían haber sido alentadoras. El déficit presupuestario de Estados Unidos sigue siendo enorme: el Fondo Monetario Internacional prevé que la deuda del país aumentará del 125% al 143% de los ingresos anuales para 2030, es decir, más que Grecia e Italia.

Por otra parte, si el bitcoin está destinado a ser un vehículo para el entusiasmo relacionado con la tecnología, la revolución de la inteligencia artificial debería haber ofrecido un impulso medianamente útil. Más allá del debate sobre la burbuja de los activos de IA, el precio de las acciones del fabricante de chips Nvidia ha subido un tercio desde enero.

El contexto normativo era totalmente favorable. Los fondos cotizados en bolsa de criptomonedas ahora son comercializados por las principales entidades financieras. El regulador financiero británico, por ejemplo, cauteloso con las criptomonedas, ha publicado propuestas para regular muchas áreas del mercado de las criptomonedas.

Ahí radica, quizás, la mitad de la explicación. El bitcoin es simplemente más aburrido ahora que se ha incorporado a la corriente financiera dominante. Si JP Morgan y BlackRock se refieren al bitcoin como una clase de activo normal, se pierde algo del espíritu revolucionario. Las búsquedas de “bitcoin” en Google son simplemente estables en estos días. Incluso Elon Musk tiene otras cosas de las que tuitear.

El oro supera al bitcoin en 2025

Como muestra el gráfico, las trayectorias del oro y el bitcoin solo divergieron realmente a partir de octubre, durante una rápida venta masiva de este último. Todavía se debate qué ocurrió exactamente el 10 de octubre, pero parte de la historia es la gran venta por parte de los titulares apalancados de bitcoins en un mercado poco activo, como reacción a la amenaza de Trump de imponer aranceles a China. Sin embargo, la cuestión es que el bitcoin no se recuperó después, como lo hicieron las acciones y los metales preciosos. El mercado de las criptomonedas en su conjunto perdió más de un billón de dólares de valor en seis semanas. Desde un máximo de 126 000 dólares a principios de octubre, el bitcoin se sitúa ahora en torno a los 87 000 dólares.

En una nota de investigación publicada hace un mes, los analistas de Deutsche Bank ofrecieron cinco factores para explicar la caída: un sentimiento generalizado de “aversión al riesgo” en los mercados en octubre, señales agresivas sobre los tipos de interés por parte de la Reserva Federal, un impulso regulatorio menor de lo esperado, escasa liquidez y salidas de fondos de las instituciones, y la recogida de beneficios por parte de los titulares a largo plazo.

Su conclusión: “Sigue siendo incierto si el bitcoin se estabilizará tras esta corrección. A diferencia de las caídas anteriores, impulsadas principalmente por la especulación minorista, la caída de este año se ha producido en un contexto de importante participación institucional, cambios en las políticas y tendencias macroeconómicas globales”.

Para los verdaderos creyentes en el bitcoin, cada revés es una oportunidad de compra. Su fe tiende a ser inquebrantable y, dada la forma en que la criptomoneda se ha recuperado de las caídas de años anteriores, no se puede decir que estén definitivamente equivocados.

Sin embargo, también parece que algo se ha resquebrajado este año. Cuando la demanda de una cobertura defensiva adecuada era alta, los inversores prefirieron el oro (y la plata, que tuvo un rendimiento aún mejor) al código informático que no ha logrado despegar como medio de intercambio. Y el año termina con preguntas sobre la profundidad real del mercado del bitcoin y sus imitadores. El entusiasmo especulativo ya no es lo que era.

Etiquetas
stats