La red ciudadana de acogida pide un dispositivo especial para refugiados de tránsito en España
Llevan desde septiembre comprobando cada día las necesidades de los refugiados que pasan por España para llegar al centro de Europa. Echan horas en estaciones de la capital informándoles, aconsejándoles, coordinándose con el Samur Social, trasladándoles a hostales, hospitales, abriendo sus casas para ellos. Pero, según afirman, “no es suficiente”. La Red Solidaria de Acogida, formada por ciudadanos voluntarios, solicita al Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid y al Gobierno central la creación de un “dispositivo integral y específico” para atender a este colectivo y, añaden, explicarles las dificultades que podrán encontrarse si continúan su viaje, ya que algunos podrían preferir quedarse. “Se necesitan recursos”, sostiene uno de sus portavoces.
La Red, nacida para atender a los solicitantes de asilo que dormían en la calle durante su corta estancia en Madrid, comenzó a trabajar en el acompañamiento a los refugiados en tránsito sin ayudas públicas. Posteriormente, el Ayuntamiento ofreció hostales y albergues para alojarles durante su estancia, derivados a través del Samur Social y en ocasiones se coordina con recursos de la Comunidad de Madrid.
Con la intención de reforzar la colaboración de las instituciones, la Red ciudadana mantuvo este viernes una reunión con el Área de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Madrid. Aunque la solicitud de creación de un recurso integral para encargarse de la llegada y acogida de los refugiados en tránsito no es nueva, los integrantes de la red solicitaron un encuentro con el Consistorio después del desvío de algunos refugiados a un albergue de personas sin hogar.
Este jueves, los albergues y hostales disoponibles para este fin en Madrid se habían quedado sin plazas suficientes para acoger a los refugiados que estaban llegando a la capital, según relatan integrantes de la red. El inicio de la Campaña de Frío, con la que el Consistorio pretende acoger a 2.000 personas sin hogar sumada al regreso de algunos solicitantes de asilo a la capital después de ser devueltos en la frontera francesa saturaron los recursos municipales.
Entonces, como medida temporal, el Ayuntamiento derivó a los refugiados adultos que viajaban sin menores a su cargo a un albergue para personas sin hogar de la capital. Entre los trasladados, estaba Mariam -nombre ficticio- . La mujer, de origen sirio y embarazada, cuenta su historia a eldiario.es en la estación donde horas después tomará un autobús hacia Alemania, a pesar de los nuevos controles fronterizos en Francia que ya están frenando el paso de algunos de sus compatriotas. A pesar de la posibilidad de ser retornada por el Gobierno germano, después de anunciar el restablecimiento del sistema de Dublín, norma europea que obliga a los estados a devolver a los demandantes de asilo al primer estado miembro que pisan.
“Nos estábamos pensando si irnos o quedarnos, ya que nos han informado de la posibilidad de que nos expulsen y de los nuevos controles en Francia. Pero después de ir a ese centro, decidimos marcharnos”, dice Mariam. “Era un sitio limpio y en buenas condiciones pero, cuando llegamos, me di cuenta de que era una habitación muy grande con muchas camas. Eran todo hombres excepto yo”, explica la joven de Damasco. “Había personas bebidas y drogodependientes, no me sentía bien allí”. Desde la red ciudadana consideran que no es un lugar adecuado para solicitantes de asilo y reiteran la necesidad de crear un dispositivo específico para las circunstancias de este colectivo que está de paso en Madrid.
Según informan desde la red, el Ayuntamiento de Madrid les ha aclarado que se trató de una medida temporal para poder alojar a todos aquellos que lo requerían en un momento en el que las plazas disponibles se vieron saturadas. “Nos han asegurado que ya han trasladado a todos los refugiados a hostales, ya no queda ninguno de ellos en el centro de personas sin hogar”, apuntan. eldiario.es ha preguntado sobre este asunto al Área de Equidad y Asuntos Sociales del Gobierno municipal pero no ha recibido respuesta por el momento.
Durante las últimas semanas ha aumentado el flujo de refugiados de tránsito llegados a Madrid y, con ello, las labores voluntarias realizadas por esta red de ciudadanos. A las llegadas habituales registradas cada semana en las estaciones de Madrid (alrededor de un centenar), se suma el regreso de aquellos solicitantes de asilo frenados en los nuevos controles en la frontera de Francia, o los retornados de diferentes países europeos en aplicación del convenio de Dublín. En base a esta normativa ninguno de ellos podría pedir asilo en otro país que no fuese España.
Tanto los retornados por los controles franceses como los llamados “dublines”, salieron del sistema de acogida oficial de España en el momento de decidir continuar su viaje. Aunque algunos prefieren continuar intentando quedarse en un país del centro de Europa, otros optan por quedarse. El Ministerio de Empleo ha asegurado a eldiario.es que permitirá el reingreso de estas personas en la red de protección estatal. Pero todo ello requiere una serie de trámites burocráticos y la red de acogida les ayuda en esta labor.
“Todo esto evidencia un fallo en el sistema de asilo. En el español, porque una de las razones que empujan a irse del país a los solicitantes de asilo en España son las diferentes condiciones de acogida con respecto a otros países europeos. También refleja que el sistema de Dublín ha fracasado, no tiene sentido y no ayuda a la integración de los refugiados”, señalan desde la red.
“Esta situación evidencia fallos del sistema de asilo”
“Pedimos es un dispositivo de acogida específico. También pedimos mayor implicación de las diferentes instituciones en convencer a la gente que se plantea dejar el recurso, explicándoles la situación en Europa e intentar implicarles también en la gestión de los retornos”, añaden.
Mariam, después de pasar por Turquía, Argelia, Marruecos y Melilla, ha decidido continuar con su idea de viajar a Alemania, donde ya les esperan su suegro y su curñado. “Las condiciones de acogida en España no son buenas, nos hemos enterado de casos en los que dejan sin ayudas a gente a los meses o al año”, describe poco antes de tomar el autobús.
“Hay entidades e instituciones que sostienen que dar visibilidad a estos refugiados que se van de España puede ser perjudicial porque puede acarrear políticas represivas. Pero su situación refleja que lo que falla es el sistema, y el Gobierno debería corregirlo”, concluyen integrantes de la red.