Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El ataque limitado de Israel a Irán rebaja el temor a una guerra total en Oriente Medio
El voto en Euskadi, municipio a municipio, desde 1980
Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Indonesia prohíbe la presencia de ONG extranjeras que no trabajen con socios locales en la zona del tsunami

Casi 2.000 muertos y 5.000 desparecidos por el seísmo y tsunami en Célebes

Desalambre

El Gobierno indonesio ha ordenado a los trabajadores humanitarios extranjeros que acudieron al país tras el terremoto y el tsunami del 28 de septiembre que abandonen el país, según ha informado este martes el diario británico The Guardian. El seísmo que sacudió la isla de Célebes ha dejado un balance de 2.010 muertos y una estimación de 5.000 personas desaparecidas, según el recuento oficial de este martes. 

En un comunicado, la Agencia Nacional para la Gestión de Desastres (BNPB) ha difundido la “regulación” de la actividad de las ONG internacionales en el terreno y advertido de que los trabajadores extranjeros que quieran apoyar las labores de ayuda deben contar con permisos y trabajar con organizaciones locales. “No se permite a las ONG internacionales ir directamente al terreno. Todas sus actividades deben realizarse en asociación con socios locales”, menciona el aviso. 

Aquellas que ya se trabajan en la zona afectada “tienen que registrar su asistencia con los ministerios o agencias pertinentes”, reza el comunicado, y, posteriormente, recibir autorización para prestar ayuda junto a organizaciones locales. Asimismo, la agencia nacional aconseja a las ONG extranjeras “que han desplegado a su personal extranjero que lo retiren inmediatamente”.

Según informa The Guardian, Tim Costello, de la organización World Vision, ha dicho que el anuncio del Gobierno indonesio es “muy extraño” y asegura que esta decisión implica que el personal y los voluntarios indonesios “sobrecargados de trabajo y traumatizados no pueden ser apoyados y aliviados por personal extranjero”. De acuerdo con el medio británico, esta regulación está dirigida a organizaciones internacionales, mientras que las grandes entidades que están registradas como ONG locales en Indonesia sí pueden permanecer en la zona afectada.

Tras el último seísmo, el Gobierno de Indonesia ya había comenzado a restringir la ayuda internacional al limitar el acceso de personal sanitario y de rescate de otros países. Fuentes diplomáticas indicaron a Efe el pasado 6 de octubre que los aviones para transportar asistencia humanitaria sufrían retrasos por los estrictos controles indonesios y en las zonas más afectadas de la provincia de Célebes Central no se veían expertos extranjeros en la fase crítica de búsqueda de supervivientes. Las autoridades locales, según informa The Guardian, recibieron críticas por los retrasos a la hora de desplegar equipos de búsqueda y rescate.

La agencia Reuters ha recordado que, tradicionalmente, Indonesia se ha mostrado reticente a que se le considere dependiente de la ayuda exterior para hacer frente a los desastres naturales. Según recoge, el Gobierno indonesio rechazó la ayuda extranjera este año cuando un terremoto azotó la isla de Lombok. 

Las autoridades piden guardar la calma y evitar bulos

Por otro lado, las autoridades indonesias han pedido este martes a la población mantener la calma y evitar la divulgación de noticias falsas, según informa la Agencia Efe. Este martes, un movimiento telúrico de magnitud 5,2 agitó la región afectada, sin aparentes consecuencias. El nuevo sismo propició a su vez la propagación en internet de bulos con imágenes de desastres anteriores y disparó las alarmas entre la población.

“Pedimos a la gente que mantenga la calma”, señaló en un comunicado el portavoz de la BNPB, Sutopo Purwo Nugroho, quien instó a mantenerse informado a través de las fuentes oficiales.

El terremoto ha tenido lugar a 5 kilómetros al noreste de Palu, la ciudad más afectada por el seísmo de 7,5 grados que sacudió el 28 de septiembre la provincia de Célebes Central y que fue acompañado por un tsunami con olas de más de 3 metros. Más de 2.000 personas murieron por aludes de barro, las olas y el colapso de los edificios, y casi 75.000 indonesios permanecen en centros para desplazados.

Los equipos de búsqueda y rescate continúan en las zonas más afectadas por el desastre, en particular los barrios de Balaroa y Petobo - ambos en Palu-, donde calculan que 5.000 personas podrían estar sepultadas. Según la BNPB, el servicio de agua, electricidad y gasolina ha sido restablecido casi en su totalidad en la mayoría de zonas afectadas, donde en los últimos días volvieron a abrir bancos y mercados.

El desastre natural en Célebes es el peor que padece Indonesia desde el tsunami que en 2004 barrió la provincia de Aceh, en el oeste del archipiélago, donde murieron 167.000 personas.

Etiquetas
stats