“Migrar para vivir, no para morir”
Este viernes 18 de diciembre se celebró el “Día de Acción Global Contra el Racismo y por los Derechos de las Personas Migrantes, Refugiadas y Desplazadas”. Una fecha que pretende señalar que, aunque los flujos y movimientos migratorios no son un asunto novedoso, en la actualidad las fronteras siguen envueltas en un drama que tiene que ser visibilizado para conseguir su erradicación.
Por ello, y para conmemorar esta lucha, y alzar la voz por los derechos de las personas migrantes, refugiadas y desplazadas, la Red de Solidaridad de Acogida junto con otras 66 asociaciones y colectivos, convocaron una manifestación que recorrió la calle Atocha hasta la Plaza de la Provincia, frente al Ministerio de Asuntos Exteriores de Madrid.
Un millar de personas se unieron a la cita al grito de “Bienvenidos refugiados”, “La UE asesina y discrimina” o “Papeles por derecho”. Fueron algunas de las consignas que se escuchaban durante la marcha y que acompañaban a otras, como “No más muertes en la valla” o “Sobrevivir no es delito”, estampadas en pancartas y carteles.
Mohamed Hasan, bangladesí de 27 años sostenía uno de los letreros. Salió de su país hace ocho años por “la situación de represión política” y llegó a España hace tres, donde llevar una vida con normalidad se antoja complicado. “Si no tienes papeles es un problema, es muy difícil vivir”, comenta el joven.
Mamadou Dia tampoco quiso perder la ocasión para reivindicar los derechos de las personas inmigrantes. Este senegalés acaba de presentar su libro “Las 15”, un relato autobiográfico sobre el racismo institucional y las dificultades para rehacer una vida siendo inmigrante. El título de su obra da pistas del contenido. “A las 15 horas salía mi tren a Galicia y las 15 horas me detuvo la policía y me llevaron al calabozo”, explica Mamadou Dia enfundado en su chaqueta de coloridas telas africanas mientras recorre la calle.
“Abrir las fronteras” es la piedra angular de las exigencias de esta movilización, que se posiciona del lado de la defensa de los derechos humanos, “sin diferenciar entre refugiados e inmigrantes económicos”, como así explica Pepa Torres, en nombre de la Red de Solidaridad de Acogida, colectivo que surgió fruto del apoyo y autogestión para apoyar a las personas refugiadas y migrantes durante su estancia en Madrid.
“No debe haber vidas que valgan menos que otras”
En palabras de Torres, “este día tiene que servir para pasar a la acción colectiva y demostrar que no pueden valer más las vidas de unos que de otros, en función del lugar dónde haya nacido. La gente quiere emigrar para vivir y no para morir”.
Al finalizar el recorrido, hubo palabras en recuerdo de Samba Martine, que falleció el 19 de diciembre de 2011 en el CIE de Aluche y que puso en evidencia de la opinión pública las deficiencias en los Centros de Internamiento de Extranjeros.
Además, se leyó el manifiesto de la convocatoria, que plasma y enumera algunas demandas y reivindicaciones que comparten tanto colectivos, como personas individuales. Éste incluye el rechazo a las labores de vigilancia y represión de FRONTEX, la denuncia de la externalización de la gestión de las fronteras a países como Marruecos o Turquía que no respetan los derechos fundamentales, la exigencia del desarrollo de un plan nacional de acogida e integración, así como la petición de establecer rutas de inmigración seguras y el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) y los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) en Ceuta y Melilla.
Tampoco faltó la expectación ante la decisión en las urnas que, el domingo, determinará el futuro del panorama político en España. “A la hora de votar tendré en cuenta las propuestas en las políticas de inmigración”, afirma Paula Llaves, una de las asistentes.