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Los afectados por la huelga en Ryanair: “Al no poder volar otro día, nos ha dicho que busquemos otro vuelo por nuestra cuenta”

Ryanair pide disculpas y dice que los vuelos programados operan con normalidad

Jesús Travieso

Taula tenía que llegar a Tánger este mismo miércoles. Un problema personal ha provocado que se desplace desde Reino Unido con toda su familia, para lo que tenía que hacer escala en Madrid. Pero la huelga del personal de cabina de Ryanair los días 25 y 26 de julio le ha impedido que se viaje se desarrolle con normalidad. Según denuncia, la aerolínea no le ha ofrecido ninguna fórmula para solucionar la cancelación de su vuelo que le encajase. Tampoco le han informado de la indemnización a la que tiene derecho por la cancelación del vuelo. Algo que es ilegal, ya que la información debería haberla recibido en todo momento.

Pero no ha sido la única a la que le ha pasado: otros pasajeros consultados por eldiario.es que no han podido volar este miércoles aseguran que o no les han dicho a lo que pueden aspirar por los inconvenientes; o que les han mandado a hacerlo a través de la página web, que encaja en la legalidad siempre que se les hayan comunicado previamente sus derechos en mostrador, han señalado fuentes de la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA).

“Me han dicho que nos podían colocar en otro vuelo dentro de dos días, pero tenemos que viajar hoy mismo. Cuando les he dicho eso, me han dicho que reclame por la página web, que en mostrador no podían hacer nada, y que tengo que buscar otro vuelo por mi cuenta”, asegura Taula, que cuenta que en los mostradores de Atención al Cliente se han lavado las manos con sus reclamaciones. Esta afectada también asegura que se ha encontrado con que su vuelo no iba a salir ya en Madrid, sin que le diera tiempo a reaccionar.

El caos en Italia afecta en España

Lo mismo le ha ocurrido a Cristina y Alicia, que tenían que haber salido hacia Pisa este miércoles como paso previo a sus vacaciones en Venecia. La cancelación les ha supuesto tener que comprar otro viaje por 200 euros cada una hacia Milán, desde donde se desplazarán a su destino final, y comprar un billete de tren desde esa ciudad, perdiendo el que tenían contratado entre Pisa y la ciudad de los canales. Todo con su correspondiente noche de hotel. Ambas denuncian que Ryanair no les ha ofrecido nada de lo anterior, y que han tenido que hacerlo todo por su cuenta.

“Ni el martes ni esta mañana nos aparecía como cancelado. Ha sido al ir a facturar cuando nos han dicho que el avión no saldría. Solo nos ofrecían viajar pasado mañana, y si no, buscarnos nosotras la vida”, señala Cristina. Su amiga Alicia añade que lo que sí les han dicho es que manden todos los tickets de lo que gasten a una dirección de correo, pero nada de la indemnización a la que tienen derecho, lo que incumple la legislación. Ella asegura que entiende “las reivindicaciones de los trabajadores”, y que su queja va “por la empresa, que sabía lo que iba a ocurrir y no ha hecho nada para solucionarlo”.

Estas mujeres forman parte del grupo de afectadas indirectas del caos que está viviendo Ryanair en Italia, donde los vuelos cancelados se cuentan por decenas. Según algunos trabajadores de la compañía consultados por este medio, la empresa “no ha medido bien” el impacto de los paros en el país italiano, centrándose mucho más en lo que ocurriría en Bélgica, Portugal y España. “En Dublín tienen que estar nerviosos por lo que ha pasado allí. Creemos que habrá más de 200 vuelos cancelados solo hoy”, explica un empleado de la aerolínea. Una situación que también ha trastocado los viajes previstos desde los aeropuertos de Girona y Barcelona.

Cuando la cancelación te pilla ya de viaje

Otros pasajeros afectados se enteraron hace unos días de que su vuelo no partiría cuando ya estaban de vacaciones. Le ha ocurrido a Celia, que estaba en Palma junto a su pareja en el momento en el que Ryanair comunicó que su viaje estaba entre los cancelados este miércoles 25 de julio. “Compramos unos vuelos muy baratos, y al ir a reclamar tuvimos que pedir el reembolso, ya que no podíamos volver más tarde de hoy”, cuenta esta joven, que esperaba en la cola para enterarse de las indemnizaciones.

Ambos tienen derecho a ella, según ha confirmado la AESA a eldiario.es. “Aunque se acepte el reembolso, la indemnización en función de la distancia te la tienen que dar siempre”, explican estas fuentes. En concreto, en el Reglamento 261/2004, que establece las compensaciones a los viajeros, se establece que “los pasajeros recibirán una compensación por valor de 250 euros para vuelos de hasta 1.500 kilómetros, 400 euros para los intracomunitarios de más de 1.500 kilómetros y para todos los demás entre 1.500 y 3.500, y 600 euros para el resto de vuelos”. Las cantidades también pueden variar en función de si el retraso en la llegada al destino final es mayor o menor.

El caso de esta pareja evidencia que Ryanair no ha cumplido con la orden del Ministerio de Fomento que le obligaba a garantizar el 100% de los vuelos entre los archipiélagos y la península. Solo en Palma, el 88% de los desplazamientos previstos para el 25 y el 26 de julio han sido cancelados. En total, son 44 vuelos, a los que hay que sumar otros 13 de otros aeropuertos de la región. En el caso de las conexiones a ciudades europeas, otros 28 aviones no despegarán desde las islas en estos días de huelga.

Eusebio también estaba de vacaciones junto a su esposa en Italia cuando Ryanair comunicó que el vuelo que les tenía que trasladar desde Bari a Santiago de Compostela no saldría este miércoles. “Nos avisaron hace menos de una semana. No nos dieron solución, y compramos un billete de Vueling a Milán, desde donde teníamos que salir a Santiago. Pero tuvimos mala suerte y también lo cancelaron”, cuenta este hombre, que ha acabado en Madrid tras volar desde Roma.

“Desde aquí iremos a A Coruña, pero ya hemos tenido que pagar hasta 600 euros extra”, lamenta Eusebio, que desvela que les han comunicado que solo pueden informarse y reclamar la indemnización vía web. Este mensaje, según Facua, no se corresponde con la realidad, ya que debe existir un cartel colocado en el mostrador de facturación de las aerolíneas que “debe indicar que si se sufre una denegación de embarque, cancelación o un retraso de más de dos horas en el vuelo, tienen a su disposición un texto en el se detallan cuáles son sus derechos”.

Otro de los perjudicados por las cancelaciones ha sido Ervor, un joven armenio que tenía previsto salir hacia Bucarest a las 5 de la mañana del miércoles. Al llegar de madrugada a Barajas, se encontró con que no podía volar. Pero parece que finalmente podrá ir a su destino. “Me han ofrecido un vuelo a las 7 de la mañana de este jueves. He perdido un día entero en el aeropuerto, pero al menos voy a salir”, cuenta a este medio. Mientras esperaba para partir, ha pasado tiempo en las colas para exigir que le den vales de comida y bebida por la cancelación. “Estoy a la espera de que me los den. Llevo aquí casi doce horas”, lamenta.

Las presiones a trabajadores

Los empleados de cabina de Ryanair que estaban sujetos a los servicios mínimos consultados por este medio han destacado que se han limitado a hacer las tareas obligatorias en despegue y aterrizaje, además de a estar atentos ante urgencias o si un enfermo o un niño necesitaban asistencia. Y lo han hecho a pesar de las “amenazas y coacciones” que aseguran han sufrido durante toda la mañana de este miércoles. Unas supuestas prácticas de Ryanair que se suman a los emails en la tarde del martes, en los que se instaba a los trabajadores que no estaban obligados a trabajar por los servicios mínimos a acudir a sus puestos y no hacer huelga. Si se sumaban a los paros, decía el texto, se expondrían a un posible despido.

Una sobrecargo que ha hablado con eldiario.es ha relatado que las “amenazas” han llegado al punto de “llamar al comandante de mi vuelo para que le pasaran conmigo, con el objetivo de preguntarme si iba a hacer el servicio de venta. Es decir, han llamado al comandante, al que solo se puede llamar por cuestiones de seguridad, para poder preguntarme a mí si iba a vender patatas durante el viaje”. Esta trabajadora, que asegura que no ha hecho la venta que le exigía la aerolínea, no ha sido la única a la que le ha sonado el teléfono esta mañana, según denuncia el sindicato Sitpla.

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