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Los 25 (¿o son 24?) triunfos del Athletic en la Copa y cómo un “concurso de foot-ball” abrió el debate histórico

El trofeo de la Copa de la Coronación de 1902, Iker Muniain con la más reciente y un trozo de la camiseta de la final de 2009 que hace referencia a todos los triunfos

Rubén Pereda

Vitoria —

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Con la victoria en la tanda de penaltis ante el Mallorca, el Athletic Club levantó en la madrugada del pasado domingo la vigesimoquinta Copa de su historia. ¿O fue la vigesimocuarta? Depende de a quién se le pregunte. La historiografía futbolística tiene abierto un debate que no parece que se vaya a cerrar. El club defiende como triunfo copero la victoria del Club Vizcaya, una amalgama de jugadores del propio Athletic Club y del Bilbao Football Club, en la Copa de la Coronación, pero la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no.

Este torneo, cuya denominación oficial fue la de Concurso Madrid de Foot-ball Association, se disputó en mayo de 1902 en la capital española con motivo del arranque de las celebraciones por la mayoría de edad de Alfonso XIII, que cumplía entonces 16 años y asumía así la corona. El éxito que tuvo la competición la instaló de manera permanente en el incipiente calendario futbolístico español y, ya con el nombre de Copa de Su Majestad el Rey, sería a partir de entonces una cita anual. Se da la circunstancia de que el Athletic se proclamó también campeón de las dos primeras ediciones y llegó asimismo a la final de las dos siguientes.

El Athletic siempre ha defendido que esa Copa de la Coronación, la de 1902, computa como Copa y cuenta como suya y, de hecho, en el listado de resultados en las finales que acompaña a su palmarés se le asignan todas, las ahora veinticinco, al “Athletic Club”. Entre los trofeos, hay Copas de Su Majestad el Rey (de tres monarcas: Alfonso XIII, Juan Carlos I y Felipe VI), Copas de Su Excelencia el Presidente de la República (de Niceto Alcalá-Zamora), Torneos Nacionales de Fútbol y Copas de Su Excelencia el Generalísimo (del dictador Francisco Franco). Uno de sus jugadores, Iker Muniain, 'arregló' el rótulo del autobús del club para indicar que desde las primeras horas del domingo son veinticinco copas y no veinticuatro. Son, según se indican, las siguientes, por temporada:

  • 1901-02: 2-1 ante el FC Barcelona.
  • 1902-03: 3-2 ante el Real Madrid.
  • 1903-04: ante el Español Madrid.
  • 1909-10: 1-0 ante el Vasconia SC de Donostia.
  • 1910-11: 3-1 ante el RCD Espanyol.
  • 1913-14: 2-1 ante el España FC.
  • 1914-15: 5-0 ante el RCD Espanyol.
  • 1915-16: 4-0 ante el Real Madrid.
  • 1920-21: 4-1 ante el Atlético de Madrid.
  • 1922-23: 1-0 ante el CE Europa.
  • 1929-30: 3-2 ante el Real Madrid.
  • 1930-31: 3-1 ante el Real Betis.
  • 1931-32: 1-0 ante el FC Barcelona.
  • 1932-33: 2-1 ante el Real Madrid.
  • 1942-43: 1-0 ante el Real Madrid.
  • 1943-44: 2-0 ante el Valencia CF.
  • 1944-45: 3-2 ante el Valencia CF.
  • 1949-50: 4-1 ante el Real Valladolid.
  • 1954-55: 1-0 ante el Sevilla FC.
  • 1955-56: 2-1 ante el Atlético de Madrid.
  • 1957-58: 2-0 ante el Real Madrid.
  • 1968-69: 1-0 ante el Elche CF.
  • 1972-73: 2-0 ante el CD Castellón.
  • 1983-84: 1-0 ante el FC Barcelona.
  • 2023-24: 1-1 y victoria en penaltis ante el RCD Mallorca.

La polémica por aquel Concurso Madrid de Foot-ball Association se reavivó en 2009. En esa edición, el Athletic eliminó a Recreativo de Huelva, Osasuna, Sporting de Gijón y Sevilla para asegurarse una final contra el FC Barcelona en Mestalla, el estadio del Valencia CF. En la camiseta que el club presentó para disputar aquella final, se hacía alusión con la serigrafía a aquel triunfo de 1902. Sobreimpresionadas sobre un círculo negro, se ven en esa equipación una silueta de la Copa y una de la Copa de la Coronación, acompañadas por cinco estrellas grandes y cuatro pequeñas, para sumar un total de veinticuatro copas, que eran las que habían ganado hasta entonces. Incluso desde la directiva se apeló a aquel triunfo. “El carácter simbólico y reivindicativo de esta camiseta es muy importante para nosotros”, aseguró en la presentación de la vestimenta el directivo Carlos del Campo, según recogía el diario 'El Mundo'.

Varios jugadores ingleses y un hipódromo

Pero ¿cómo fue realmente aquella competición de comienzos del siglo XX? Para participar, las “sociedades españolas de football asociación” debían dirigirse al presidente del Madrid F. C., con sede en el número 48 de la madrileña calle de Alcalá y presentar un equipo con un número ilimitado de suplentes. “Los partidos se jugarán con cualquier tiempo, si no hay acuerdo en contra por parte de los capitanes respectivos”, se recogía en las bases de la competición, según un estudio de José del Olmo publicado por la revista 'Cuadernos de Fútbol'. Los equipos de Bilbao, que luego se unirían bajo el paraguas de la denominación Vizcaya, llegó al torneo bien preparado y, de acuerdo con Del Olmo, era incluso considerado como el “mejor equipo de España” según una pluma de la revista 'L'Auto-Vélo'. “No cabe duda de que este combinado bilbaíno tenía un buen potencial, pues en él se alinearon jugadores con mucha experiencia deportiva: Alejandro de la Sota había jugado en Plymouth, Pedro de Larrañaga en Newcastle y su gran figura, Juan de Astorquia, había jugado durante cuatro años en Inglaterra. Además contaban en sus filas con varios jugadores ingleses”, recoge Del Olmo. Aun así, nada más llegar a Madrid entrenaron para hacerse al verde del hipódromo de la Castellana en el que se iban a disputar los partidos. “Celebra un partidillo donde en choque fortuito los hermanos Silva se lesionan. Ramón tiene una herida en la lengua y no puede jugar el primer partido”, añade Del Olmo.

La primera eliminatoria, con unos cruces determinados por concurso, enfrentó a los vizcaínos con el Club Español de Barcelona. Las entradas para ver el encuentro se vendían por entre diez y veinticinco céntimos. Saltaron al hipódromo con una alineación que incluía a Luis Arana, Pedro de Larrañaga, José Arana, Enrique Goiri, Ricardo Ugalde, Luis Silva, Alejandro de la Sota, Juan de Astorquia (que fungía como capitán), L. Dyer, Cazeaux y Walter Evans. “Ya se empezó a jugar al despiste con las alineaciones, pues hasta última hora no se aseguraba la alineación de los hermanos Arana, de los que se decía que habían chocado entre sí en un entrenamiento y se habían lesionado”, recoge Del Olmo. Al parecer, al vestir los dos equipos de blanco, los barceloneses se enfundaron una cinta de color rojo para hacer más fácil diferenciar a unos de otros.

En la segunda eliminatoria, disputada un día después, el 14 de mayo, el Vizcaya, que jugó con una alineación similar, le endosó un 8-1 al New Foot-ball Club, decano del fútbol madrileño. Esa victoria les dio derecho a medirse con el FC Barcelona en una final que se disputó bajo la supervisión del árbitro Carlos Padrós. El propio Athletic Club ofrece la siguiente visión de la primera mitad del partido: “Contrastaban las dos escuelas en liza: el fútbol sencillo, práctico e incisivo de los vascos y el afiligranando de los catalanes. La primera parte terminó a favor del Bizkaya con dos goles a cero, tantos de Astorquia y Cazeaux”.

Según el relato trenzado por Del Olmo, la final discurrió de forma algo diferente, como sigue: “A las 16:00 empezó el partido. El Vizcaya con camiseta blanca y pantalón azul y el FC Barcelona con su uniforme habitual. Cuentan las crónicas que fue un partido muy disputado y de gran calidad. Los bilbaínos consiguieron dos goles en la primera parte lo que obligó al FC Barcelona a mantener su ofensiva durante toda la segunda parte. Una vez acortada la distancia en el marcador, el acoso contra la portería del Vizcaya fue total, llegándose al final del partido cuando el FC Barcelona estaba lanzado por el empate. El Vizcaya sacó dos corners frente a los diez del FC Barcelona. Según comentarios, el partido duró 75 minutos. Para algunos cronistas el Vizcaya jugó admirablemente aunque el FC Barcelona demostró ser bastante más fuerte”. Y zanja el Athletic Club en su página web: “De esta forma se adjudicaron la gran copa cedida a Padrós [presidente del Madrid F. C.] por el Ayuntamiento de Madrid, obra del famoso Marabini, y el torneo que supuso para el Athletic la consecución del preciado título de primer campeonato de la Copa”.

Otros torneos en liza

Hay otros torneos que están en liza por las circunstancias en que se disputaron. En abril de 2023, hace justo un año, el Levante UD ganó un título. La RFEF reconoció al club de fútbol de Valencia como campeón de la Copa España Libre-Trofeo Presidente de la República disputada en Barcelona el 18 de julio de 1937, en plena Guerra Civil. El presidente de la RFEF, Luis Rubiales, hizo entrega del trofeo al capitán, Vicente Iborra, que se lo presentó a la afición en un partido de liga. Por aquellas mismas fechas, la RFEF también reconoció al Deportivo de la Coruña como campeón del Concurso España, una competición creada al margen del Campeonato de España (el que luego daría en ser la actual Copa del Rey) por unas disputas que habían surgido en torno a la posibilidad de alinear o no jugadores extranjeros. En aquel torneo, que se disputó en 1912, el Deportivo de la Coruña se proclamó campeón al vencer por 4-3 al Vigo F. C. en Riazor.

Como sucede con el Levante, y ahora precisamente con ese argumento, el FC Barcelona también reclama un trofeo logrado durante la contienda. La competición que disputaron los equipos que con el golpe fallido y el consecuente estallido de la guerra quedaron encuadrados en la zona que aún estaba bajo control del Gobierno republicano se dio en denominar Liga Mediterránea. El FC Barcelona tan solo perdió un partido y se proclamó campeón de un torneo en el que también participaron CD Español, Gerona FC, Valencia FC, Levante FC, Gimnástico FC, Granollers SC y Athletic de Castellón, todos ellos catalanes o valencianos.

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