Soy Dani Álvarez, presento y dirijo cada mañana Boulevard en Radio Euskadi entre las 6 y las 10 de la mañana. A los 12 años escuché por primera vez a Iron Maiden y me dije “esto es lo mío”. Desde los 22 busco y cuento noticias, y a todas horas escucho Metal. He entrevistado a más lehendakaris (5) que veces he visto a Metallica o he ido a Wacken (4). Decir más sería reiterativo.
Cinco razones por las que Tobias Sammet ayudó a rescatar al Heavy Metal
Tobias Sammet y sus Avantasia están logrando sacar al Heavy Metal europeo de la apatía y la medriocridad. Estas son las razones:
Calidad: reconozcámoslo, el Heavy Metal está hoy inundado de tal cantidad de grupos y de discos que es muy difícil encontrar un trabajo brillante entre tanta mediocridad. Tanto en Edguy como, sobre todo, en Avantasia, todo lo que hace Sammet brilla, reluce. Suena claro, cristalino y se observa una exigencia elevada. No hay detalles al azar y sí mucha creatividad. Eso le separa años luz de aquellos creen que vale casi cualquier cosa grabada de cualquier forma. No. El Heavy Metal debe cumplir unos estándares mínimos de calidad. Y él pone el listón donde debe estar.
Prestigio: tocar hoy con Tobias Sammet es sinónimo de prestigio. Dentro del Metal europeo formar parte de su nómina de colaboradores es ya todo un honor, y su estatus le ha servido para llegar a quien quiera. Puede llamar al músico que le apetezca porque tiene un sí asegurado por respuesta. Aparecer en los créditos de un disco de Avantasia es un mérito que pone a cualquiera a la altura de todos estos: Michael Kiske, Jorn Lande, Dee Snider, Marco Hietala, Geoff Tate, Sharon den Adel, Klaus Meine, Biff Byford, Joe Lyn Turner, Jon Oliva, Alice Cooper… ¿Es necesario decir más? Recuperó a Michael Kiske para el Heavy Metal: además de sus propios méritos como cantante, compositor y reclutador de estrellas, Tobias Sammet tiene buena parte de la culpa de que el legendario cantante de Hamburgo haya decidido regresar al estilo que le hizo célebre. En pleno despiste mental, el mítico vocalista de los Helloween que nunca volverán, aquellos que firmaron Keeper of the seven keys, dejó de cantar Metal e incluso reclamó que no se le vinculara más con nuestra música, pero en esas apareció el gran Tobi y le enredó para su The Metal Opera. Lo demás es historia. Hoy Kiske canta en Avantasia y tiene su propio proyecto, Unisonic. No le importa la era del iPod: la creatividad del líder de Avantasia no está limitada por los nuevo cánones musicales, esos que impiden que las canciones pasen de cuatro minutos. Las normas del .mp3 y el iPod obligan a temas cortos, de consumo inmediato, fastmusic, que casi nunca suenan íntegros en las radios, y construyen en la mente de los jóvenes la idea de que temas de siete minutos o más son aburridos. Sammet da una patada en el culo de esas normas y se marca canciones épicas como “Let the storm descend upon you” o “The scarecrow” que pasan los once minutos y, aún así, se nos hacen cortas gracias a sus transiciones, cambios e inflexiones.
Desprende simpatía: en el nuevo Metal de flequillos y cuellos tatuados, parece que hay que vivir enfadados. La negatividad, las caras de malotes y la actitud de emo-depresión parece que conforman una pose más atractiva sobre los escenarios. Por fortuna, cuando Sammet sale ante el público y los instrumentos empiezan a fluir, las melodías dibujan sonrisas en el rostro de los asistentes, a quienes tres horas largas de concierto les saben a poco. No sólo haciendo payasadas se transmite alegría a la parroquia metalera; las melodías que salen de esa fábrica alemana tan precisa también desprenden buena energía positiva.
Por suerte, Tobias Sammet, quien solo tiene 38 años de edad, demuestra que para ser leyenda no hace falta llegar a los 60.
Sobre este blog
Soy Dani Álvarez, presento y dirijo cada mañana Boulevard en Radio Euskadi entre las 6 y las 10 de la mañana. A los 12 años escuché por primera vez a Iron Maiden y me dije “esto es lo mío”. Desde los 22 busco y cuento noticias, y a todas horas escucho Metal. He entrevistado a más lehendakaris (5) que veces he visto a Metallica o he ido a Wacken (4). Decir más sería reiterativo.