Diseño de ciudades con una perspectiva de género
“Ayudar a los ayuntamientos a incorporar un enfoque con perspectiva de género en los planes urbanísticos que configuran las ciudades y los pueblos”. Ese es el objetivo de la convocatoria de ayudas presentada este martes por el Gobierno vasco, que pretende incidir en la igualdad entre hombres y mujeres en los espacios urbanos. Las acciones se englobarán en cuatro áreas: la ordenación del territorio y el urbanismo, la movilidad sostenible, el medio rural y la gobernanza. Para ello, se han dispuesto unas subvenciones dotadas con un total de 200 000 euros, limitadas a un máximo de 30 000 por municipio. “No es tanto una cuestión de dinero, sino de cambio de perspectiva, de pensar y mirar de otro modo las políticas urbanísticas para avanzar en igualdad e integración”, ha asegurado en la presentación el consejero Iñaki Arriola (PSE-EE), competente en materia de Urbanismo.
El principal eje de esta iniciativa es la seguridad de las mujeres. “Hay que favorecer que nuestras calles y plazas sean lugares no discriminatorios en los que las mujeres, que representan la mitad de la población, se sientan seguras, visibles y reconocidas en la vida diaria”, explicaba Arriola, consciente de los problemas existentes: “Estamos aceptando que la arquitectura de la ciudad no es inocua, que la existencia de subterráneos, recovecos y espacios no diáfanos crea inseguridad y limita el libre movimiento de las personas, especialmente de las mujeres”.
Para avanzar en estas mejoras, se han de tener en cuenta los puntos negros de las ciudades. “Por una parte, hay que identificarlos pueblo por pueblo y adoptar medidas para eliminar los existentes y, por otra, hay que evitar incurrir en errores de planificación que hagan que esos puntos negros que existen a día de hoy puedan repetirse en el futuro”, ha comentado el consejero.
Puntos negros para las mujeres
Pese a que se desconoce cuántos puntos negros existen en cada localidad vasca, en algunas de ellas ya ha habido asociaciones que han llevado a cabo estudios para detectarlos. En Amurrio, por ejemplo, el grupo feminista Otsemeak lanzó en julio del año pasado una encuesta para elaborar un mapa con los puntos negros para las mujeres que existen en el pueblo. En Bilbao, el Consejo de Mujeres de la ciudad elaboró un estudio en colaboración con 218 vecinas y detectó 236 puntos inseguros para las mujeres. A partir de estos datos, el Ayuntamiento presentó el ‘Mapa de la Ciudad Prohibida’ y trabaja desde entonces por eliminar esos puntos inseguros. El Consistorio de la villa espera que no quede ninguno en un periodo de dos años. En Vitoria-Gasteiz también se trazó hace años un mapa similar, que indicaba hasta 33 puntos negros.
Sin embargo, el alcance de estas subvenciones no se limita a aumentar la seguridad de los espacios públicos, sino que también incide en otros aspectos en los que las desigualdades entre hombres y mujeres son patentes. “Integrar la perspectiva de género en el diseño urbano también es ordenar la ciudad teniendo en cuenta las necesidades de cuidado de los mayores, así como la conciliación de la vida personal, familiar y laboral”, ha señalado Arriola en la comparecencia en que ha presentado el plan. Para ello, ha hecho hincapié en la importancia de acercar los equipamientos a las viviendas y de crear espacios de usos mixtos de actividad económica y residencial. También se ha referido al transporte público: “Hay que tener en cuenta las necesidades de las mujeres, que son las usuarias mayoritarias, a la hora de planificar los itinerarios y horarios de los transportes públicos”.
Las solicitudes para realizar mejoras en este marco podrán presentarse a lo largo de un mes a partir del próximo 12 de septiembre. Con este plan se pretende también fomentar una mayor presencia de las mujeres en los procesos de participación ciudadana, así como en los equipos técnicos que se dediquen a diseñar y ejecutar los planteamientos urbanísticos encaminados a la consecución de la igualdad. “Es una iniciativa innovadora y valiosa”, ha zanjado Arriola.