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El Gobierno vasco desoye a la oposición y seguirá adelante con los proyectos eólicos sin tener aprobado el PTS de renovables

Molinos eólicos en la sierra de Elguea, en Álava.

Belén Ferreras

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El Gobierno vasco seguirá adelante con los parques eólicos que están previstos aunque comiencen a construirse antes de que se apruebe el Plan Territorial de Sectorial (PTS) de Energías Renovables, que en teoría es el que tiene que marcar la estructura del despliegue de esta fuente de energía. Pese a que desde la oposición, especialmente desde EH Bildu y desde Elkarrekin Podemos-IU, reclaman al Gobierno una moratoria para estos parques hasta que esté en marcha el PTS o unas normas claras alternativas, este martes el portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, ha ratificado de nuevo que el Ejecutivo seguirá adelante con los proyectos porque ya existe el paraguas de un “un marco normativo y legal” para ello, como es el caso de las normas urbanísticas, aunque no esté en vigor el Plan Territorial Sectorial.

El portavoz ha recordado que Europa se encuentra en un momento de “urgencia” energética, por lo que el compromiso del Gobierno vasco es “acelerar” los proyectos de energía renovable. “No se puede parar y volver a empezar”, ha afirmado, por lo que ha anunciado que la “voluntad” del Ejecutivo es seguir adelante con los parques, “dando respuesta a las objeciones” que los agentes afectados por los mismos puedan plantear.

Zupiria ha señalado que la intención del Gobierno vasco es aprobar el PTS de Renovables cuanto antes. Sin embargo, según reconoció la propia consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, hace unas semanas, este plan necesitará todavía al menos de año y medio para estar en marcha, aunque algunas fuentes consideran que se trata incluso de un margen “muy optimista” teniendo en cuenta todo el desarrollo que le falta al plan. La propia Tapia señaló que la tramitación del PTS se encuentra en un estado todavía “muy incipiente”, en “su versión 0”. Esto supone que la construcción de los primeros parques eólicos de los que están en estos momentos en tramitación arrancará sin tener ese marco legal. Una cuestión a la que Tapia siempre ha quitado importancia. De hecho, señaló en su día que la mayoría de los parques que están ahora en tramitación - además de los dos parques ya autorizados hay en espera otras 13 instalaciones eólicas en diferente procesos de autorización y otros tres parques fotovoltáicos grandes- estarán recogidos en el plan, pero que si no es así, podrá solventarse con la elaboración de un plan especial.

Dos primeros parques en 2025

En principio, según las previsiones que maneja el Gobierno vasco, los dos primeros parques después de años de parón -el último entró en funcionamiento en 2006- podrán estar operativos en 2025. Se trata del parque eólico de Labraza, que cuenta ya con una declaración de impacto ambiental favorable, y del de Azaceta, cuyo informe favorable se producirá de forma “inminente”. Ambas instalaciones, promovidas por la sociedad Aixeindar, constituida por el Gobierno vasco a través del EVE y por Iberdrola, se levantarán en territorio alavés. En el caso de Labraza es posible que comiencen las obras en 2024, y el año siguente para el parque de Azaceta. En cualquier caso, la consejera Tapia puso el año 2025 como tope para contar con los nuevos parques en funcionamiento.

Desde EH Bildu se ha alertado de las “graves consecuencias” que puede tener el retraso del PTS, ya que la demora “puede ser aprovechada para abrir la puerta a proyectos con importantes afecciones medioambientales”. El parlamentario de la coalición Mikel Otero ha instado por ese motivo a aprobar cuanto antes el PTS para poder planificar y ordenar la expansión de las energías renovables. Mientras este plan sectorial sigue sin aprobarse, “se están proyectando parques eólicos en entornos de sensibilidad ambiental importante y proyectos fotovoltaicos a gran escala en suelos de alto valor agrícola”, advierte Otero.

Por ello, ha considerado necesario que se acuerden unos requisitos mínimos a cumplir por los proyectos de energías renovables que ya se encuentran en marcha mientras se tramita el Plan Territorial Sectorial (PTS) para que se garanticen un despliegue “ordenado” de las renovables. Este próximo viernes, EH Bildu llevará al pleno de control del Parlamento Vasco una propuesta para acordar “los mínimos a cumplir” por cualquier proyecto renovable, mientras continúa la tramitación del PTS hasta su aprobación definitiva.

EH Bildu considera que el despliegue de estas instalaciones se ha de llevar a cabo “de manera ordenada”, que es “lo que debe garantizar el PTS”. “El retraso es inaceptable y ahora además sabemos, porque lo ha dicho Tapia, que no va a haber PTS antes de 2025”, ha lamentado Otero que recuerda que según la Ley de Sostenibilidad Energética, este plan debía haberse aprobado en 2021. “La gestión del Gobierno en materia de renovables es inaceptable. Se está negando a hacer un desarrollo ordenado de estas energías, mientras intenta abrirles la puerta a proyectos de empresas como Iberdrola”, ha afirmado. En este sentido, considera que “no es serio anunciar y poner en marcha centrales renovables sin aprobar antes el PTS”. “Lo primero que necesitamos es el PTS. Ése es el elemento fundamental en una planificación, y mientras tanto no se pueden construir esas centrales, porque los daños al medio ambiente pueden ser irreversibles”, recalca.

Desde Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi ha criticado también la falta de regulación sobre los proyectos de instalaciones de fuentes de energía renovables. La coalición de izquierdas ha mostrado su preocupación por el creciente número de proyectos de energías renovables sin que haya un instrumento que impida ponerlos en marcha en espacios naturales protegidos. “A quien beneficia un marco desregulado es a las multinacionales y al oligopolio energético. A quien perjudica es al interés general”, ha indicado para recordar que de 18 proyectos 14 están en manos de tres empresas, 13 de 15 en el caso de los parques eólicos. “No quieren proteger de megainstalaciones el medio ambiente”, insistió do Gorrotxategi el pasado lunes en un encuentro con la prensa, en el que recordó que Unidas Podemos buscará en el Congreso proteger, al menos, el entorno de los montes de Vitoria y explorar proyectos 'off-shore', esto es, molinos en alta mar con menos afección que los terrestres.

También desde el PP vasco han afeado al Gobierno el retraso en la aprobación de este plan que debe regular la ordenación del territorio y el sindicato ELA ha pedido que se “paralicen provisionalmente estos proyectos” hasta que esté en marcha el PTS. A la primera versión de este PTS que elaboró el Gobierno vasco, la Diputación de Álava alegó grandes impactos en afecciones entre graves y muy graves para el medio ambiente en siete de los nueve emplazamientos en los que el Gobierno vasco estima que podrían instalarse 13 nuevos parques eólicos. No obstante, desde el Gobierno vasco se precisa que “esto no significa que se vayan a ocupar todas esas zonas señaladas”, dado que se depende de la iniciativa privada y se ha de contar con acceso y conexión a la red eléctrica. Además, se debe garantizar y satisfacer el resto de requerimientos administrativos medioambientales, arqueológicos, y de usos del suelo.

La selección de esas zonas tampoco, excluye que puedan implantarse grandes instalaciones fuera de las mismas. En dicho caso, al carecer de implantación directa, las instalaciones precisarán, además, de la cumplimentación de los requerimientos previstos en la legislación urbanística y de ordenación territorial.

Con los dos nuevos parques eólicos cuya construcción parece ya segura Euskadi contará en 2025 con cinco grandes instalaciones de estas características. Los de Labraza y Azaceta se unirán a los que están ya en funcionamiento en Badaia, Oiz y Elgea- Urkilla. Además hay una pequeña instalación en Punta Lucero, en el Puerto de Bilbao que se construyó en 2006, y fue la última antes del parón para soslayar la contestación social y la falta de subvenciones que encarecían los proyectos. Después de estos dos parques hay en espera otras 13 instalaciones eólicas en diferente procesos de autorización y otros tres parques fotovoltáicos grandes en tramitación. Si salen todos adelante sumarán 603 MW de potencia instalada.

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