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Juzgan en San Sebastián a tres de los miembros de La Manada por robar gafas dos días antes de la violación de San Fermín

Tres miembros de La Manada intentan llegar a un acuerdo por el robo de gafas

Maialen Ferreira

Rara vez un juicio de hurto genera tal expectación como el que se ha vivido la mañana de este martes en el Juzgado de lo Penal número 3 de San Sebastián. No ha sido tanto el delito sino quién lo ha cometido lo que ha llamado la atención de los medios de comunicación y de algún que otro curioso. Y es que los acusados son tres de los miembros de La Manada. El delito del que se les acusa esta vez es del robo de cinco gafas de sol el día 5 de julio de 2016, dos días antes de violar a la joven en San Fermín.

El juicio, que comenzaba a las 10 de la mañana, se ha demorado alrededor de media hora. La sala de vistas número 8, en la que se ha celebrado el encuentro, se ha abarrotado de tal manera que algunos de los medios de comunicación se han quedado fuera, mientras que algunos cámaras han tenido que quedarse de pie durante la vista e incluso sentarse en el suelo.

Los tres acusados no han acudido personalmente a la capital guipuzcoana. Han declarado a través de una multiconferencia desde las cárceles en las que se encuentran: José Ángel Prenda en la cárcel de Puerto III, Ángel Boza en la cárcel de Abolote y Antonio Manuel Guerrero en Sevilla I. La pantalla se encontraba girada, por lo que tan solo la jueza, la defensa y la Fiscalía han podido contemplar cómo los acusados iban, uno a uno, testificando.

El primero en declarar ha sido Prenda, quién tras preguntarle la Fiscalía si recuerda el suceso, ha contestado que sí que recuerda haber estado en San Sebastián y haber entrado en la tienda en compañía de Boza y Guerrero. Sin embargo, no sabe si se pusieron de acuerdo para llevarse las gafas, ni la marca de estas. Tan solo le consta haberle preguntado a la dependienta por unas ofertas y, al ver que esta estaba ocupada atendiendo a otros clientes, llevárselas sin pagar.

El segundo en declarar ha sido Ángel Boza. Este, a diferencia de Prenda, sí ha indicado la marca de las gafas que él sustrajo: Ray-Ban. Esta vez, la defensa, su abogado Agustín Martínez, le ha preguntado si le consta que hubiera un cartel de oferta y un expositor en la entrada. Boza ha indicado que sí, que por eso entraron en la tienda, porque las gafas estaban en rebajas.

Por último, ha comparecido Guerrero quien se ha mostrado más colaborativo que sus dos amigos y ha declarado que “estaban dando un paseo y Prenda dijo que había una tienda de gafas que estaban en oferta”. Él ha confirmado que se probó unas gafas y se fijó en que la dependienta estaba ocupada. Vio cómo Prenda, al ver la situación, salía de la tienda con las gafas, pero sin pagarlas e hizo lo mismo. Guerrero ha sido el único en entregar las gafas robadas después de la denuncia del robo. Sin embargo, la propietaria del establecimiento ha asegurado que no las ha recibido.

Tras ellos, ha sido el turno de los dos testigos: la propietaria del establecimiento perteneciente a la franquicia Opticalia y un agente de la Ertzaintza, que fue quien vio las imágenes de las cámaras de seguridad colocadas en la tienda y realizó el informe de la denuncia. Ante las preguntas de la Defensa, que han incidido en que si las gafas estaban o no en oferta y el coste que ha supuesto el robo de las mismas, la propietaria de la tienda se ha mostrado dubitativa. Ha declarado, que su dependienta al ver que faltaban cinco gafas de la marca Ray-Ban la llamó por teléfono. Una vez vistas las cámaras de seguridad, la propietaria decidió denunciar a los tres jóvenes. Por estos actos, ha indicado que recibió una compensación de su póliza de seguros por valor de las cinco gafas. No obstante, no ha sabido decir cuál ha sido la cuantía compensatoria. El agente de la Ertzaintza, ha confirmado que las cámaras de seguridad muestran a cuatro sujetos que extraen al menos cada uno unas gafas del expositor.

Delito leve de hurto

El abogado de los tres acusados, Agustín Martínez, conocido por el caso de La Manada, ha basado su defensa en dos cuestiones. Por un lado, tras la visión de las imágenes -en la misma pantalla girada que las declaraciones de los acusados- ha señalado que tan solo se ve a tres individuos que coinciden con los acusados llevándose cada uno unas gafas, por lo tanto, ha reiterado en varias ocasiones que “no encuentra sentido” a que en la denuncia consten cinco gafas robadas ni a que el policía haya declarado y haya dejado por escrito en el informe que han sido cuatro hombres los que ha participado en el robo. Por otro lado, ha señalado que al tratarse de tres gafas, por el valor que tienen, “no superan la cuantía de los 400 euros” por lo que se trata de un hurto menor. Además, ha incidido en que la propietaria tardó más de 20 días en realizar la denuncia, por lo que ha supuesto que pudo haberla realizado “después de hablar con el seguro y para sacar un beneficio” del suceso.

“Es verdad que se sustraen tres gafas, es obvio, está grabado, pero todavía no llegamos a entender cómo se mantiene que se han llevado cinco gafas. A partir de ahí que un policía venga y diga que él ha visto el vídeo y que cuatro personas se llevan cada una una gafa y que después en el vídeo no ponga eso... Uno se preocupa porque acaba siendo algo que genera una inseguridad jurídica tremenda y que al fin y al cabo nos afecta a todos. Dicho lo cual, es lamentable que una persona entre en una tienda y se lleve tres gafas, tres, 25 o las que sean, pero vamos a intentar valorar todo en su justa medida, si son tres, son tres y qué precio tienen. Ya están indemnizadas a un precio que es superior al real, solo tenéis que ir a la tienda a verlo”, ha indicado Martínez en unas declaraciones a los medios de comunicación tras el juicio.

La defensa pide lo que el abogado ha señalado como “una sentencia ajustada a derecho” es decir, que les condenen a un delito leve de hurto, ya que ha argumentado que el valor de las gafas fue abonado la semana pasada a la propietaria del establecimiento y que se trata de un delito de robo que no supera la cuantía de los 400 euros, por lo que debería pagarse con una multa en lugar de la prisión como pide la Fiscalía. Por su parte, la Fiscalía demanda nueve meses de cárcel para Prenda y Boza, y rebaja su solicitud de condena hasta los seis meses de prisión para Guerrero, al aplicarle la atenuante de reparación del daño causado, ya que ha devuelto las gafas sustraídas. El juicio será visto para sentencia.

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