'Luminiscentes', el proyecto que revela los rostros de las mujeres que sufren violencias invisibles
Después de que su madre muriera y su padre la abandonara, Shirley Red Star fue trasladada a una escuela residencial de indígenas por el hecho de tener origen lakota. Allí, lo primero que hicieron fue cortar su larga melena, símbolo de longevidad para los lakota. También le quitaron la ropa que traía y, a través de la violencia, le hicieron aprender el idioma y las costumbres estadounidenses. “Aquellas residencias eran campos de concentración, consiguieron que nos diera vergüenza todo lo que nos enseñaron nuestras abuelas. Recuerdo que un día tres jóvenes trataron de escapar y mientras corrían les pegaron un tiro por la espalda. Todos fuimos testigos de aquellos asesinatos, pero éramos unos niños inocentes, no entendíamos nada”, cuenta Shirley Red Star, nativa estadounidense que reside en la reserva Pine Ridge en Dakota del Sur y una de las protagonistas del libro y la exposición 'Luminiscentes, violencias invisibles contra las mujeres y algunas historias de resiliencia', de la periodista Igone Mariezkurrena y la fotógrafa Irantzu Pastor.
Las últimas escuelas residenciales de Estados Unidos cerraron en 1973, pero los traumas provocados por aquellas experiencias se han reproducido a través de generaciones hasta el día de hoy. “La reserva Pine Ridge es la más empobrecida y marginada de todo Estados Unidos. Nos encontramos con una sociedad totalmente alcoholizada, drogodependiente y con un desarraigo total a su cultura e identidad. Se trata de algo provocado, ellos mismos son conscientes del proceso de asimilación cultural al que se han visto sometidos y de que prácticamente la totalidad de las violencias que padecen, sobre todo las mujeres, son consecuencia de esa guerra por eliminar sistemáticamente a su pueblo”, explica a este periódico la periodista y una de las autoras de este proyecto, Igone Mariezkurrena.
Otra de las protagonistas es Meena Pathak, ex prostituta que vive en Ahmednagar, dentro del estado Maharashtra de India. “Hace nueve años, cuando yo lo dejé, exigir que se pusieran un preservativo suponía perder clientes, pero ahora ellas se han unido, ninguna acepta el no, así que los hombres acceden”, asegura Meena, quién está infectada de VIH y ayuda a aquellas mujeres que siguen trabajando en la conocida como 'red light area', la zona roja de la ciudad.
Queremos visibilizar lo invisible, no pretendemos dar voz a nadie porque ellas ya tienen su propia voz, pero queremos que se conozca su historia
Según la información recabada en el libro, hay 2.140 trabajadoras sexuales registradas en Ahmednagar, el 90% de ellas, al igual que Meena, pasaron a ser prostitutas al no ver otra alternativa tras enviudarse, mientras que solo el 10% de ellas lo hacen por haberse divorciado, por haber sido abandonadas o porque se encuentran huyendo de la violencia. El 65% de las mujeres son completamente analfabetas, provienen de familias muy pobres o son hijas de prostitutas y han crecido en los propios burdeles. Todas ellas tienen algo en común: desaparecida la figura del esposo y sin opciones para un nuevo matrimonio, no cuentan con alternativas para salir adelante.
A través de más de 60 historias, las autoras narran la violencia anónima de mujeres que viven en contextos de conflicto armado, paz fallida, ocupación, emergencia climática, empobrecimiento, segregación y violencia racial. Para ello, han viajado a lugares como la India, África o América Latina, pero también han documentado violencias que viven las mujeres en Euskadi. “En todos los casos hemos tratado de poner el foco en las violencias que ocurren en paralelo junto a otras que son más identificables o que por su crueldad se conocen más. En el caso de Euskadi somos conscientes de que vivimos una pandemia de violencia contra las mujeres, es algo estructural, sin embargo, a los medios de comunicación lo que les llega es la punta del iceberg, los casos más crueles como los feminicios. El abanico de formas de violencia machista es muy amplio y no siempre se conoce. Retratamos el caso de una mujer gitana que vive en Otxarkoaga, un barrio de Bilbao, que cada vez que entra en un autobús siente que las personas de su alrededor esconden el bolso por miedo a que les robe o los casos de mujeres latinoamericanas que residen en Euskadi y trabajan de internas cuidando a personas mayores sin contrato”, explica Mariezkurrena.
El proyecto se ha desarrollado a lo largo de cuatro años y ha sido completamente autofinanciado. Las autoras tenían claro desde el primer momento que no se trataría de entrevistas con mujeres a modo de 'pregunta respuesta'. En su lugar, han optado por compartir experiencias con las protagonistas, pasar varios días con ellas, conocer sus casas en los casos en los que fuera posible y adentrarse en sus vidas para poder mostrarlas después.
Nos dejaron entrar en sus casas y no buscábamos retratar miseria o pobreza, entramos entendiendo su realidad para mostrarla tal cual es, siempre con respeto
“Es importante tratar a la persona a la que fotografías con dignidad y humildad. Escuchar su historia, explicarle quiénes somos y qué queremos. Es entonces cuando te devuelven la mirada y aceptan regalarte ese momento. Ahí surge una conexión y eso se nota en las fotos. Nos dejaron entrar en sus casas y no buscábamos retratar miseria o pobreza, entramos entendiendo su realidad para mostrarla tal cual es, siempre con respeto”, apunta a este diario la fotógrafa del proyecto, Irantzu Pastor.
“Queremos visibilizar lo invisible. No creo que vayamos a cambiar el mundo, tampoco pretendemos dar voz a nadie porque ellas ya tienen su propia voz, pero queremos que se conozca su historia. Nosotras queremos ser un altavoz o un escaparate para que ellas hablen no sé si al mundo, porque no sé hasta dónde llegará, pero al menos sí a las personas que vayan a tener este libro entre manos”, indica Mariezkurrena.
La exposición 'Luminiscentes, violencias invisibles contra las mujeres y algunas historias de resiliencia', que muestra algunas de las historia que se relatan en el libro a través de las fotografías tomadas por Irantzu Pastor, estará disponible en el Edificio Ensanche de Bilbao hasta el próximo 26 de octubre. Después, la intención de sus creadoras es que viaje a distintos pueblos y ciudades. Los libros -siempre y cuando sea posible- serán enviados a todas aquellas mujeres que han participado como protagonistas para que puedan tener en sus manos un trocito de su propia historia.
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