Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Entrevista

PIlar Garrido (Podemos): “Si los socialistas siguen como en la legislatura anterior, el Gobierno vasco podría ser 100% del PNV por las políticas que hace”

Pilar Garrido, coordinadora general de Podemos en Euskadi

Iker Rioja Andueza

0

Pacense de nacimiento pero guipuzcoana de adopción, Pilar Garrido (nacida en 1966) es profesora de derecho constitucional y, desde hace unos meses, coordinadora general de Podemos en Euskadi después de la dimisión en bloque del equipo anterior de Lander Martínez tras haber perdido las primarias electorales, en las que se impuso Miren Gorrotxategi. Garrido, que está convencida de que su formación podrá ganarle al PNV las próximas elecciones cuando haya tiempo para reforzar la estructura, también es diputada y miembro de la dirección de Pablo Iglesias. La entrevista se inició este viernes en la sede del partido en Donostia y se completó por teléfono este domingo por la tarde tras la declaración del estado de alarma.

El Gobierno ha decretado ya un nuevo estado de alarma. ¿Esto era inevitable?

Ya habíamos avanzado desde Podemos que lo más importante era dar seguridad y certeza a las decisiones que se tomaran. Y parece que, cuando quieres tomar medidas restrictivas que afectan de manera general a las personas y quitar derechos fundamentales, el estado de alarma es la vía más clara y más segura.

El plazo es amplio. Son seis meses.

Está claro que no es fácil doblegar la curva y controlar esta epidemia. Por lo tanto, sí que tenemos que tener una mirada un poquito más larga y no tan inmediata. Parece que va a costar salir. Hay que mantener esas limitaciones durante un plazo un poquito más largo.

¿Y esto no será porque se quiere evitar el sufrimiento parlamentario que hubo en primavera cada quince días intentando arañar votos para sacar adelante las prórrogas?

Creo que no. Somos conscientes de que en un plazo tan corto de una semana o de dos semanas no vamos a salir de esta crisis de la pandemia y no vamos a doblegar esa curva. Es tener una mirada un poquito más larga, más previsora y tomando también medidas en función de cómo vayamos evolucionando.

En el caso vasco, la autoridad delegada es lehendakari. Sánchez también ha recomendado que los presidentes autonómicos se sometan a un control parlamentario cada quince días. ¿Qué esperan del Gobierno vasco en los próximos meses?

Es importante que el lehendakari tome medidas, que escuche a los expertos. También creo que es importante ese control y ese contacto con el resto de las fuerzas políticas. Tendría que establecer alguna fórmula para que tengamos las diferentes fuerzas políticas en Euskadi información directa y continua de lo que está pasando, para también consensuar esas medidas. Si las medidas son consensuadas entre todas las fuerzas políticas, seguramente van a ser más acertadas que si se toman de manera unilateral. Y, por otro lado, sí me parece importante no sólo acertar en esas medidas restrictivas sino también que tenemos que empezar a pensar ya en la calle, en empezar a poner en marcha ya un escudo social vasco, es decir, una serie de medidas que acompañen a esas restricciones. Va a haber muchas, muchas familias que van a estar en una posición de vulnerabilidad.

Habla de la relación con el Gobierno pero, en un comunicado, se indica que el lehendakari ya se ha puesto en contacto con los líderes de todos los partidos.

Conmigo no ha contactado. Es cierto que a Miren Gorrotxategi [portavoz en el Parlamento Vasco] le ha enviado a las 14.30 horas el decreto aprobado por Sánchez. Pero si mandar un decreto es contactar…

¿Y cómo valora la gestión de la pandemia hasta ahora?

Es un momento complicado y muy difícil. Por eso hace falta un Gobierno que dé certidumbres y que tome decisiones valientes en este caso. El Gobierno vasco se ha caracterizado por ir improvisando y por dar muy pocas certezas. Solamente hay que mirar cómo están los servicios esenciales: huelga en educación, en Osakidetza, en las residencias, etc. Lo hemos dicho desde el principio: hay que salir de esta situación todas juntas. Y eso significa pasar de las decisiones unilaterales a una puesta en común, más allá de que haya mayoría absoluta. Creo que una situación de excepcionalidad como la pandemia requiere de todas las energías pensando en cómo salimos. Echamos de menos esa falta de colaboración y de cooperación que de boquilla sí se pone encima de la mesa. Porque el Gobierno y el PNV hablan de mano tendida, pero luego los hechos son los que son y en ese sentido sí que echamos de menos, como digo, esa necesaria puesta en común para que salgamos cuanto antes de esta pandemia.

Este domingo se han cumplido 41 años del Estatuto de Gernika. Podemos ha defendido su reforma y también el derecho a decidir.

El Estatuto de Gernika cumplió su función, pero ahora mismo creo que es generalizada esa exigencia de una renovación, de una reforma. Hay que profundizar en algunas cuestiones que tienen que ver con las necesidades que han surgido en los últimos tiempos. Podemos hablar de derechos sociales, de derechos ecológicos, de igualdad, etc. En ese sentido hay un trabajo por hacer. Y hay que profundizar en una visión del autogobierno que sea más democrática en el sentido de que estaría bien que ninguna de las decisiones más importantes o más relevantes que se tomaran en los próximos tiempos se hagan de espaldas a la ciudadanía. Una sociedad activa y participada son dos cosas en las que tendríamos que pensar. Por resumirlo en una frase, más derechos y más participación.

Lleva pocos meses al frente de Podemos en Euskadi. ¿Cómo se ha encontrado el partido? El proceso de primarias electorales no fue nada pacífico.

Pues la verdad es que bien, bien. Me lo he encontrado bien. Eso sí, lo dije en su momento, hace falta construir partido. Creo que ese es el objetivo de estos años. Hemos hecho muchas cosas bien. Si no, no estaríamos en el Gobierno, nada menos. Pero sí es verdad que también hay que ser humildes. No hemos sido capaces todavía de construir un partido. Ése era el objetivo y ése sigue siendo el objetivo. Nos ha pillado la pandemia por medio. Todo eso dificulta. La presencialidad, el roce y el debate necesitan de esa presencialidad. Eso hace que todo vaya de una manera -como la vida en sí misma- un poco más lenta de lo que quisiéramos. Pero, bueno, ahora lo principal es la pandemia.

¿Continúan en el partido los anteriores dirigentes o se han dado de baja?

No lo sé. No sabría decirle dónde están.

¿No sabe si ha habido bajas de cargos significativos?

No he mirado. No lo sé.

Es una organización joven la de Podemos en Euskadi pero, con usted, ya son cuatro las personas al frente de ella en pocos años. ¿Esto qué indica?

Significa que, como usted dice, somos un partido joven que se ha ido construyendo de una manera muy rápida. Fue en un momento explosivo del 15M como surgimos y construir un aparato político cuesta mucho. Si nos comparamos con otros partidos políticos, somos un bebito, prácticamente. Vamos construyéndonos poco a poco. No es ni bueno ni malo que haya más o menos direcciones. Hay que hacer hincapié es que pongamos la energía en construir partido. Es imprescindible para afrontar todos los retos, los retos políticos y sociales.

Hay un cambio en la denominación del cargo. Antes era secretaría general y ahora es coordinadora general. ¿Cuál es la diferencia?

Es un cambio de nombre, sin más. Las funciones y la posición es la misma.

En las elecciones, Elkarrekin Podemos-IU consiguió seis escaños. De once a seis y dos para IU. La posición de Podemos ha quedado muy reducida. ¿Qué falló?

Hay un montón de elementos que confluyen. Sí es verdad que nos pilló en un momento complicado, con una nueva candidata, con una dirección todavía muy recién elegida y en medio de una pandemia. En todo caso, creo que con el poco tiempo que tuvimos ya vimos en las encuestas lo bien valorada que era la candidata a lehendakari, Miren Gorrotxategi. Sigue siéndolo. Y, si hubiéramos tenido más tiempo y si no hubiéramos estado en una situación de pandemia, seguramente los resultados habrían sido mejores. Tenemos un suelo, un suelo que yo creo que es sólido. Pero no tenemos que conformarnos con esa posición, sino que hay que empezar a trabajar porque -vuelvo a repetir- hace falta construir partido y meterle energía para presentar un proyecto más sólido ante ante la sociedad.

¿Podría volver a repetirse esa victoria electoral frente al PNV de las generales de hace cinco años?

Por supuesto. ¿Por qué no? Es decir, la pandemia ha puesto de manifiesto que el modelo que tenemos tiene muchas grietas. La pandemia ha azotado más fuerte, sobre todo, a las clases más vulnerables. Hemos visto las grietas de Osakidetza, de educación, del modelo residencial, del modelo socioeconómico, del modelo productivo, etc. Por lo tanto, ahora es más visible quizás esa necesidad de cambio de modelo, que es el que ha defendido Podemos Euskadi durante estos años. Donde los servicios públicos, donde lo común, sea más grande, donde la Administración sea una verdadera garante de la calidad de vida de la ciudadanía vasca. Nos quedan tres años para fortalecer y explicar ese proyecto. Y en las próximas elecciones ojalá volvamos a repetir y a ganar.

Ya vimos en las encuestas lo bien valorada que era la candidata a lehendakari, Miren Gorrotxategi. Sigue siéndolo. Si hubiéramos tenido más tiempo y si no hubiéramos estado en una situación de pandemia, seguramente los resultados habrían sido mejores.

Pilar Garrido

¿Se ve en tres años ganando las elecciones al PNV entonces?

Por supuesto. Podemos siempre es un partido que tiene como finalidad gobernar. Es la única forma de hacer realidad el proyecto político. Y [en España] hemos visto el resultado con una pandemia por medio. Hemos visto que es muy diferente este Gobierno de coalición de lo que pudiera haber sido cualquier otro Gobierno en solitario. ¿Eso por qué no se va a dar en Euskadi? Espero que sí.

Ahora que lo menciona, ¿qué es lo que ha aportado como plus Unidas Podemos al Gobierno de Sánchez? ¿En qué se nota?

Se nota en muchas cosas. Se nota en que la forma de salir de esta crisis es totalmente distinta a la que se dio en 2007 y 2008. Salimos de esta crisis no apoyando y rescatando a los bancos sino rescatando a la gente. El trabajo que está haciendo la ministra Yolanda Díaz es fundamental. Sin esos ERTE realmente la situación hubiera sido dramática. Y la igualdad retributiva entre hombres y mujeres. También podríamos hablar del escudo social. Es la primera vez que se han suspendido los desahucios, que se han prorrogado los alquileres. Hay un abismo entre lo que podía haber sido y lo que está siendo. Todo es insuficiente; hay que seguir trabajando. Pero, desde luego, la diferencia es muy importante.

Sin embargo, las encuestas dan la sensación de que no están aprovechándolo.

Las encuestas reflejan a veces una realidad que, bueno, luego no tiene que ver con lo que sucede. En todo caso, eso no es lo importante. Lo importante es que nosotros no trabajamos para que las encuestas nos digan lo bien que vamos. Trabajamos para mejorar la vida de la gente.

Usted es la presidenta de la comisión de Presupuestos. Toca ahora el debate. ¿Prefiere que no haya presupuestos a pactarlos con Ciudadanos?

Es que ésa no es la alternativa. Vamos a aprobar sí o sí unos presupuestos progresistas, expansivos y con el objetivo de hacer más fuerte esa mayoría de investidura que dio lugar a este Gobierno de coalición. No sólo se trata de aprobar unos presupuestos, sino de responder a las necesidades y que protejan a la ciudadanía fortaleciendo los servicios esenciales, aplicando un modelo de cambio productivo, haciendo una transición ecológica. En ese sentido, creo que esa mayoría de investidura posibilita un cambio de modelo de Estado, que puede ser la forma de afrontar algunos retos que tenemos en este Estado desde hace más o menos 40 años.

Visto lo visto esta semana, ¿teme un acercamiento al PP por parte del PSOE?

Está claro que el Gobierno de coalición es un Gobierno fuerte. Bienvenido sea el discurso que hizo el señor Casado en el Congreso. Es un discurso que se parece más a la derecha europea, razonable, pero en este momento el Partido Popular está atado de pies y manos. Ahí tenemos Andalucía, Murcia y Madrid. Llega un poco tarde ese posicionamiento.

Volviendo a la política vasca, en el Parlamento da la sensación de que en estos primeros compases de la legislatura IU está teniendo más protagonismo que Podemos.

No, no. Yo no veo eso. Yo veo a una coalición y que actúa de manera unitaria. Por lo tanto, en ese sentido no haría esa diferencia porque creo que no tienen sentido.

En el Parlamento Vasco se ha visto un cordón sanitario a Vox. PNV y EH Bildu ya han dicho que no participarán nunca en los debates de iniciativas que presente este partido. ¿Cuál es la posición de Podemos?

La que explicamos en su momento: decidiremos en cada caso cómo actuamos. Dependerá de la iniciativa. En todo caso, en lo que sí estamos de acuerdo es en que no hay que dar alas a Vox. A veces, el confrontar directamente con ellos lo que hace es, digamos, agrandar su posición. Desde luego, lo que no vamos a hacer es a perder el tiempo discutiendo con ellos.

Con un Gobierno de PNV y PSE-EE con mayoría absoluta y EH Bildu liderando con claridad el bloque de la izquierda. ¿Cuál es el espacio parlamentario de Podemos?

Elkarrekin Podemos presenta un proyecto alternativo bastante claro. Plantea que es posible un Gobierno alternativo al del PNV, un Gobierno que pase a liderar de otra manera, que haga frente a esos retos están encima de la mesa, como la transición ecológica, reforzar los servicios públicos, etc. Hay elementos que sólo se pueden construir desde la izquierda. Nuestro objetivo, desde luego, es seguir trabajando para que esa mayoría sea posible. De todas maneras, también hay un trabajo fuera de las instituciones. Hay que tejer también fuera de las instituciones, barrio a barrio y pueblo a pueblo, para que al final exista un bloque no sólo político, sino también social y sindical.

El año pasado, Podemos y Equo negociaron con el Gobierno de Urkullu y pactaron los presupuestos de 2020, todavía vigentes. ¿Fue un error político?

En su momento se tomó esa decisión y la tomó legítimamente la dirección. Hay elementos que para nosotros van a ser fundamentales a la hora de decidir si vamos a dar nuestro apoyo a los presupuestos de 2021. Que sean unos presupuestos que busquen ahora más que nunca una mayor justicia fiscal. Está claro que este año podemos salir quizás del atolladero con los recursos económicos que pueden venir del aumento del déficit e incluso de los fondos europeos. Pero ésa no es la solución. Hay que articular una profunda reforma fiscal para que Euskadi por sí misma, utilizando esos mecanismos de autogobierno, tenga los ingresos y los recursos suficientes para reforzar los servicios esenciales.

Pero, ¿se sentaría a negociar en 2021 unos presupuestos con el Gobierno de Urkullu?

Sí, sí, desde luego. Nos hemos sentado y nos vamos a sentar con cualquier fuerza política. Sin ninguna duda. Sí, sí, nos sentaremos.

¿Pero con voluntad de reeditar el pacto?

Bueno, nosotros nos sentaremos. Nos sentaremos con la voluntad de acordar, claro. El resultado es el que yo no puedo prever. Dependerá no sólo de nosotros, sino también del lehendakari.

Ustedes gobiernan con el PSOE en el Gobierno central. Aquí el PSE-EE socio del PNV. ¿Dan los socialistas un acento de izquierdas al Gobierno vasco o los ven diluidos?

La verdad es que llevan poco tiempo y también hay que dejarles un margen…

Se viene de otra legislatura completa…

Desde luego, si el PSE-EE sigue en el mismo posicionamiento que en la legislatura anterior, estamos hablando de un Gobierno que podría ser 100% del PNV por las políticas que hace. Como digo, llevan poco tiempo de Gobierno y, por lo tanto, está bien siempre darles la posibilidad y esperar que el PSE-EE marque también agenda social.

Etiquetas
stats