Los sindicatos vascos apuestan por condicionar la financiación de colegios privados
Tras varias jornadas en las que diversos expertos y agentes del sector educativo pusieron sobre la mesa los retos a los que la futura ley educativa del Gobierno vasco debe hacer frente, este martes ha sido el turno de sindicatos y varias asociaciones con intereses educativos. Estos colectivos han centrado las comparecencias en la mejora de la calidad de la educación en Euskadi a través de las condiciones de estudio del alumnado y las laborales de todo el personal de los centros. Otras de las ideas más repetidas durante la jornada han sido la descentralización, condicionar la financiación de colegios privados y, en esa línea, publificarlos y el compromiso contra la segregación.
Los grupos parlamentarios han tenido la oportunidad este martes de escuchar las comparecencias de los sindicatos LAB, Steilas, CCOO, UGT y SATSE, así como del doctor en Didáctica y Organización Escolar Gonzalo Larruzea y la Asociación de Psicopedagogía de Euskadi y Col·lectiu Punt 6. “Mejorando la materia para poder darla en las condiciones apropiadas a los alumnos tenemos que mejorar también las condiciones de esas personas que la imparten. Es muy importante educar en ciencia, pero si la persona que tiene que dar esa educación no tiene las condiciones apropiadas para hacerlo correctamente vamos a seguir teniendo un problema. No vemos posible que falle una de las dos y el sistema siga funcionando”, ha resumido UGT.
En esa línea, los demás sindicatos también han remarcado la “necesidad” de contemplar en la nueva ley educativa de Euskadi unas mejores condiciones para los trabajadores de los centros escolares. Para LAB, una de las medidas que deberían considerar para las bases del acuerdo es “terminar con la temporalidad”. Además, también defiende la bajada de las ratios para que la carga de trabajo de los docentes sea menor y para que puedan “atender mejor al alumnado”, según ha añadido CCOO. Todo ello, apuntan, porque “las mejoras en las condiciones laborales suponen mejoras en el servicio público educativo”, esto es en la educación que va a recibir el alumnado.
Asimismo, las organizaciones han subrayado que “combatir la segregación es una prioridad”. “Todo sistema de provisión mixta trae unos efectos colaterales, y uno de ellos es la segregación, sin querer decir con esto que sea el único factor provocador de la segregación”, ha defendido Larruzea. Desde la perspectiva de LAB, sí ha sido el sistema mixto el que ha causado un sistema educativo que “estratifica a la sociedad”. “El 67% de los alumnos de origen extranjero está matriculado en la escuela pública y la cantidad de becas también se duplica en la red pública respecto a la concertada. Si bien las diferencias son normales en la sociedad y en cada individuo, está claro que hay una lógica segregadora estructural: el sistema educativo dual que facilita la segregación”, ha concretado Steilas. Por eso mismo, una de las propuestas de este sindicato es “un proceso hacia la publificación de los centros concertados”, siempre y cuando se garanticen los puestos de trabajo de los docentes y al alumnado la oportunidad de seguir estudiando en el mismo centro; es decir, “sin abandonarlos”.
De esa manera, muchos de los comparecientes han sostenido que la futura ley educativa de Euskadi debe “condicionar la financiación pública” a los centros privados. “La libertad de creación de centros docentes no conlleva la financiación de estos, cuestión reservada solo para aquellos que participen de la programación general de la enseñanza. Proponemos que los centros concertados que lo deseen y que sean necesarios para la configuración del mapa escolar público puedan acceder a formar parte de la red de centros públicos, pero cediendo su titularidad a la administración”, ha apuntado CCOO. LAB ha incidido en que para que un centro privado sea concertado para su financiación debe “dar respuesta a las necesidades básicas de la educación”.
“¿Cómo descentralizar sin desregular?”
También se ha propuesto un sistema educativo vasco descentralizado, de modo que cada centro tenga la autonomía para poder implantar las medidas más adecuadas atendiendo a las características locales. Para ello, LAB y Steilas proponen ceder ciertas competencias a los Ayuntamientos para que ellos puedan planificar la educación, entre otros temas, para fomentar el euskera. No obstante, Steilas recuerda que también se trata de un reto: “¿Cómo descentralizar sin desregular?”. Por otra parte, CCOO defiende la autonomía de los centros para que, “enclavados en una estructura más local”, se tenga en cuenta el contexto del euskera. Por ello, “rechazan” el “modelo único que deseche la opinión de las familias a decidir en qué lengua quiere que sus hijos estudien”, propuesta que también ha defendido UGT. Así, para este sindicato es importante el trilingüismo, si bien acepta que el “euskera necesita un tratamiento especial”.
Por su parte, SATSE ha reiterado la “necesidad” de incorporar la figura de la enfermera escolar en el sistema educativo vasco para “garantizar el derecho a la salud de los niños también en horario escolar”. A principios de año, el grupo PP+Cs llevó al Parlamento Vasco una propuesta para implementar esta figura; sin embargo, fue rechazada. Lo ideal sería, según SATSE, que hubiera una enfermera por cada 250 alumnos en cada centro. Sin embargo, admite que eso es “difícil”. Además, para el sindicato de enfermería, esta incorporación “lejos de ser un coste es una inversión en salud que ahorrará problemas y gastos mayores a medio y largo plazo”, ya que sería capaz de detectar de manera precoz “tanto enfermedades transmisibles, como problemas conductuales y situaciones de acoso”.
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