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Los pantanos extremeños tienen casi 2.300 hectómetros cúbicos más que hace un año

Garganta de los Infiernos, que desemboca en el Jerte, aguas que luego van al Alagón y el cual acaba vertiendo al Tajo en Alcántara

elDiarioex / JL

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Los 37 pantanos extremeños de la red principal de gestión estatal tienen en estos momentos unas reservas que superan en 2.269 hectómetros cúbicos las del año pasado, con un porcentaje de llenado del 83% en la cuenca hidrográfica del Tajo pero del 32,4% en la del Guadiana.

La situación de la cuenca cacereña del Tajo es excepcional pues son 30 puntos más que hace un año, y el estado de sus 14 presas queda 20 puntos por encima de la media general de la cuenca (63,7%), que se extiende también por las provincias de Cuenca, Guadalajara, Madrid, Toledo, Ávila y Salamanca.

La reserva extremeña en esa demarcación hidrográfica este miércoles es de 5.252 hectómetros cúbicos, 1.921 más que hace un año.

En la otra cuenca extremeña, la del Guadiana (17 pantanos en la provincia de Badajoz y 6 en Cáceres), el panorama también ha mejorado aunque bastante menos, aún así hay ya en estos momentos 348 hectómetros más que doce meses atrás, 4,3% puntos porcentuales de avance.

Las reservas a fecha de este miércoles son de 2.609 hectómetros cúbicos frente a 2.261 de hace un año.

Ese superávit momentáneo de 348 hectómetros da esperanzas de que un invierno-primavera que se comportaran como la media histórica permitiría una campaña veraniega de riegos agrarios normal, dejando atrás las duras restricciones del verano pasado.

Esta cuenca del Guadiana tiene una servidumbre agraria muy importante, son muchas hectáreas de cultivos las que riega, mientras que la del Tajo, además de algunos usos agrícolas en Valdecañas, Alagón, Jerte o Árrago, sirve sobre todo de modo muy importante al aprovechamiento hidroelétrico y de hecho varios de sus grandes pantanos se usan prácticamente solo para eso.

Una media engañosa

Decir por tanto que las presas extremeñas en conjunto están al 55%, como así es, es un ejercicio estéril de cálculo porcentual dada la gran diferencia entre unos pantanos y otros.

Todo un agravio entre la felicidad de las grandes compañías productoras de electricidad turbinando en Cáceres gracias a las lluvias generosísimas, y la incertidumbre y preocupación de zonas de Badajoz por parte de agricultores, industrias agropecuarias y poblaciones en general que ven en los embalses un recurso turístico y de vida.

Mientras Alcántara o Cedillo, grandes contenedores de agua para beneficio hidroeléctrico, o para dársela a Portugal, rondan el 90%, en el Guadiana pacense La Serena está al 17%, Cijara al 32% o Alange, que abastece a la ciudad de Mérida y para el que se piensa en unos nuevos riegos Tierra de Barros, se sitúa en un raquítico 13,83% y es el peor de la cuenca.

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