Garrrovillas celebra el Almendro en Flor, el día 28
En Garrovillas de Alconétar ha habido siempre muchos almendros. Lo que pasa es que no se les ha dado demasiado bombo porque los vecinos los cultivaban para consumo propio y para hacer alguna que otra venta con las almendras. Hace 15 años, sin embargo, a alguno se le ocurrió organizar una fiesta en torno a ellos con el fin de ponerlos en valor. ¿Por qué no dar ese paso al frente si antes lo habían hecho en el Valle del Jerte con los cerezos y les iba más que bien?
Con ese planteamiento por delante se decidieron y el caso es que Garrovillas va a celebrar el sábado 28 de febrero su XV Muestra del Almendro en Flor, un evento organizado por la concejalía de Cultura del Ayuntamiento, que cuenta con el respaldo de la Diputación de Cáceres y de buena parte de las asociaciones culturales, sociales y deportivas de la zona. Se trata de una cita única para descubrir la belleza de un paisaje espectacular, que pintan de rosa y blanco los cientos de almendros distribuidos por el término municipal de este pueblo, a escasos 30 kilómetros de la capital cacereña. Es una especie de adelanto de la primavera cuando todavía no ha terminado el invierno.
“Se trata de la única fiesta del almendro de la comunidad autónoma”, asegura la concejala de Turismo, Olga Valle. No es sólo que sea la única cita de estas características de la región, sino que cuenta con códigos exclusivos como disponer de una singular gastronomía propia que los asistentes podrán descubrir.
Escabeche, carne, pan y vino
“Suena raro pero la verdad es que está buenísimo”, dice Olga Valle mientras describe lo que es el escabeche, el plato que pondrá la guinda a la comida que ese día se servirá en el paraje Gallito.
La verdad es que sí, que suena extraño, porque se trata de unas bolitas hechas a base de patata y huevo que flotan en un caldo de vinagre, agua y pimiento. Antes, se cocinarán berzas con buche, que viene a ser el estómago del cerdo relleno de costilla, carne y magro y que tampoco es que suene como un plato muy cercano a quienes no son de la zona. Con todo ello, más hogaza de pan y vaso de vino se podrá llenar el estómago, previo pago de dos euros, un precio simbólico que se ha impuesto para colaborar en el mantenimiento de un evento con muchas ganas de crecer cada año un poco más.
Además, en el desayuno que abrirá la jornada festiva a las nueve de la mañana en la Plaza de la Constitución, se ofrecerán cagajones, que es como llaman en Garrovillas a una especie de mantecados. En esta ocasión será gratuito.
Ese café con dulces servirá para calentar motores entre los participantes en alguna de las tres marchas que van a marcar el punto de partida de la jornada. Habrá ruta senderista, de bicicleta de montaña y ecuestre, a elegir, que transcurrirán entre los almendros. En todos los casos la previsión es que cada una de ellas vaya terminando en torno al mediodía en el Gallito, donde atracciones infantiles, mercadillo de productos típicos y música ambientarán esta especie de romería.
La Muestra del almendro no se pudo celebrar solamente un año porque había llovido tanto que los árboles se quedaron sin flores. En esta ocasión la floración anda un poco tardía porque ha caído poca agua del cielo, de manera que si el Ayuntamiento decidiera retrasarla lo anunciaría con tiempo para informar a los cientos de personas que cada año están pendientes de la fecha y a quienes tengan intención de estrenarse en este 15 cumpleaños.
“La gente llega desde toda Extremadura, pero también desde otras regiones. Muchos repiten y desde principios de año nos están llamando para que le digamos cuándo cae”, asegura la concejala de Turismo.
Las marchas, sobre todo la senderista, es una de las que más seguidores atrae y la previsión es que este año se rebasen los 200 que la hicieron el año pasado.