Asociaciones vecinales y ecologistas, contra un nuevo embalse para abastecer de agua a Vigo

Miembros de varias asociaciones ecologistas se han unido a organizaciones vecinales en su rechazo a la construcción de un nuevo embalse en el río Oitavén y a los trasvases de agua para abastecer a la ciudad de Vigo y al sur de la provincia de Pontevedra. Es la reacción a un estudio de alternativas encargado a una empresa y que la Confederación Hidrográfica Miño-Sil ha remitido al Ayuntamiento de Vigo y a la Xunta de Galicia. El documento sugiere hacer una nueva presa en el curso fluvial -ya hay una, la de Eiras-, captar agua en la confluencia del Oitavén y el Verdugo y trasvasar también una cantidad desde el Miño a la presa de Zamáns.

En una asamblea celebrada en el Centro Sociocultural de Forzáns (Ponte Caldelas, provincia de Pontevedra), asociaciones como Greenpeace, Adega, Asociación pola Defensa da Ría, Petón do Lobo y Ecologistas en Acción trasladaron su respaldo a la postura crítica de varias agrupaciones de la zona y se sumaron a un manifiesto que ya suscribían un centenar de entidades, entre las que hay comunidades de montes, asociaciones de vecinos, comunidades de aguas, agrupaciones de mujeres rurales y asociaciones culturales. Este domingo protestan en Ponte Caldelas para hacer visibles sus críticas.

El movimiento ha elegido como portavoz a Pilar Fernández, la presidenta de la Asociación de Vecinos de Forzáns, que es donde se construiría la nueva presa. Entre las acciones para llamar la atención sobre su causa estarán una jornada de limpieza y erradicación de especies invasoras en el río Oitavén y la recogida de datos para hacer un estudio sobre la flora y la fauna en el tramo que se vería afectado por el embalse, entre esta parroquia de Ponte Caldelas y Vilano, en el municipio de Fornelos de Montes.

Una de las organizaciones ecologistas críticas con las conclusiones del estudio, Amigos da Terra, argumenta que el Oitavén y sus principales afluentes no tienen un excedente de agua suficiente para abastecer el embalse “sin poner en riesgo los ecosistemas acuáticos y terrestres asociados”. El caudal ecológico, añade, está ya “muy castigado” por la presa de Eiras. El impacto llegaría, según esta asociación, a la ría de Vigo y sería “una amenaza” para el “delicado equilibrio que depende del aporte de agua dulce para equilibrar la salinidad”, en especial en verano.