Las corridas de toros de A Coruña solo lograron vender un tercio de las entradas
El pasado sábado 5 de octubre por la mañana, unas 3.000 personas reclamaron en A Coruña el fin de las corridas de todos y de las subvenciones públicas que las sustentan. Coincidiendo con una concurrida carrera popular y con un partido del Deportivo, la marcha –apoyada por 46 colectivos– llenó las calles del centro de la ciudad para protestar contra la pervivencia de este espectáculo de tortura animal en la ciudad y contra las ayudas públicas que recibe por parte del Ayuntamiento. Al mismo tiempo, menos de 3.000 personas sacaron su billete para la jornada de ese mismo día de la feria taurina que se celebró aquel fin de semana en la ciudad.
Así lo corroboran los datos del expediente municipal al que ha tenido acceso el BNG, de los que se concluye que la feria taurina que este año se celebró en octubre -y no durante las fiestas de agosto, como venía siendo habitual en los últimos años– vendió un tercio de las entradas disponibles. En concreto, y de los 16.838 billetes que se pusieron a la venta para las dos jornadas (8.419 cada día), tan solo fueron adquiridos 5.665, el 33,6% del total disponibles.
En concreto, para la corrida del sábado se vendieron 2.735 entradas, entre las que se incluyen las de precio genérico, pero también las que disfrutaban de descuento para peñas, menores o las incluidas en las rebajas ofrecidas por un portal web. En esa misma jornada, se regalaron 2.681 convites, casi la misma cantidad que la de billetes vendidos. En caso de que todas las personas invitadas hubieran acudido a la feria, el Coliseum habría superado la media entrada, algo improbable vistas las numerosas fotografías del recinto, con millares de asientos vacíos y una escasa presencia de aficionados.
Algo semejante ocurrió en la jornada del domingo 5 de octubre, para la que se vendieron 2.930 entradas y se regalaron 2.570 convites. En total para los dos días, fueron invitadas 5.251 personas, más del 30% del aforo disponible en el Coliseum. Además, Tauro Siglo XXI, la empresa organizadora del evento, recaudó en las dos jornadas algo menos de 145.000 euros (70.923,74 euros el sábado y 73.834,24 el domingo). “Ni con los descuentos ni con los convites lograron tener una entrada mínimamente aceptable”, recuerda el BNG.
Además, el grupo municipal del Bloque también hizo públicos los gastos que la feria taurina le ha supuesto al Ayuntamiento de A Coruña. El expediente municipal recoge una cantidad desglosada de casi 35.500 euros, entre los que se incluye el montaje de la barrera, de la tierra, de los carteles interiores o de una báscula. No obstante, advierte que la documentación no recoge otros gastos asumidos por la administración local, tales como los costes de limpieza, los de la Banda Municipal de Música o la cesión del Coliseum.
Según indica el BNG, la cesión del recinto costó, “como mínimo”, más de 36.700 euros. El cálculo lo hace en base a la aplicación de las tasas recogidas en la ordenanza reguladora del precio público por la prestación de servicios y utilización de las intalaciones de titularidad pública municipal del Ayuntamiento. Por lo tanto, y coincidiendo con las cifras que aportó varias veces la plataforma Galicia Mellor sen Touradas (GMST), el coste de las corridas para el vecindario de A Coruña ascendería a unos 100.000 euros.
El Bloque, al igual que IU en el Ayuntamiento y numerosos movimientos sociales y vecinales de la ciudad, vuelve “a reivindicar la abolición de las corridas en nuestra ciudad, en la medida en que se trata de un espectáculo cruel basado en la tortura y en el maltrato animal y que no forma parte de nuestra tradición cultural”.
El Ayuntamiento de A Coruña, tras el fracaso de agosto, licitó de nuevo el concurso en un intento de atraer alguna oferta, rebajó en un 60% (de 2.500 a 1.000 euros) el importe que la empresa beneficiaria debería abonar en concepto de canon por el uso del recinto municipal y fijó la posibilidad de que, además de la corrida de octubre, la empresa adjudicataria pudiera organizar la feria taurina durante los dos próximos años, en los meses de julio y agosto, en un contrato que incluso se podría prorrogar otros dos años.
Además, para facilitar el interés de las empresas gestoras de espectáculos taurinos, redujo (en la primera licitación, que quedó desierta) las dimensiones de la feria, que se celebró únicamente en dos días (en vez de tres). De igual manera, aseguró la subvención parcial de la celebración, aportando dinero público para el alquiler del Coliseum y el coste del montaje de la plaza de toros, además de ceder gratuitamente las actuaciones de la banda de música municipal. La presión del lobby taurino, que incluso logró que toreros se ofrecieran gratis a participar en la feria de A Coruña, y las facilidades concedidas por el Ayuntamiento, permitieron la celebración de este espectáculo que volvió a contar con escaso público.