En el rural también hay I+D
El futuro (también) es rural. Pero para que la riqueza del rural gallego y sus productos multipliquen su valor es necesario que se aprovechen todas las herramientas tecnológicas y de diseño a nuestro alcance, hace falta también reducir la brecha que a menudo se abre entre campo y ciudad, de espaldas uno del otro, y hace falta la puesta en conexión de ideas, proyectos y voluntades que, sin saberlo, ya trabajan en la misma longitud de onda. Este viernes se celebra en Pontevedra la primera sesión del Estruming Days, un espacio de networking, intercambio y formación para profesionales que busca poner en valor las potencialidades y productos del rural a través del diseño, la tecnología y el I+D. Está dirigido a personas que “aprovechen, dinamicen y/o trabajen el rural gallego con una mirada actual y global”, según sus organizadores, y contará con dos sesiones más en octubre y noviembre.
“Sabemos que hay profesionales innovadores, creativos y arriesgados en Galicia y queremos visibilizar y difundir su trabajo entre otros profesionales con inquietudes y ganas de conocer y crecer”, dicen sus responsables, que animan a participar a “empresarios y emprendedores, entidades sociales y asociaciones, empresas en activo y proyectos en incubación”. “Hay que combinar lo propio y lo común, respetando la identidad y aprovechando los recursos”, nos dice Desirée Vidal, coordinadora del evento, que destaca el valor del encuentro en sí mismo, de la puesta en común de experiencias semejantes: “Está todo muy disperso, no estamos acostumbrados a trabajar en equipo y colaborar. Pero nuestra fuerza va a venir de ahí, de que nos conectemos y trabajemos juntos. Eso da autonomía y le da riqueza a los proyectos”. Destaca además que es “sorprendente” encontrar muchos proyectos y pequeñas empresas que apenas son conocidas en Galicia, incluso por personas del mismo sector, pero que tienen una actividad muy importante en el extranjero: “hace falta hacer comunidad, conectar a esa gente”, concluye
La brecha entre lo rural y lo urbano existe, es innegable, y a veces es inmensa, a pesar de que en Galicia el rural invade la ciudad por todas las vías posibles, desde el origen de sus propios habitantes hasta los productos que todos consumimos o el paisaje que se adivina en el horizonte. Desde la ciudad se ignora la aldea, y desde la aldea a veces cuesta acoger dinámicas, herramientas e innovaciones que la conectan con el mundo y ayudan al desarrollo a partir de lo propio. “Son muchas décadas de abandono del rural, de dinámicas negativas, de falta de información en muchos aspectos”, dice Desirée Vidal, pero la clave es la información y el trabajo conjunto: “tiene que ver con como a cada uno le llega esa concienciación. Si una persona no entiende por qué es importante reciclar, no lo va a hacer”. De igual manera, a veces las etiquetas de producto ecológico o producción de proximidad sólo son efectivas para los ya convencidos, aunque muchos otros consumidores sean conscientes de las ventajas que van ligadas a esos conceptos. Hace falta, pues, un trabajo más efectivo a la hora de “vender” esta actividad.
La idea de estos Estruming Days partió de José Bravo, presidente de la mancomunidad de montes del Salgueiral, en Pontevedra. “Una persona de ciudad, que se fue a vivir a la zona rural, y se hizo cargo de la comunidad de montes porque nadie de los antiguos comuneros quería hacerse cargo de esas responsabilidades. Y fue el que se puso en contacto con nuestra empresa. A partir de este contacto comenzamos a trabajar en temas de patrimonio cultural y natural, y sobre la identidad. Veíamos que muchos de estos elementos, o bien no eran conocidos, o bien no eran valorados”, explica Desirée Vidal. “No buscamos innovar por innovar. Buscamos renovar los modelos de negocio. A este tema es fundamental aplicarle i+d, diseño y tecnología”, subraya.
Las sesiones de los Estruming Days combinan la presentación de nuevos proyectos con ponencias y sesiones de expertos o de iniciativas más consolidadas. Woodglass (una marca de gafas de sol hechas a mano “que combina diseño y naturaleza”), Cenlitrosmetrocadrado (estudio de diseño y comunicación “con una identidad de marcado carácter atlántico”), Saborplace (una comunidad virtual para la adquisición de alimentos de alta calidad directamente del productor al consumidor), Elogia, Orballo innovaciones forestales (empresa de economía social que nace en el rural coruñés con el objetivo de recuperar los bosques atlánticos) y Bodegas Fermenta son las empresas invitadas.
También habrá premios: el premio INCUBA para proyectos en incubación y el premio MEDRA para empresas o proyectos de dinamización en activo. Los premiados disfrutarán de un programa de asesoramiento personal Executive Coaching impartido por Raquel Pedrouso. El objetivo es darles mayor visibilidad y apoyo a las buenas prácticas, reconociendo a aquellos participantes “que estén trabajando de una manera creativa, coherente e innovador en el rural o con el rural, incorporando en sus proyectos y modelos de negocio criterios de responsabilidad social, sostenibilidad ambiental, economía social o valorización de la identidad cultural”.
¿Que saldrá de esta cosecha? Se verá en su momento. En cualquiera caso, es el estrume (abono, en gallego) lo que hace crecer las cosas.